El Mapa de Embarazos en niñas y adolescentes, El Salvador 2023, del Fondo Poblacional de Naciones Unidas (UNFPA) señala que los 10 municipios con la tasa más alta de embarazos en niñas y adolescentes durante 2022 son Caluco, Nahuilingo, San Antonio del Monte y Acajutla, en el departamento de Sonsonate; Tacuba, San Francisco Menéndez y Guaymando, en Ahuachapán; Tecoluca, en San Vidente; San Jorge, en San Miguel, y San Luis La Herradura, en el departamento de La Paz.
Por el contrario, entre los que registran una tasa menor están Antiguo Cuscatlán y Huizúcar, en La Libertad; Santo Tomás, Ciudad Delgado, San Marcos, Ilopango, Mejicanos San Martín, en San Salvador; Santiago Texacuangos, en La Paz y Lolotique, San Miguel.
El estudio concluye que en 78 municipios a nivel nacional, durante los últimos cuatro años, la tasa se ha mantenido por encima del promedio nacional. La mayoría están en la zona occidental y oriental del país y en el litoral salvadoreño
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En 2022 Ahuachapán (28.9) y Sonsonate (26.8 ) figuraban como los dos departamentos donde se concentra la tasa más alta de niñas y adolescentes embarazadas por cada mil.
Cabe señalar que los embarazos a temprana edad representan un mayor riesgo obstétrico y para la salud de los hijos de menores de edad. Del total de embarazos registrados el 26.2% experimentaron pérdida fetal o se enfrentaron al nacimiento de un hijo muerto, uno de los riesgos del embarazo en adolescentes. El 6.5% tuvieron hijos prematuros y el 10.5% fueron niños con bajo peso al nacer.
Otra de las consecuencias ante un embarazo temprano es la inasistencia escolar, situación que afectó al 95.2% de las adolescentes embarazadas, mientras que el 89.3 % cursaron algún grado con sobre edad.
Más del 80% adolescentes embarazadas nunca fueron a la escuela o cursaron solo algún grado de primaria
El bajo nivel de escolaridad y la pobreza están intrínsecamente relacionados a los embarazos en niñas y adolescentes, de ahí una de las principales recomendaciones del organismo internacional a reducir “de forma acelerada el número niñas y adolescentes que nunca han ido a la escuela, que se ven obligadas a abandonar sus estudios o que no tienen acceso a oportunidades de educación.
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En 2021, el 85.3% de las adolescentes de 15 a 19 años embarazadas que han tenido además una experiencia de unión conyugal temprana tienen un bajo nivel de escolaridad, es decir, nunca fueron a la escuela o solo llegaron a cursar algún grado de educación primaria. Mientras que el 73% tienen logros educativos intermedios y altos, es decir cursaron algún grado de educación secundaria y superior
En 2021, más del 50% de las mujeres de 20 a 49 años que fueron madres adolescentes no terminaron la secundaria, asimismo, 3 de cada 4 adolescentes con experiencia de embarazos ya estaban acompañadas o lo había estado (74.7 % del total).
Otro dato a destacar es que la incidencia de embarazos por departamento tiende a aumentar en la medida en la que se eleva el índice de pobreza entre las mujeres de 15 a 49 años y tiende a subir en la medida en la que baja el nivel de escolaridad. La exclusión laboral de la mujer es otro de los factores influyentes en este fenómeno.