José Catalino Aparicio, de 74 años, perdió la lucha por seguir viviendo. Murió este viernes, en la madrugada, aproximadamente a las 4:00 a.m., en una camilla del hospital San Juan de Dios, de Santa Ana, donde estaba desde el pasado 21 de febrero en la noche. El deceso fue confirmado por familiares.
Catalino o “Don Aparicio”, como era conocido por familiares y amigos del cantón Natividad de Santa Ana, fue baleado por un soldado de la Segunda Brigada de Infantería, con sede en Santa Ana, que junto a otros militares participó en la captura del anciano, aproximadamente a las 8:00 p.m. del viernes 21 de febrero.
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De acuerdo con familiares y vecinos, Catalino tenía escasa visión, pues un ojo lo había perdido a raíz de un accidente laboral que no fue tratado médicamente; esto le sucedió cuando trabajaba en albañilería, en tanto que con el otro, la visión le había disminuido bastante debido a la edad.
Familiares de Catalino informaron a este períodico sobre el fallecimiento.
De acuerdo con las fuentes, la salud de Catalino desmejoró mucho el pasado jueves, luego de que le amputaron la pierna, fracturada por el disparo realizado por el soldado Rubén Isaías C.M., debido a que se le estaba gangrenando y no lograban detener una hemorragia.

Según familiares del anciano, a Catalino fue operado de inmediato el mismo jueves; los médicos le pusieron clavos para tratar las fracturas, sin embargo, al parecer no soportaba el dolor y quiso remover los clavos por lo que tuvieron que sedar y amarrarlo a la camilla.
Parientes de Catalino afirmaron que el jueves en la madrugada le dio un infarto pero el personal médico logró reanimarlo a tiempo; este viernes en la madrugada le dio otro infarto pero esta vez fue mortal.
Cómo lo balearon
De acuerdo con un informe policial, el pasado 21 de febrero, el Sistema 911 recibió una llamada telefónica mediante la cual un hombre denunciaba que había sido amenazado por otro en el lugar conocido como las Canchas El Papayo, en el cantón Natividad, distrito y departamento de Santa Ana.
Al lugar llegaron cuatro policías, incluyendo entre estos a un subinspector y un sargento, así como tres militares, con la intención de capturar al denunciado, por el delito de amenazas con agravación especial.
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Según el informe de novedades de la Policía Nacional Civil (PNC), quien denunció a Catalino fue uno de sus vecinos y cuando los policías llegaron para capturarlo, fue el mismo denunciante quien le gritó: Don Catalino, aquí lo buscan, ante lo cual, el anciano respondió, supuestamente, con un grito insultante.
El informe policial indica que los policías le ordenaron que saliera de su vivienda, a lo cual Catalino salió al patio con un machete, algo que siempre andaba en el cinto pero dentro de su funda o vaina.
El documento policial dice que Catalino los amenazó con matarlos por lo cual decidieron hacer dos grupos para rodear la casa y evitar que Catalino huyera. El anciano camina en dirección al acceso del inmueble donde vivía y se encuentra de frente con el soldado Rubén Isaías, de 31 años, a quien ataca con el corvo, ante lo cual el militar le dispara en la pierna y así logran someterlo.
Imágenes divulgadas en redes sociales muestran a Catalino esposado mientras socorristas de Cruz Azul le daban los primeros auxilios para luego trasladarlo al hospital nacional de Santa Ana, el San Juan de Dios.
Baja visión y problemas mentales
De acuerdo con familiares y vecinos de Catalino, éste era el encargado de marcar con cal, las líneas de las dos canchas construidas en un terreno de la municipalidad de Santa Ana durante el mandato de Orlando Mena.

A un costado de las canchas construyeron una pequeña casa donde Mena le permitió a Catalino usarla como vivienda. Para entonces, era empleado de esa comuna; los vecinos lo recuerdan trabajando en el mantenimiento del cementerio Santa Isabel.
Excepto la persona que el viernes 21 de febrero llamó a la PNC para denunciar a Catalino por amenazas, otros vecinos del anciano afirmaron que no era una persona pendenciera, que no bebía alcohol pero que sí en los últimos días habían notado que tenía problemas mentales, lo cual fue confirmado por sus familiares.
Vecinos de la colonia Libertad, donde están ubicadas las canchas y la vivienda de Catalino, se mostraron sorprendidos por la actitud atribuida al anciano y consideraron que, de ser ciertas, posiblemente estaba pasando por alguna de los momentos demenciales, pues lo consideraban una persona respetuosa.
“Lo pudieron haber reducido aunque sea con un palo, pero no, decidieron dispararle con un M-16, un arma de guerra, quebrándole sus huesos e imposibilitándolo de volver a caminar”
FAMILIAR DE jOSÉ CATALINO APARICIO
Tanto familiares como vecinos consideraron que por la edad y sus discapacidades, posiblemente los policías y soldados pudieron haber buscado otra forma de neutralizar la amenaza que el anciano de 74 años les representaba, según han plasmado en informes policiales.
“Lo pudieron haber reducido aunque sea con un palo, pero no, decidieron dispararle con un M-16, un arma de guerra, quebrándole sus huesos e imposibilitándolo de volver a caminar”, comentó un familiar de Catalino, en sus redes sociales.
“El señor no podía mirar por un ojo y tenía problemas mentales por la edad, falleció en el Hospital por impactos de arma de fuego, que unos soldados le hicieron el pasado 21 de febrero, por la cancha de fútbol El papayo Santa Ana”, comentó otra persona que conoce a Catalino.
Desde la noche del viernes 21 de febrero, Catalino permanecía bajo custodia policial pues supuestamente sería acusado de dos delitos: amenazas agravadas contra el vecino que lo denunció mediante llamada telefónica a la Unidad 911 e intento de homicidio agravado contra el soldado Rubén Isaías C.M., quien, según el informe policial, no fue detenido por haber hecho uso de la legítima defensa, aunque sí le decomisaron el fusil con que lesionó al anciano.