Según la Constitución de El Salvador, la reelección presidencial no está permitida, de hecho lo establece en al menos seis artículos diferentes. incluso sanciona con la pérdida de derechos de ciudadano a todo aquel que promueva la continuidad del Presidente de la República en el poder.
Nayib Bukele estaba consciente de esta prohibición cuando aún era alcalde y defendía la Constitución, lo estaba al momento de tomar posesión como presidente de El Salvador, el 1 de junio de 2019, y estaba consciente de ello al momento de jurar cumplir y hacer cumplir la Constitución. Tres años en el poder bastaron para que el presidente Bukele cambiara de opinión.
En una entrevista televisiva, a un medio nicaragüense, en 2013, Nayib Bukele explicaba que la reelección no era permitida en el país y hacía énfasis en la importancia de la alternancia en el poder.
“La Constitución no permite que la misma persona sea presidente dos veces seguidas, puede ser presidente 80 veces si quiere pero no seguidas, entonces, eso es para garantizar que no se mantenga en el poder y que él ocupe su poder para quedarse en el poder”, dijo Bukele. Entonces tenía 32 años y era alcalde de una pequeña ciudad.
Las palabras dichas por Bukele, hace nueve años, contrastan con sus acciones del presente, pues para cerrar el aniversario 201 de Independencia, el presidente anunció que correrá por un nuevo periodo en el poder.
“Anuncio al pueblo salvadoreño que he decidido correr como candidato a la presidencia de la República en 2024. Para que podamos continuar este camino que hemos iniciado, el camino que por primera vez en nuestra historia ha demostrado ser el correcto”, dijo en cadena nacional, mientras los diputados y funcionarios del partido oficialista celebraban el anuncio.
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En su discurso, Bukele aseguró que tras “la nueva configuración de la institucionalidad democrática” en el país, ahora sí era posible la reelección, haciendo referencia a la sentencia emitida por la Sala de lo Constitucional, luego de ser impuesta por oficialismo, en la que se hizo una reinterpretación de la prohibición a la reelección y abría la posibilidad para un segundo mandato consecutivo.
Los tres años de Gobierno de Bukele han estado marcados por actos antidemocráticos, violaciones de derechos humanos, nepotismo y actos de corrupción.
Desde el inició de su gestión fue haciendo el camino para mantenerse en el poder. El primer paso fue la destitución de magistrados de la Sala de lo Constitucional y la destitución del Fiscal General de República, Raúl Melara. El camino antidemocrático terminó de consolidarse el 15 de septiembre de 2022, con el anuncio de su reelección.
Durante la mañana del mismo 15 de septiembre, miles de personas salieron a protestar a las calles en contra del Gobierno. Una de las exigencias fue la no reelección del presidente, sin embargo, tanto los funcionarios de Gobierno como el mismo Bukele han minimizado las marchas y consignas de descontento de la población.
Por la noche Bukele, ignorando las exigencias de las marchas y a la Constitución dijo: “¿por qué debería estar el pueblo obligado a desechar el camino que lleva si funciona?”, el Nayib Bukele de hace nueve años le habría respondido: “sí él sale del poder y regresa es porque el pueblo lo quería traer de regreso. En El Salvador, un presidente no se puede reelegir”.