Hay preocupación entre las 18 a 20 organizaciones de la sociedad civil del país que participan en la Mesa Permanente para la Gestión de Riesgos en El Salvador, la cual se encarga de ayudar a la población a coordinar esfuerzos en situaciones de emergencia, como tormentas, terremotos, inundaciones y otras calamidades que el país enfrenta.
Una representante de esta Mesa conversó con El Diario de Hoy y expresó que esta preocupación nace de cómo el Gobierno camina cada vez más a instalarse como una dictadura, donde el poder está acumulado en la figura del presidente Nayib Bukele, con menos espacio de participación libre de la ciudadanía organizada, y más en el marco del régimen de excepción.
¿Cómo ven a futuro que se siga extendiendo el régimen de excepción?
No se ve al corto plazo que vaya a llegar a su fin el régimen de excepción.
A lo mejor en febrero, después de que las elecciones pasen; si soy franca, muchas de las organizaciones estamos esperando que posterior a eso vengan los cierres de las organizaciones como tal. Porque sería ya consolidada una dictadura.
¿Por qué consideran que se darán estos cierres?
Estamos pensando que esto no va a parar, sino que va a tener otro tipo de consecuencias. Ya hay algunos memorándums que dicen que no se puede trabajar con las organizaciones, que no se debería trabajar con las organizaciones.
Puedes leer | Cristosal registra 946 víctimas de desplazamiento forzado en el régimen de excepción
¿Qué tipo de memorándums?
Son memos dirigidos al Ministerio de Educación. No sabemos si son reales, pero nos han llegado, donde nos dicen que el Mined central indica que ya no debe trabajarse con las organizaciones, ni darles entrada.
Entonces, ¿temen que una reelección de Bukele conduzca al cierre de sus operaciones como oenegés?
En concreto, aún no lo tenemos claro, pero sí con franqueza, estamos esperando que puede ser que ya en enero, algunas organizaciones que toque renovar las credenciales, no nos las van a entregar. Creemos que eso puede suceder, que pase un poco similar al o que pasó en Nicaragua, que empiece con un oleaje de organizaciones que están ubicadas más en primera línea.
¿Cuáles organizaciones?
Como Cristosal, Fespad, que puedan ser las primeras, pero el resto no vamos a escapar de esa oleada. Estas dos han estado a cargo de denunciar las violaciones de derechos humanos ante el régimen de excepción, son de las que están en primera línea de fuego del ataque del gobierno central. Eso es lo que se vislumbra.