La Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Organización Internacional del Trabajo (OIT) lanzaron un llamado conjunto para que se adopten medidas concretas para abordar los problemas de salud mental en los entornos laborales, ante el hecho de que cada año se pierden 12,000 millones de días de trabajo debido a la depresión y ansiedad.
Según un artículo publicado por la OMS el pasado 28 de septiembre, esta pérdida de días de trabajo cuesta a la economía mundial casi un billón de dólares.
Además de la nota conjunta, la OMS también ha emitido directrices sobre este tema y según indica entre los riesgos para la salud mental están: la gran carga de trabajo, los comportamientos negativos y otros factores que generan angustia en el ámbito laboral.
La publicación destaca que "Por primera vez la OMS recomienda la formación de los directivos para que puedan prevenir los entornos laborales estresantes y responder a los trabajadores que sufren de este problema.
El Informe Mundial de la Salud Mental de la OMS, que fue publicado en junio de 2022, evidenció que en 2019 de los 1000 millones de personas que viven con un trastorno mental el 15 % de los adultos en edad de trabajar experimentaron un trastorno mental.
De acuerdo a la información brindada por el organismo mundial el trabajo amplifica otros problemas sociales como la discriminación y desigualdad.
"La intimidación y la violencia psicológica (también conocida como "mobbing") es una queja clave de acoso laboral que tiene un impacto negativo en la salud mental. Sin embargo, hablar o revelar la salud mental sigue siendo un tabú en los entornos laborales de todo el mundo", cita el artículo.
En este contexto las directrices establecen que se busquen mejores formas para atender las necesidades de los trabajadores con problemas de salud mental, que se apoye su reincorporación al trabajo, incluyendo los que enfrentan situaciones graves.
El doctor Thedros Adhanom Ghebreyesus, director general de la OMS, señaló que es hora de centrarse en el efecto perjudicial que el trabajo puede tener en nuestra salud mental.
Según subrayó "El bienestar del individuo es razón suficiente para actuar, pero una mala salud mental también puede tener un impacto debilitante en el rendimiento y la productividad de una persona".
Guy Ryder, director General de la OIT, también sostuvo que "Dado que las personas pasan gran parte de su vida en el trabajo, es fundamental contar con un entorno laboral seguro y saludable".
La publicación destaca que si bien el Convenio de la OIT sobre Seguridad y Salud en el Trabajo (No. 155) y la Recomendación (No. 164) establecen el marco legal para proteger la salud y seguridad de los trabajadores, según el Atlas de la Salud Mental de la OMS (en inglés) descubrió que solo el 35 % de los países aseguraron contar con programas nacionales de promoción y prevención de la salud mental relacionadas con el trabajo.
Según indicó el escrito la pandemia provocó un aumento del 25 % en ansiedad y la depresión general en todo el mundo, con lo cual se evidenció la falta de preparación de los gobiernos para lidiar con su impacto en la salud mental, además de la escasez crónica de recursos a nivel mundial para atenderla.
De acuerdo a las palabras de Ryder se tiene que invertir para construir una cultura de prevención en favor de la salud mental en el trabajo, reformar el entorno laboral para acabar con el estigma y la exclusión social; y garantizar que los empleados con problemas de salud mental se sientan protegidos y apoyados.