Este mes se cumplieron seis años desde que el Papa Francisco anunció que Monseñor Óscar Arnulfo Romero sería elevado a los altares, es decir, que sería proclamado Santo; sin embargo, el país recién afrontó que una pintura en su honor en el aeropuerto internacional que lleva su nombre, fuese retirada por algunos días.
“Pero la presión social ha funcionado gracias a Dios”, reaccionó Paulita Pike, de Cultura Romeriana, quien en conversación con El Diario de Hoy explicó que el cuadro, en su percepción sentimental, para la gente que quiere a Monseñor hace que se sientan “arropados por él,”.
“Estuvieras de acuerdo o no con Monseñor te exigía reflexionar sobre el significado de Monseñor en el país, por qué era santo y por qué estaba ahí despidiéndonos”, agregó la devota de San Óscar Romero.
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¿Cuál de las enseñanzas o mensajes de Monseñor Romero sigue vigente en el país?
Como dice el padre jesuita Jon Sobrino, quien resume muy lindo en una frase por qué es tan importante monseñor Romero en nuestra historia, y dice: “Monseñor Romero siempre dijo la verdad”. Y tiene una frase: “Es el decidor de la verdad”; y ahí se resume todo, la verdad de las injusticias, la verdad de los pobres, la verdad del estatus del país.
Monseñor Romero siempre estuvo acompañado de los pobres, por eso cuando el Vaticano escogió el lema “Tu pueblo te hizo santo”, tu pueblo no es la oligarquía, tu pueblo son los pobres. Cuando tú le preguntas a la gente humilde que llega a la cripta o a la gente en los pueblos que por qué tienen una ficha de Romero, dicen que porque nunca los abandonó y siempre estuvo con nosotros.
Romero es la figura máxima de un pastor, de un buen pastor que supo acompañar a su pueblo.
Incluso, monseñor Romero dijo en una de las homilías cuando mataron a un padre “a mí me toca ir recogiendo cadáveres en el país”; le mataron creo que siete sacerdotes. Eso dice que estuvo en la verdad con su gente, luchando porque se les reconociera su humanidad, su importancia, no importando que fuera a descalzos.
Otra frase que también es muy indicativa del tipo de persona que era es que “el cristianismo tiene que ser incómodo”, porque si realmente vivimos lo que Jesús nos dejó como ejemplo, somos piedra de tropiezo para mucha gente y eso va para esa iglesia jerárquica que se ha quedado callada, no han dicho nada con lo del mural. Mejor el padre Vicente Chopín, para mí es el más valiente de todos los sacerdotes que hay ahora en El Salvador.
Si Monseñor Romero estuviese entre nosotros en este 2024, ¿qué denuncias haría?
Monseñor Romero, aunque parezca raro, era muy patriota y hay fotos de él con las autoridades del momento, él habla de la importancia de ser buenos salvadoreños, tiene frases muy bonitas.
Como buen patriota que es, monseñor estaría totalmente en contra del irrespeto a la Constitución, porque él nunca predicó que había que quebrantar la ley. Él amaba profundamente a su país y estaría profundamente triste y nos estaría interpelando a los salvadoreños, no solo a los católicos, “despierten, hagan algo”.
Pero ante la destrucción de nuestro patrimonio, de nuestras leyes, ante la violación de los derechos humanos sería una voz que nos estaría interpelando fuerte, como lo tenía todos los domingos en Catedral o de donde fuera a predicar.
Monseñor Romero fue el primero en El Salvador que usó la terminología de derechos humanos; entonces sí estaría muy dolido.
Eso es lo que echamos en falta los católicos, y no solo los católicos, sino para todos… Esta iglesia es sorda y muda.
¿Cree que hoy en día la figura de Monseñor Romero incomoda a nuestras autoridades?
Totalmente, monseñor siempre ha sido incómodo, primero para la iglesia, porque no lo quería la jerarquía y para las autoridades, por supuesto.
Monseñor Romero sigue siendo incómodo, más que nada para este país, porque las palabras suyas todavía tienen mucha fuerza y resonancia y la gente sabe a qué se refería cuando hacía sus sermones y no hemos cambiado tanto.
El cuadro grande que está en Casa Presidencial de Monseñor Romero con sotana blanca desde el tiempo de Mauricio Funes, luego con Sánchez Cerén, ahora con el presidente Nayib Bukele el mismo cuadro sale, pero ha de estar pensando: “¿Cómo hago para deshacerme de ese cuadro?”.
Nos podemos imaginar qué tan incómodo le es Monseñor Romero a este gobierno.
¿Es cierta la consigna ‘Romero Vive’?
Lo más trillado es que vive en nuestros corazones, y se oye bien bonito, pero a la hora de las horas, ¿qué quiere decir eso? Lo que quiere decir es que actuemos como nos dejó el ejemplo Romero: amemos al prójimo, no es tan difícil interpretarlo, principalmente al que tiene necesidad.
Es el mandamiento de oro, amar al prójimo como a uno mismo, sin egoísmos, seamos más solidarios. Los humildes son los más generosos, son quienes más dan incluso de lo que no tienen. Demostrar el amor a los demás también es tener respeto por la dignidad de los demás.
Yo soy psicóloga y apoyé un tiempo en el Socorro Jurídico Humanitario, hay tanta gente buena detenida. Sacerdotes llamaban por personas que eran de encuentros conyugales, neocatecumenales, y otros católicos, que ahora están en la cárcel, gente tan sana. Entonces, eso estaría denunciando monseñor, que se lleven así a la brava a cualquiera. Por otro lado, aplaudo que estén los pandilleros en la cárcel.
¿Cómo vivir hoy en día las enseñanzas de Monseñor Romero, en la iglesia y en el contexto social?
Esa pregunta nos la hacemos siempre en Cultura Romeriana, en cualquier clase y contexto. La respuesta más fácil sería que haría lo mismo que Jesús, porque monseñor Romero es profeta, porque él amó al pobre y los profetas denuncian lo que está pasando en sus días, pero también anuncian. De todo lo que está pasando en el país, la responsabilidad de cada uno no solo como católico o cristiano, sino como ser humano es tenderle la mano a los que tienen una necesidad; eso haría nuestro Señor Jesús y ese es el ejemplo de Romero.
¿Cuál es la mayor enseñanza que Romero le ha dado a usted?
Todo, el ejemplo que él nos dejó de entender el país en el que vivimos, de acercarnos a los más necesitados, en este país pobre económicamente, en educación y vivienda; porque este es un país pobre, por más luces led y por más surf.
Entonces, el ejemplo de monseñor es estar cerca de los necesitados y de exigir los servicios básicos de los que ellos carecen. También, la libertad de expresión.