El Salvador dio un paso gigante en el proceso democrático al permitir a Nayib Bukele, actual presidente de El Salvador a reelegirse, cuando la Constitución de la República lo prohíbe, señala Napoleón Campos, un experto en temas internacionales.
Campos agregó que la comunidad internacional está atenta al desarrollo de las elecciones y su resultado, puesto que se estaría eligiendo a un candidato ilegal que avaló el Tribunal Supremo Electoral.
Previamente catorce senadores de Estados Unidos enviaron una carta al Secretario de Estado, Antony Blinken, donde se externó su preocupación por un panorama de “retroceso democrático” y la violación a derechos humanos en El Salvador.
En el marco de la reelección del mandatario salvadoreño los firmantes recalcaron el quiebre democrático impuesto desde 2022 con el régimen de excepción, seguido de otras acciones cuestionables como el arresto en contra del exembajador Rubén Zamora, quien ha sido critico de las políticas de la administración actual.
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“La democracia ya terminó en El Salvador, la democracia quedará viva entre la ciudadanía, entre las organizaciones, los gremios, los sectores sociales y que vienen marchando desde el 15 de septiembre de 2021 y la democracia quedará viva en función a lo que el Estado de El Salvador, no un gobierno ni este ata con tratados, convenios y con la comunidad internacional” declaró Campos a El Diario de Hoy.
Para el experto en políticas internacionales el reto ahora se concentra en el reconocimiento que los resultados de las elecciones pueden tener entre el resto de las naciones, tomando en cuenta el marco de acciones irregulares y la violación a la Constitución.
“Está muy difícil que lo reconozcan internacionalmente como gobierno legitimo y legal de El Salvador por parte de congresistas y gobiernos de los países aliados”, agregó Campos.
Tomando en cuenta este escenario el experto señaló tener información calificada que apunta “los gobiernos de países democráticos se la van a pensar dos veces si lo reconocen”.
En este mismo contexto el director ejecutivo de Alianza Américas, Oscar Chacón, cuestionó la forma en la que el mandatario se ha hecho del poder argumentando que “desde su llegada al Ejecutivo, el grupo de poder de Bukele ha tomado cada vez más control de las instituciones del Estado: el Órgano Legislativo (Asamblea Legislativa), el Órgano Judicial (Sala de lo Constitucional), la Fiscalía General de la República, el Tribunal Supremo Electoral, etc” sumado a esto “se prevé ahora que, a razón de una mayor concentración de poder, las elecciones municipales del próximo 3 de marzo, seguramente producirán un control absoluto del poder del Estado por parte de Nuevas Ideas, el partido oficial”, señaló.
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Chacón reconoce que la sociedad salvadoreña aspira a vivir libre de violencia, pero “la neutralización de la violencia pandilleril ha sido exitosamente explotada para conseguir el apoyo ciego de la población al gobierno actual. Sin embargo, los desafíos más trascendentales de El Salvador van mucho más allá de eso”, afirmó a través de un comunicado.
Mientras tanto la población salvadoreña continúa enfrentándose al bajo nivel de bienestar social en el que se incluye educación, salud y vivienda, en medio de una economía débil sin un mercado laboral que pueda ofrecer salarios dignos, como agravante se encuentra la carencia de leyes tributarias que garanticen la recaudación justa y equitativa así como el continúo endeudamiento de la nación.
“La estrategia de gestión política y electoral centrada en la movilización exitosa del miedo, ocupada hasta ahora, tendrá que ser reemplazada por políticas públicas que deberían ir revelando cuán cierto es el compromiso del grupo actualmente gobernante por transformar El Salvador en un país verdaderamente próspero y democrático que garantice el bienestar de todas y todos los salvadoreños”, concluyó.