Con los anuncios del presidente Nayib Bukele, realizados en la Asamblea el 1 de junio, queda demostrado que el mandatario salvadoreño tiene “temor” de perder alcaldías y la mayoría calificada en la Asamblea en las próximas elecciones , afirmaron ayer dirigentes de partidos de oposición y expertos electorales.
“Ayer (1 de junio) hemos sido testigos de la intención de seguir concentrando todo el poder, todo mínimo de independencia que la ley establece a los órganos fundamentales del Estado”, sentenció el secretario del FMLN, Óscar Ortiz, en rueda de prensa.
La propuesta que Bukele presentó en el Congreso para reducir de 262 a 44 los municipios y de 84 a 60 los diputados no pretende ahorrarle recursos al Estado, como Bukele justificó en su discurso a la Nación, sino que es una forma de torcer las normas electorales para inclinar la balanza a favor del partido en el gobierno, afirmaron los especialistas consultados por El Diario de Hoy. Esta posición la sostienen también dirigentes de los partidos opositores y el integrante del movimiento Sumar, José Marinero.
“Yo creo que es una reforma inconsulta, apresurada, ocho meses antes de las elecciones, tiene todas las señales de ser una reforma intencionadamente orientada a modificar las circunscripciones electorales y crear condiciones favorables para la propuesta oficialista”, señaló Marinero ayer en la entrevista matutina de TCS.
En ese mismo espacio de entrevista, el vicepresidente de la República, Félix Ulloa, dijo desconocer lo que Bukele presentó en la Asamblea, pese a que desde hace varios meses venía diciendo que era un plan diseñado por el Ministerio de Gobernación.
El miedo del gobierno de perder municipalidades, debido a la concentración que hizo el Ejecutivo de los fondos que las alcaldías recibían de los impuestos del Estado anualmente, los ha llevado al extremo de justificar una medida inconsulta y sin una base sólida de medición, concuerdan diputados opositores y expertos electorales.
“El trasfondo de esto no es disminuir fondos, si la intención fuera eso, lo primero que tendrían que revisar es lo que cuesta la Dirección de Obras Municipales (DOM) o lo que cuesta la propaganda gubernamental; simplemente es concentrar el poder y creo que eso evidencia el temor que tiene el Régimen, en este caso, el gobierno y particularmente el presidente de la República, del ridículo que puede hacer a nivel internacional ante la pérdida de alcaldías”, manifestó la experta electoral Ruth López.
En tanto, la diputada Claudia Ortiz, de VAMOS, apunta que la experiencia de haber quitado el Fondo para el Desarrollo Económico y Social de los Municipios (FODES), y de implementar el modelo de la DOM, ha sido un “fracaso rotundo en la inversión pública en los municipios”, algo que a su juicio, cobrará factura al Ejecutivo. Dijo que eso es lo que pretenden evitar en las elecciones de 2024.
“La gente se queja en los municipios, especialmente aquellas que están más alejadas de los centros de generación económica, que siguen abandonados, que las calles siguen sin estar reparadas en aquellos lugares en que se sienten aún olvidados”, expresó Ortiz.
López añadió que la disminución de los municipios reduce la cercanía de la población a los servicios básicos.
Al respecto, Bukele aseguró en su anuncio que, si bien algunas localidades estarán agrupadas en distritos, eso no implica bajar la carga tributaria de los ciudadanos, es decir, la gente seguirá pagando sus tasas municipales e impuestos igual, aunque habrá menos alcaldías y se supone que menos gasto.
La propuesta oficial de reducir los municipios no se conoce públicamente, pero ayer circuló un documento que retomó Diario El Mundo, en donde aparecen como estarían distribuidos los 44 municipios. Por ejemplo, en Ahuachapán, los 12 municipios que lo componen estarían divididos en 3 distritos; San Salvador con sus 19 municipios podría quedarse circunscrito a 5 distritos: San Salvador Norte, Oeste, Este, Centro y Sur, agrupadas en la capital, Ayutuxtepeque, Mejicanos, San Marcos, Santo Tomás y Santiago Texacuangos, por ejemplo.
Sin embargo, hay otra distribución que se conoció ayer en una publicación del periódico digital El Faro, en el que Ahuachapán estaría representado solo por la cabecera departamental, Jujutla y San Francisco Menéndez; y San Salvador lo integraría la capital, Apopa, Ilopango y Soyapango.
La falta de información de cómo sería la distribución es un atenuante que genera más sospechas en los expertos electorales de que el objetivo del gobierno es trasladar poblaciones de donde sí tienen apoyo a otras donde no. Además, subrayan las graves implicaciones que una medida de esta naturaleza traerá a El Salvador, no sólo en lo electoral, sino también en los aspectos económico y social.
Con la reducción de diputados de 84 a 60 la situación es similar, según expresó el director de Acción Ciudadana, Eduardo Escobar.
Para Escobar, el principal problema lo tendrían los partidos en sus elecciones internas y, si fuera el caso que las culminaron, sería más difícil para poder determinar qué mecanismos van a usar para eliminar las planillas que ya se hayan inscrito. “Habría un problema legal que tendrían que resolver los partidos, de cual planilla presentarán al TSE a la competencia”, manifestó.
Añadió que al modificar la cantidad de diputados provocará un cambio en la fórmula electoral, que aunque no lo anunció Bukele, las reformas apuntan hacia eso, concentrando así en el partido Nuevas Ideas, hasta el 80% de los diputados, configurándose un sistema de partidos con un partido hegemónico, seguido de un encarecimiento del costo de cada diputado, haciendo más inalcanzable para los partidos minoritarios conseguir una diputación en la Asamblea.
López explicó que se producirá un efecto de “sobre representación” para unas circunscripciones o departamentos y de “subrepresentación” para otros, a partir de que hay límites constitucionales, unos establecidos jurisprudencialmente y otros por la propia Constitución.
“En un caso, que son tres el mínimo de diputados establecidos por departamento, y esto impacta en que hay circunscripciones departamentales que, según su población en virtud del censo de 2007 actualizado a 2009 podrían tener tres diputados cuando realmente les correspondería menos cantidad”, explicó López.
Por ejemplo, el caso de San Salvador citó la experta, en donde les corresponde tener cierto número de diputados y que podría llegar a tener menos a partir de que tengan que trasladarle diputados a otro departamento que solo le correspondería 1 o 2. “Eso produce un efecto directo sobre la representación de la ciudadanía”, afirmó.
Todo esto implicaría que el Tribunal Supremo Electoral tendría que hacer un reajuste del Registro Electoral y con el tiempo que resta de aquí a las elecciones -8 meses-, la situación es compleja y delicada.
El Diario de Hoy consultó a los magistrados del TSE sobre la propuesta del gobierno, pero ninguno contestó, pero una fuente interna del Tribunal dijo que ni los funcionarios saben cómo van a hacer.