María Ángela Lemus, de 55 años, no recuerda cuando fue la última vez que descanso en su casa, en su cama y en familia. La captura de dos de sus hijos, César y Guillermo Lemus, la mantiene en vela todas las noches frente a “El Penalito” desde hace casi siete meses. María viaja desde San Juan Opico, La Libertad, a pasar la noche en la calle, a la intemperie con el sueño de ver libres a sus hijos.
Esa noche reciente colocó plástico y un cartón a la par de unos colchones con agujeros para descansar. “Con sacrificio vengo, con cinco dólares y a veces no tengo. Quisiera que fueran a ver cómo vivo, pero ya me quitaron a los dos que trabajaban”, comentó María.
Sus hijos fueron capturados en mayo cuando trabajan en una milpa, según María, y desde entonces su estabilidad emocional se ha vuelto incierta. Ambos eran quienes laboraban para cubrir las necesidades del hogar.
Pero María no está sola, la acompañan varias mujeres que viven situaciones similares y que aseguran que las capturas de sus hijos han sido de forma injustificada.
Te puede interesar: Familiares de menores: "Los capturaron porque les habían caído mal a los militares"
Ellas pasan las noches en la calle donde duermen, ya que no tienen información de Centros Penales ni del sistema de justicia, ni de la PNC, acerca de los procesos judiciales. Temen que cuando sean liberados, se encuentren solos en la calle oscura sin que nadie los reciba y lleve a casa.
Alguna de la información que tienen es por los grupos de WhatsApp de personas en similares condiciones. Ahí se obtienen posibles fechas de cuándo habrá liberaciones, pero no es nada oficial ni certero.
Un liberado
Mientras avanza la noche, y el paso vehicular disminuye en la Calle Concepción, un policía abre el portón de las bartolinas para solicitar a una mujer que aliste la documentación que le han solicitado. En minutos, un vehículo penitenciario traerá a su pareja que ha cumplido con su condena.
La alegría de la mujer, quien prefirió no identificarse, es la misma para el resto. Celebran cada vez que un prisionero es liberado y entregado a su familia. No pasa mucho tiempo cuando un microbús trasladó a un reo del penal de Mariona a las bartolinas para quedar en libertad.
El no fue arrestado bajo el régimen de excepción, ya tenía años cumpliendo una condena. El hombre salió y abrazó eufóricamente a una niña y, sin pensarlo, se subieron en un vehículo para retirarse del lugar.
“Que bueno que lo liberaron, ahora solo nos toca esperar a nosotras”, expresó Rosa Elba Rodríguez de 67 años, quien viaja de Tonacatepeque con la esperanza que liberen a su hijo. Ella es madre de seis hombres y dos mujeres, todos con sus responsabilidades y el que estaba más pendiente de ella era Obed Rodríguez, arrestado cuando regresaba de la iglesia en mayo pasado.
Además: Al menos 2,000 personas han sido liberadas tras ser capturadas en el régimen
Sostuvo que su hijo fue capturado injustamente, que lo revisaron y no le encontraron nada, pero que de igual forma lo detuvieron.
“Le dijeron que iba a hacer una rutina normal y mire, ya pasaron varios meses y nada que lo liberan”, enfatizó.
Mientras las mujeres lamentan lo sucedido con sus hijos, miembros de una iglesia elevaban plegarias a Dios para que la maldad se acabe y los pecadores puedan arrepentirse. Esas palabras hicieron resonancia en Sandra López García, sentada con el brillo del teléfono en su cara.
Relató que su hijo era conductor de un mototaxi y fue capturado por agrupaciones ilícitas en Santa Elena, Usulután, pero asegura que no tiene vínculos con pandillas. Ella pasó de permanecer afuera del penal de Mariona a hacerlo frente a “El Penalito” en el centro de San Salvador.
Se ha puesto la tarea, por solidaridad con otras mujeres, de distribuir unos colchones viejos que ha conseguido para hacer más soportable la estadía en la calle. También reparte sábanas que les han sido donadas por personas caritativas.
Los colchones los colocan cuando en el grupo de WhatsApp alguien confirma que nadie será liberado esa noche. Se procura que nadie se quede sin colchón o que al menos no se quede sin frazada para dormir en alguna banca o en el suelo. En el lugar se quedan mujeres que han viajado desde Usulután, Acajutla, Juayúa, San Juan Opico, entre otros lugares.
El ministro de Justicia, Gustavo Villatoro, confirmó en una entrevista televisiva que hay 56,847 capturas en lo que va el régimen de excepción. También mencionó que han liberado a 2,000.