Afirmando que El Salvador cerró el lunes 12 de septiembre con cero homicidios, el presidente de la República, Nayib Bukele, reaccionó a los congresistas “de otro país” que criticaron las violaciones a derechos humanos que se están cometiendo en El Salvador a raíz del régimen de excepción.
Aunque Bukele no se refirió directamente a los congresistas estadounidenses que este lunes lanzaron fuertes cuestionamientos sobre los vejámenes cometidos bajo el régimen de excepción; sí expresó que son “congresistas de otro país”.
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Por ejemplo, Jim McGovern, congresista demócrata y moderador de la audiencia que se realizó este 12 de septiembre ante el Comité de Derechos Humanos del Congreso de Estados Unidos para evaluar la grave situación de derechos humanos en El Salvador; dijo que el régimen de excepción si bien es una medida popular, esto no implica que sea efectiva y que todo se realice bien.
Consideró que sacrificar la democracia para obtener victorias en materia de seguridad “es miope, peligroso y llevará a un futuro que los salvadoreños no quieren ver”.
Scott Busby, del buró de Democracia y Derechos Humanos del Departamento de Estado, señaló que es urgente derrotar a las pandillas, pero que el régimen de excepción no es una “solución sostenible”.
En la audiencia participaron representantes de organizaciones como Cristosal, de la Fundación para el Debido Proceso, quienes dieron cuenta de miles de denuncias recibidas que conducen a un claro “patrón de violaciones a los derechos humanos, detenciones arbitrarias y masivas, violaciones al debido proceso, tratos crueles y tortura”.
Amnistía Internacional ha revelado que han muerto 73 personas bajo custodia del Estado; el Observatorio de Derechos Humanos de la Universidad Centroamericana “José Simeón Cañas” (UCA), da cuenta de al menos 306 casos de tortura.
Sin embargo, para el mandatario salvadoreño lo que el gobierno ha denominado como “Guerra contra las pandillas” cuenta con el 95% de aprobación de la ciudadanía.