Dalia Esmely González Hernández, de 28 años, le quitó brutalmente la vida a su hija recién nacida, y en días recientes fue condenada por el Tribunal Primero de Sentencia de San Miguel a pasar tres décadas en prisión.
El crimen lo cometió en la madrugada del 23 de octubre del año 2019 en la casa donde vivía, la propiedad está situada en el cantón Zaragoza del municipio de Nueva Guadalupe.
En el juicio, la Fiscalía demostró que la incriminada tuvo un parto extrahospitalario y posteriormente buscó ayuda médica en el hospital de Nueva Guadalupe, por una hemorragia.
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Al ser interrogada por los médicos de la posible causa, la mujer aseguró desconocer, sin embargo, tras examinarla, determinaron evidencia de un parto, porque encontraron la placenta dentro.
Al dar el aviso a las autoridades, el personal de Fiscalía, Instituto de Medicina Legal y la Policía Nacional Civil inspeccionaron a la casa.
En la propiedad encontraron evidencias que indicaron ese fue lugar se dio el alumbramiento.
Además, en una fosa séptica en desuso, estaba el cadáver de la recién nacida, cubierta con una camiseta rosada, y tenía alrededor de su cuello un trozo de sábana con un nudo. Los restos de la menor también tenía lesiones en su cuerpo que, según el perito forense, fueron causados con una tijera.
De acuerdo a la autopsia la causa directa de la muerte de la bebé fue asfixia mecánica por estrangulamiento.