Motorista de la Policía Nacional Civil (PNC) amenazado por pandilleros fue despedido la semana pasada de la institución bajo el acuerdo que establece el retiro a las personas mayores de 60 años.
“Entré a la institución en 1994, tenía 28 años de trabajar en la Policía, pero la semana pasada me notificaron el despido”, contó el trabajador, quien por seguridad no reveló su identidad.
Hace una semana, el motorista fue llamado por medio de un listado en grupos de 40 a 60 personas, para firmar de enterado sobre su salida de la institución.
En el acuerdo se establece que en compensación por sus años trabajados recibirá 12 salarios, caso contrario a los empleados operativos, a quienes les entregarán 24 sueldos.
Aunque esto le parece un retiro injusto, su despido le preocupa por las amenazas que recibió hace pocos días por pandilleros de la colonia donde reside.
“Tuve que salir huyendo con mi familia y en el mismo mes me despiden de mi trabajo, son dos golpes los que recibí”, relató.
El exmotorista recibió amenazas por parte de un marero, quien le pidió información de los operativos policiales en la zona a cambio de no atentar contra su vida o la de su familia.
“Yo me negué, creo en la justicia, soy fiel a mi trabajo. Me negué y por eso me dijeron que me fuera”, contó el exempleado.
Al no estar dispuesto a entregar información de la Policía, la advertencia del pandillero fue que se fuera sino lo iban asesinar.
“No había llegado este plan de la Policía, de andar casa por casa, cuando se me acercó el mismo sujeto y me dijo ‘mirá ya no te queremos ver en la zona porque si no te vamos a matar’”, añadió.
Y es que esta no es la única vez que grupos criminales le exigían información sobre los operativos policiales. “La primera vez que a mi me amenazaron fue en 2001. Se me acercó uno de los pandilleros y me dijo que ya sabían donde trabajaba, pero dijo que ellos no se iban a meter conmigo, solo querían que les colaborara dándoles información”, indicó.
Su primera acción fue hacer un informe detallado al jefe de la unidad, pero nunca recibió respuesta. Agregó que, ningún investigador se acercó para entrevistarlo, tampoco le brindaron seguridad.
Situación que lo preocupó y tomó la decisión de hablar con su familia. Uno de sus hijos tuvo que emigrar a Estados Unidos por temor a las amenazas.
“Buscamos ayuda con familiares fuera del país y fue así como logramos que el viajara. A los dos meses la familia recolectó dinero para llevárselo”, contó.
La segunda amenaza las recibió hace unos días, siempre por la misma pandilla de su colonia. “Tuve que salirme, como a la semana pedí ayuda a la misma Policía para que me dieran transporte y seguridad. Hoy vivo fuera de San Salvador, mi casa quedó sola”, expresó.
El motorista de la PNC tuvo que abandonar su hogar, situación que lo ha hecho incurrir en otros gastos, los cuales no logra cubrir sin un trabajo.
“Yo no estoy en contra que nos hayan despedido, pero es la forma en como lo están haciendo. Siento que nos han robado todo ese tiempo, es dinero el que nos han robado”, denunció.
Además, hizo un llamado al Ministerio de Trabajo: “porque no sale en defensa de los trabajadores que están despidiendo de la Policía, que se nos pague lo que corresponde por ley”.
La Asamblea avaló de forma exprés la Ley Especial para el Retiro y el Otorgamiento de Compensación Económica del personal de la Policía y de la Academia Nacional de Seguridad Pública mayores de 60 años, un decreto que fue avalado 40 días después de que habían cesado a oficiales y agentes que sobrepasan esa edad.
Alrededor de 900 empleados fueron despedidos junto al motorista de la corporación policial, según detalló el Movimiento de Trabajadores de la Policía (MTP).