Luego de que el ministro de Educación, Mauricio Pineda, expusiera brevemente esta semana que estudian extender el bachillerato general de dos años a tres, los representantes de algunos especialistas educativos y gremios ven la medida como algo que sería positivo, pero también exponen que no debe ser algo aislado.
El doctor Óscar Picardo, especialista educativo, sostiene que ampliar el número de años de estudio en Educación Media será algo beneficioso “siempre y cuando se arme una oferta curricular flexible para la habilitación laboral del estudiante y que también se reforme la educación superior”.
Según indica, en la actualidad “la mayoría de los países desarrollados y miembros de la OCDE tienen un sistema de educación media equivalente a K12 o bachillerato de 3 años.Igualmente, los colegios bilingües o internacionales son K12 o bachillerato de 3 años”.
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¿Qué implica un modelo flexible? Picardo Joao explica que en este caso el sistema debe operar de forma tal que el estudiante pueda ingresar y salir sin generar retrasos; que además cada alumno pueda armar su plan curricular o de estudios en función de sus necesidades. Citó, por ejemplo, que un alumno de La Libertad tiene necesidades laborales distintas, lo mismo el que vive en Morazán y Ahuachapán.
Sin embargo, el investigador educativo también deja claro que la extensión de los años de estudio debe estar basado en un diagnóstico de ese nivel educativo, tener una justificación.
Tras esa consideración subraya que elevar los años de estudio tiene como ventaja que los estudiantes al culminar sus estudios de Educación Media tengan “mayor madurez para elegir programas universitarios; (también) desventajas, como el hecho de que se vuelve más costoso para el Estado y retrasa la habilitación laboral”.
Y es que según expone: “En El Salvador, por la situación socioeconómica, muchos jóvenes tienen que trabajar y abandonan el sistema educativo; de hecho, del 40% que termina educación media menos del 20% ingresa al nivel superior”.
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Javier Hernández, presidente de la Asociación de Colegios Privados de El Salvador, coincide con Picardo en que si se produce ese cambio en el número de años en bachillerato esto debe responder a buena planificación, pues a su criterio eso no se puede llevara cabo utilizando la misma currícula vigente en el bachillerato de dos años, sino que requerirá renovarla y dejar atrás, de nuevo, los recientes cambios que ha sufrido la currícula en este nivel.
Hernández apunta que también será necesario modificar el plan de estudio, pero en todo caso los primeros que tienen que ser consultados y capacitados de cara a estos cambios son los profesores activos y los que están en formación en los centros universitarios.