El gobierno actual usa “cortinas de humo” para alterar la percepción de la población sobre lo que se está viviendo en un determinado momento y que le afecta, dicen una diputada y un abogado, que es el mecanismo usado por el gobierno salvadoreño para desviar la atención de los problemas que le pueden generar un desgaste político- electoral.
“Es una estrategia política que usan los gobierno tanto en El Salvador, como en el extranjero, de tirar una cortina de humo, para desviar la atención de la ciudadanía de temas que sí son relevantes y que le generan molestia a la población y que pueden terminar en señalamientos al gobierno”, manifestó Eduardo Escobar, director de Acción Ciudadana.
Según dijo, es la manera de tratar de desviar la atención de la gente de cualquier problemática que le pueda ocasionar al gobierno una desmejora en su imagen pública y en el nivel de aprobación que tiene.
Además, de evitar el costo electoral de la situación que ha generado el descontento ciudadano y volcar la opinión pública hacia otro lado que le favorezca al Ejecutivo.
También, es una especie de improvisación ante la falta de políticas públicas permanentes que el gobierno no aplica, por las cuales podría quedar en entre dicho con la ciudadanía, por lo que busca modificar lo que las personas ven sobre una determinada crisis gubernamental, abonó la diputada de VAMOS, Claudia Ortiz.
Sin embargo, consideró que a pesar del manejo de la agenda política y las conversaciones en redes sociales bajo el control del aparato gubernamental, la ciudadanía siempre busca tener información que le permita generar una opinión propia y no impuesta de lo que pasa.
“Al final, la realidad se impone, es cuando queda en evidencia que hay improvisación de lo que debería de ser una política pública, no puede ser que los videos comerciales sean la política pública, tiene que haber un plan, así se debe generar una alternativa”, soslayó Ortiz.
Ejemplo de lo anterior se observó recientemente con los estragos causados por las lluvias derivadas de la tormenta Bonnie a su paso por el país.
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El gobierno reaccionó después de que las precipitaciones dejaron afectaciones en colonias que ya están identificadas de riesgo ante ese tipo de fenómenos climáticos.
Ante las críticas de la población sobre la falta de preparación del gobierno, ya que también la unidad de emergencia del Hospital Rosales se inundó y otros centros médicos del ISSS; el Ejecutivo emprendió una campaña en contra de una empresa acusándola de haber contaminado con sustancias químicas un afluente de agua en San Salvador.