Al menos 25 personas de las 200 entrevistadas que formaron parte de una investigación en la zona, manifestaron que padecen de la enfermedad de insuficiencia renal crónica ya diagnosticada, en el distrito de Nueva Esparta, en el municipio de La Unión Norte.
Del total de 25 casos confirmados, 15 son hombres y 10 mujeres, con edades entre 26, 50, 51 y más años.
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La enfermedad de insuficiencia renal crónica es una pérdida progresiva e irreversible de las funciones renales.
En el 2024, la Universidad Gerardo Barrios trabajó varios meses en una investigación denominada “Evaluación de los factores predisponentes de la enfermedad renal crónica”.
La investigación la desarrollaron de febrero a diciembre de 2024 y estuvo a cargo de las docentes Laura Noemi Chavarría de Cocar, del área de Ciencias de la Salud; y Patricia Yaneth Rodríguez de Castro, con el apoyo de estudiantes de enfermería y medicina.
De acuerdo con los pobladores, en la zona rural hay comunidades donde se están registrando bastantes personas con dicha enfermedad, otras que ya fallecieron y que así sucesivamente, entre vecinos, se están enterando de más y más casos.
Algunas de las familias afectadas han contado con el apoyo del Comité de Espartanos Unidos en el Exterior, para cubrir los costos de traslado y los tratamientos de diálisis o hemodiálisis; es así como el comité tomó la iniciativa de apostarle a un proyecto de prevención, para evitar que los casos vayan en aumento.
El comité inició trabajando con 40 personas, actualmente el grupo se ha reducido, porque muchos de estos pacientes ya fallecieron.
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El estudio abarcó a cuatro cantones: Honduritas, Las Marías, Monteca y el casco urbano de Nueva Esparta, donde el equipo investigador encontró que la mayoría de las viviendas son de adobe, con inodoros lavables y cuentan con abastecimiento de agua de un nacimiento, así como energía eléctrica. Además, predomina la economía informal, como la cría de aves de corral y la agricultura.
Además, el 76% de los participantes informaron que al menos un miembro de su familia padece de condiciones médicas como la diabetes, hipertensión arterial y la misma insuficiencia renal crónica.
La docente Laura Nohemi Chavarría dijo que la iniciativa surgió del comité de la diáspora, que hizo el contacto a través del Ministerio de Relaciones Exteriores; es así como empezaron a trabajar con el enfoque de buscar los factores predisponibles, donde cobran relevancia las enfermedades antes mencionadas, que pueden conducir a la insuficiencia renal crónica.
Para desarrollar el trabajo de campo tomaron en cuenta entrevistar a 50 personas de cada cantón; contaron con el apoyo de la alcaldía a través del distrito, y los promotores del Ministerio de Salud que están distribuidos en la zona.
“El comité lo que quiere es evidenciar toda la problemática de salud que está dentro de su comunidad de Nueva Esparta, para poder seguir apoyando a la población. En el estudio con las 200 personas se identificaron a 25 diagnosticado que ya están con tratamientos, pero hay más personas con factores predisponentes o con sintomatología pero aun no están diagnosticadas”, agregó Chavarría.
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Melba Meléndez, jefe de distrito de Nueva Esparta, manifestó que en diciembre de 2024 desarrollaron una jornada de salud orientada a la prevención de enfermedades como la insuficiencia renal, la hipertensión y la diabetes, como parte de un proyecto ambicioso para favorecer a la comunidad, tomando en cuenta la problemática que se está dando en el distrito, un alza de casos de insuficiencia renal.
Según la funcionaria, es determinante el trabajo y apoyo que están haciendo el comité de residentes en el extranjero y la Universidad Gerardo Barrios para generar un impacto positivo en Nueva Esparta, en cuanto a la prevención.
“El estudio va encaminado para saber qué está provocando esta enfermedad, vamos a trabajar junto al comité, la universidad y lo más importantes prevenir la enfermedad; para septiembre de este año tenemos otra actividad para concientizar a la población para que se hagan los chequeos y los hábitos de prevención”, agregó Mélendez.
La funcionaria expuso que la mayoría de las personas diagnosticadas son adultos mayores, aunque también hay muertes de jóvenes a causa de la insuficiencia renal crónica.
Juan Mata Reyes, presidente de la organización de Espartanos Unidos en el Exterior, manifestó que en Nueva Esparta es grande el número de personas con insuficiencia renal, pero consideran que, en un análisis que han hecho a nivel de territorio nacional, el problema es de impacto nacional.
Añadió que “hace cuatro años empezamos ayudar a unas pocas personas que tenían el problema y no tenían el fondo (dinero) como para poder tratarse la enfermedad, y nos dimos cuenta que el problema es más grande” en El Salvador.
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El presidente de Espartanos Unidos explicó que en ese distrito “tenemos agua potable, pero eso no significa que es agua buena; ahora, la gente que toma en los cantones la toma de las quebradas, de los pozos, de los manantiales y esa es agua que todavía no ha sido estudiada y ni ellos mismos saben qué tipo de agua toman”.
El representante del grupo de apoyo en el exterior concluyó que el programa consiste en ayudar a los adultos mayores que no tienen quien les atienda, así como a las personas con diabetes o insuficiencia renal.
En el hogar de Esteban Maldonado, en el cantón El Portillo, hace seis años que a su esposa María Salmeron, de 50 años, le diagnosticaron insuficiencia renal; se encuentra en tratamiento en el sector privado. Hasta el momento, la familia desconoce los factores que le provocaron dicha enfermedad.
Maldonado dijo que desde que a su pareja le confirmaron la enfermedad, empezaron a hervir el agua para beber.
“Primero tomábamos agua que viene directamente de un nacimiento, nadie la está tratando y en la parte de arriba hay trabajos agrícolas y quizás los químicos vienen a dar ahí; desde que le dijeron a ella que tenía eso, empezamos a hervir el agua para tomarla”, narró.
Trabajarán con los 25 casos confirmados
El proyecto para este 2025 estará orientado a trabajar directamente con las 25 personas ya confirmadas con insuficiencia renal, para mejorar su calidad de vida mientras sobrellevan la enfermedad, tomando en cuenta que el estudio aportó que la población practica mucho la automedicación y no hace actividades de autocuidado y muy pocos conocen de la enfermedad renal crónica.
La docente Laura Noemi Chavarría destacó que identificaron un conocimiento bajo sobre en qué consiste la enfermedad, sus signos y síntomas de alerta, lo cual puede producir un diagnóstico tardío y que los casos se agraven.
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“Este año vamos a trabajar en un estudio cualitativo con los 25 casos que tenemos identificados del año pasado, pero nuevamente vamos a recoger información para saber si hay más casos o que ya no están porque fallecieron”, agregó Chavarría.
Mata Reyes, como presidente de Espartanos Unidos en el Exterior, explicó que junto al consulado salvadoreño en Houston están logrando trabajar con una universidad de ese estado, y en El Salvador con la Universidad Gerardo Barrios, con la idea de que para este año extender el programa a nivel de todo oriente. Por ahora, siguen enfocados en Nueva Esparta, porque el problema es grande.
“Vamos a seguir trabajando con el programa más profundo para tratar directamente con estas 25 personas para orientarlas, educarlas y poder lograr en ellos un cambio en la forma de alimentación y cuidados”, agregó Mata Reyes.
Una de las recomendaciones que lleva el informe técnico es que se puedan implementar proyectos comunitarios que mejoren el acceso a agua potable, fortalecer esa infraestructura básica, porque en algún momento esto puede ser un predisponente para su calidad de vida.
Laura Noemi Chavarría, docente.
Uno de los problemas que existe es el agua que toma la gente y la falta de concientización y educación de cómo cuidar nuestra salud.
Juan Mata Reyes, comité Espartanos Unidos en el Exterior.