A ambos costados de la larga calle que atraviesa los cantones La Danta y Las Chinamas, en el municipio de Ahuachapán, se ven casas con paredes derrumbadas o extensas grietas , techos dañados y tejas quebradas en el suelo.
Aunque ya pasaron días desde el mayor sismo ocurrido el domingo pasado, los pobladores aún acampan afuera de sus casas debido a que los temblores continúan. El reporte de ayer temprano contabilizaba más de 400.
Para los Martínez Castro, lo más difícil han sido las noches frías, en las cuales la prioridad es abrigar y cuidar a los niños, lo que se convierte en un reto porque las sabanas no alcanzan para que se cubran los seis miembros de la familia.
“Me da sentimiento cuando mi hija de 3 años me pide entrar a la casa, ella no entiende que es peligroso”, comentó Ronald Martínez de 38 años, quien pide algún tipo de ayuda para rehacer su vivienda o de víveres.
Muchos de los habitantes de ese sector recuerdan con viveza el terremoto del año 2001 y coinciden que ahora fue más impactante por el daño que causo a sus viviendas.
A Miriam Delmy Castro de Soto, de 59 años, el sismo del domingo le recordó al terremoto del año 2001, con la diferencia de que en esa ocasión no se derrumbó su casa.
“A mi esto me afecta mucho. Tanto esfuerzo de años, pero Dios sabe porque pasan las cosas”, manifestó de Sorto.
Algunas casas, cuyas paredes se dañaron desde la base, fueron derrumbadas por el Ministerio de Obras Públicas (MOP).
Víctor Ortiz Castro estaba solo en su casa cuando ocurrió el temblor. “Se cayeron dos paredes, una me alcanzo a rozar”, comentó.
La casa de Víctor fue demolida. Según comentó, funcionarios del Ministerio de Obras Públicas y el de Vivienda le han prometido rehacer su casa, solo que en esta ocasión no será de adobe, sino de bloque y cemento, con medidas de 5 X 7.
Imágenes de la destrucción en cantón La Danta, el más golpeado por sismos en Ahuachapán
La promesa del gobierno se ha esparcido por todo el cantón, es de lo que hablan los lugareños. Quienes además exponen que las autoridades solamente brindarán los materiales de construcción, pero no la mano de obra.
Los habitantes del cantón La Danta siguen durmiendo fuera de sus casas, con la esperanza puesta en que pronto la actividad sísmica disminuya.
Centro escolar dañado
Pocos minutos después del temblor del domingo, en redes sociales se viralizó las imágenes del Complejo Educativo General Fabio Moran, de Las Chinamas, cuyo extenso muro se desplomó. Esa fue la primera foto que ilustró la magnitud de lo ocurrido.
Según personas que viven cerca del centro educativo, las autoridades llegaron esa misma noche para retirar los escombros del lugar. Actualmente aún se encuentran trabajando en el área derrumbada.
El padre de un alumno de ese centro educativo comentó que el muro fue construido por alumnos del complejo educativo hace varios años. “En algún momento iba a pasar”, se resignó
Albergues
En los alrededores hay varios albergues. Los más utilizados son los de la casa comunal de Las Chinamas y de la colonia La Roca. Éste último tiene capacidad para 100 personas, pero por el momento es usado por 29 personas del cantón Tahuapa y el cantón La Danta.
Rosa Delma y su nuera, Jasmín Rivera, están en ese lugar desde el día domingo, tras perder absolutamente todo.
“El muro cayó encima de todo, solo tenemos lo que andamos encima”, comentó Rosa.
En otro extremo del albergue están Jesús García y Candelaria Castro, ellas son vecinas y ambas perdieron sus casas. “De milagro logramos salir con bien”, dijo doña Jesús.
Las personas en el refugio aún están tristes por perder sus viviendas, pero se sienten optimistas ya que nadie salió herido de gravedad.