En cuatro años de gobierno del presidente Nayib Bukele, se han ido cumpliendo las palabras de advertencia que hicieran el exdirector de la División de las Américas de Human Rights Watch, Miguel Vivanco, y la exembajadora de los Estados Unidos en El Salvador, Jean Manes, de que el mandatario salvadoreño sigue el “mismo libreto” que usaron para perpetuarse en el poder, el expresidente fallecido de Venezuela, Hugo Chávez y Daniel Ortega, en Nicaragua.
Este año pareciera que culminarán los visos de hacia donde se dirige el país, los cuales se comenzaron a observar en los primeros tres años del gobierno. El más evidente fue el 9 de febrero de 2020, con la incursión del Ejército al Salón Azul de la Asamblea, teniendo como preámbulo denuncias de persecución policial en contra de diputados de partidos políticos, ahora de oposición.
El último año de gestión de Bukele ha servido para ordenar a la Asamblea aprobar leyes con el objetivo de ocultar los gastos en la administración pública y para cambiar las reglas electorales al antojo del Ejecutivo en el momento que él desee.
10,000
Millones de dólares ha aprobado la Asamblea oficialista, dando luz verde al gobierno de Bukele para endeudar a El Salvador con esa cantidad.
También han arreciado sus críticas a todo el que cuestione sus políticas de gobierno y se han elevado de tono los desaires a la comunidad internacional y al mismo gobierno de Estados Unidos, por sus llamados de atención ante las violaciones cometidas en el régimen del excepción.
Las dispensas de trámite, es decir, obviar el proceso de formación de ley que establece el Reglamento y la Constitución, han pasado a segundo plano o en el peor de los casos a aprobar leyes de gran impacto en cuestión de horas, sin los análisis respectivos.
De esa forma, la Asamblea oficialista ha dado luz verde para que el gobierno endeude al país con más de $10,000 millones. Los diputados electos el 1 de mayo de 2021, se han vuelto solo “tramitadores” de todo lo que llega desde Casa Presidencial, han criticado los partidos opositores.
Durante los dos primeros años de legislatura de Nuevas Ideas, se contabilizan más de 300 iniciativas de ley de “urgencia”, más de la mitad de ellas han sido por petición de Bukele.
300
Es el número de iniciativas que los diputados de Bukele han
avalado con “urgencia”, sin discusión previa
De forma exprés han legalizado el espionaje sin la orden de un juez, a través de reformas a la ley de Escuchas Telefónicas, coartaron libertades ciudadanas y violan derechos humanos con el régimen de excepción, blindaron a los funcionarios públicos para no rendir cuentas a través de la “Ley Alabí”, entre otras, y también han puesto candado a los gastos públicos para que no se conozcan, mediante cambios a la Ley de Acceso a la Información Pública y leyes como la de Compras Públicas, para evadir el control de la Corte de Cuentas, entre otras situaciones.
También hicieron reformas penales para meter miedo en su intento de callar a las voces disidentes y censurar a los medios de comunicación.
Analistas, abogados constitucionalistas y partidos opositores, han puesto el dedo en el renglón, de que El Salvador avanza hacia un gobierno de corte “autoritario dictatorial”.
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El uso político de la Fuerza Armada se comenzó a observar desde la pandemia en 2020 y ha llegado a su plena manifestación con el régimen de excepción, desde hace más de un año que entró en vigencia.
La cooptación de todos los Poderes del Estado se han ido alineando. El gobierno a través de sus diputados ha eliminado instituciones clave de contrapeso a la retórica del gobierno y creado otras que dependen directamente de la Presidencia, incrementando el gasto público y la burocracia.
El intento de permanecer en el poder del Ejecutivo se vio más claro desde la resolución de septiembre de 2021 de los magistrados de la Sala de lo Constitucional “impuestos” por los diputados de Bukele desde el 1 de mayo de ese año, de validar la reelección presidencial inmediata, pese a ser inconstitucional.
Tras obtener el control mayoritario de la Asamblea y hacerse del poder en el Órgano Judicial, Bukele mostró una de las cartas del “juego de ajedrez” del que tanto se jacta en la búsqueda del poder total de forma permanente en 2024.
El 15 de septiembre de 2022, Bukele anunciaba en cadena de televisión que se postulará de nuevo al cargo de Presidente de la República en los comicios del próximo año, aún cuando la Constitución prohíbe que sea de forma consecutiva.
175
Según el sitio web legislativo, son dictámenes
aprobados de forma exprés por iniciativa de Bukele.
Diputados de la oposición y especialistas alegan que la Ley del Voto electrónico en el Exterior, diseñada desde Capres, que sumará solo los votos a diputados para el departamento de San Salvador y deja de lado las elecciones para alcaldes, es una forma de favorecer al partido oficialista.
Esto, más la amenaza que se cierne sobre todo funcionario de ser encarcelado si pone trabas a cualquier candidatura que “cumpla con los requisitos”, son componentes de ese libreto que han seguido los “dictadores” no solo de América Latina, también de Europa, a través de infundir la “cultura del miedo”.
Tras la destitución de los magistrados de la Sala, Bukele continuó con la purga de los jueces que le resultaban “incómodos”, cooptando así al Órgano Judicial, el mismo que ahora carece de imparcialidad para hacer justicia a los detenidos “arbitrariamente” por el régimen de excepción, según denuncias de abogados constitucionalistas y de organizaciones de la sociedad civil.
Con el control del Ejecutivo, de la Asamblea y de la Corte Suprema de Justicia, a Bukele le ha resultado fácil legislar desde la silla presidencial, enviando a sus diputados las leyes que deben aprobar, sin demora y sin cuestionamientos.
Control de los poderes del estado
Elecciones de 2021 le dan la mayoría legislativa a nuevas ideas | Desmantelamiento de la sala de lo constitucional | Busca la reelección presidencial inmediata |
El partido oficialista logra en los comicios de 2021, hacerse del control mayoritario en la Asamblea Legislativa. Esto implica que Nuevas Ideas no necesita de diálogos ni del consenso de los otros partidos para aprobar nuevas leyes, reformar las vigentes, avalar el presupuesto del Estado, préstamos, traslados de dinero entre carteras de Estado y reformas a la Constitución de la República. Pero, además, cuenta con los votos de sus aliados políticos en la Asamblea, que son GANA, PCN y PDC, con cuyos votos han logrado la mayoría “calificadísima “ para extender el régimen de excepción, suspendiendo garantías ciudadanas por más de un año. | El primer acto legislativo que hicieron los diputados del presidente Nayib Bukele, fue destituir a los cinco magistrados de la Sala de lo Constitucional y al fiscal general de forma “ilegítima”, según denunciaron en su momento abogados constitucionalistas. Este primer hecho fue la puerta a la depuración del Órgano Judicial de los jueces que al Ejecutivo le parecían que no estaban alineados a su gobierno. Según los expertos ahora la Corte Suprema de Justicia carece de “imparcialidad” ante las graves “violaciones a derechos humanos” cometidas en el régimen de excepción. | El 15 de septiembre de 2022, Bukele anunció que se postulará de nuevo al cargo de presidente de la República, ignorando al menos seis artículos de la Constitución que la prohíben, sin embargo, el vicepresidente de la República, Félix Ulloa, ha hecho varias interpretaciones sobre ese punto. Ambos decían anteriormente que la reelección no está permitida en El Salvador, pero ahora que están en el Poder, Ulloa dice que sí se puede. Que hay un “artículo escondido” en la Constitución que lo dice, mientras que en la Asamblea, los diputados de Bukele han aprobado reformas electorales que aventajan al gobierno y a Nuevas Ideas en las elecciones de 2024. |