El salvadoreño Eduardo Lorenzana llegó a tierras estadounidenses a los 8 años de edad. Su padre le inculcó el amor por la odontología y le ayudó a formarse para llegar a ser uno de los más grandes periodoncistas del estado de Texas.
Ha dado más de 170 conferencias alrededor del mundo, publicado numerosos artículos científicos, contribuido a tres libros de texto sobre cirugía plástica periodontal y estética de implantes dentales y actualmente es el presidente de una de las grandes asociaciones de Implantología en EE.UU, pero el doctor Lorenzana asegura que ser salvadoreño es de las cosas que más se siente orgulloso.
¿Cómo fueron sus inicios? ¿Cómo se apasiona con la odontología?
Todo en mi carrera tiene que ver y es gracias a mi papá, el doctor Rafael Lorenzana, cuando yo tenía ochos años él decidió venirse a Estados Unidos con mi familia para sacar su especialidad en prostodoncia. En esa etapa la guerra estaba mala en El Salvador, y después de sacar esa especialidad decidieron quedarse en Estados Unidos.
Cuando estaba en la escuela pensaba que quizás iba a ser médico o dentista, cuando por fin me decidí a ser dentista mi papá me ayudó mucho, me dejó trabajar en su oficina y su laboratorio. Del esfuerzo les doy todo el crédito a mis papás, porque ellos tuvieron que encontrar la forma para que nosotros pudiéramos acoplarnos a un nuevo país y toda la fuerza del carácter y toda la determinación era de ellos, en mi caso cuando decidí ser odontólogo mi papá me apoyó en todo.
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Pero cuando estaba en la escuela dental no decidí especializarme en prostodoncia como él, elegí mi propio camino y me especialicé en periodoncista, que consiste en hacer cirugía en las encías para poner implantes dentales y darle un enfoque más en la estética, es una especialidad más artística, es lo que me gustó.
¿Qué reconocimientos ha logrado a lo largo de su carrera?
He tenido la oportunidad de ser presidente de la Sociedad de periodoncistas de Texas y Presidente de la Sociedad del Sureste de periodoncistas. De ahí he tenido la oportunidad de dar varias presentaciones alrededor del mundo, desde Australia, hasta Europa y también en El Salvador.
La oportunidad de regresar a mi país y contribuir un poco sobre las formas que me gusta hacer las cosas y el trabajo que hago aquí en Estados Unidos fue muy emocionante. También cuando fui a mi país pude colaborar con mi papá varias veces, él lamentablemente falleció hace año y medio, me hace mucha falta hablar con él y comparar casos y situaciones que lo hacíamos muchísimo.
"Cuando fui a mi país pude colaborar con mi papá varias veces, él lamentablemente falleció hace año y medio, me hace mucha falta hablar con él"
Eduardo Lorenzana, odontólogo salvadoreño
¿Cómo fue el proceso para ser elegido Presidente de la Sección de Estados Unidos del Equipo Internacional para Implantología? ¿Cómo se siente ser el primer salvadoreño en lograrlo?
Cuando empecé en la especialidad tuve la oportunidad de trabajar con doctores que eran mis profesores, algunos eran parte de este grupo del ITI (por sus siglas en inglés) y ellos me recomendaron trabajar y contribuir en el grupo. Durante los años he dado presentaciones en diferentes congresos estadounidenses, también he colaborado en varios proyectos con el ITI que tiene que ver con educación para otros profesionales en implantes dentales. Doy a conocer la forma que a mi me gusta trabajar con mis pacientes en implantes en la zona estética, quiere decir en la sonrisa de los pacientes, eso es lo que me da pasión por lo que hago. Y bueno en este último gremio que tuvimos en Atlanta me votaron como el presidente chairman de la sección estadounidense.
Es un honor inmenso tener la oportunidad de hacer este tipo de servicios, es emocionante pensar de dónde venimos, de donde empezamos, de El Salvador. Tengo mucho orgullo de ser salvadoreño en este país y siempre le doy gracias a Dios y a mi familia por todas las bendiciones y las oportunidades para presentar lo mejor de mi país.
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¿Qué es lo que le da más orgullo de lo que ha hecho en su carrera?
Lo que me da orgullo más que nada es que puedo darle una vida que nunca me pude imaginar a mis hijos y a mi esposa. El orgullo también es el trabajo que puedo hacer para mis pacientes, en mi consultorio estamos tan llenos de pacientes que no tenemos tiempo, le doy gracias a Dios por que hay trabajo.
El único cirujano en este consultorio soy yo, no quiero tener más socios o hacerlo más grande, porque lo que temo es que va a faltar la calidad del tratamiento que les quiero dar a mis pacientes. Lo demás de ir a dar las pláticas y los congresos me gusta porque tengo amigos alrededor del mundo, eso es increíble. Me da mucho orgullo que puedo viajar alrededor del mundo y decirle a las personas que soy salvadoreño y de donde vengo y en cada una de mis presentaciones siempre hablo de mi papá y la influencia que tenía en mi vida profesional, hablo también de los sacrificios de mi mamá, Sra. Rosy Alas de Costas, porque eso es importante, saber cómo nuestra familia pudo salir adelante.
El doctor Eduardo Lorenzana (izq.) en abril para el Annual General Meeting del ITI en Roma, Italia. Foto Cortesía
"En cada una de mis presentaciones siempre habló de mi papá y la influencia que tenía en mi vida profesional, habló también de los sacrificios de mi mamá porque eso es importante, saber cómo nuestra familia pudo salir adelante"
Eduardo Lorenzana, odontólogo salvadoreño
¿Qué trabajo comunitario hace en San Antonio y en El Salvador?
En El Salvador trabajamos con un grupo que se llama Project Red que empezó con una mujer que es de San Antonio, nos invitaron a la recaudación de fondos para buscar contribuciones para El Salvador, y pensábamos que las personas que nos invitaron sabían que era salvadoreño, pero ellos no tenían ni idea. Fuimos y hemos estado contribuyendo a este grupo por más de diez años y cuando vamos a tierras salvadoreñas vemos el trabajo que ellos hacen y les damos todo el apoyo que se pueda.
Y en la comunidad de San Antonio mis hijos, mi esposa y mis asistentes de la oficina trabajamos mucho con el San Antonio Food Bank que ayuda a darle comida a los que no tienen aquí en la comunidad de San Antonio.
También participamos en brindar trabajo gratis para los que no tienen otra forma de obtener el trabajo dental, eso se organiza con la Asociación Dental de Texas y va por diferentes partes del estado.
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¿Qué viene en el futuro para el doctor Lorenzana?
Lo que he logrado ha sido más de lo que me pudiera haber imaginado en toda mi vida así que lo que más tengo enfocado hacer ahorita es ser el líder de este grupo del ITI; aquí en EE.UU. tenemos mucho trabajo que queremos hacer, queremos realizar proyectos de educación en todo el país, eso es más que nada mi enfoque para los próximos dos años.
En lo personal, mi hijo menor ya va a empezar el colegio, el mayor ya está en la universidad así es que esos son mis grandes enfoques. Estoy muy feliz también que mi mamá se mudo de California y está aquí en San Antonio conmigo, me encanta tener a la familia un poco más cerca, aunque mi hermano todavía está en San Diego y siempre me gusta mencionar que él también ha sido muy exitoso en su carrera como abogado en San Diego.
Siempre muy agradecidos por los esfuerzos de nuestra familia y mi orgullo de ser salvadoreño en esta posición nunca se me olvida.
Fuera de la odontología, la vida del Dr. Lorenzana ha girado en torno a la preparación para los triatlones durante los últimos años. Se preparó para hacer su primer IRONMAN en 2015 en Coeur d’Alene, Idaho, así como el Triatlón Escape From Alcatraz.También ha tocado la guitarra desde que era un niño y generalmente termina su día en la oficina con treinta minutos de terapia de seis cuerdas. Otra gran afición del doctor Lorenzana es la fotografía, sin duda es un salvadoreño integral que es un ejemplo para todos para cumplir sueños. “Si usted piensa que se puede hacer algo o no se puede hacer algo, está en lo correcto. Así que si uno tiene una actitud positiva y sigue lo que uno sueña, se puede lograr”, concluyó el doctor Lorenzana.