Los Accidentes Cerebro Vasculares están en la lista de las 31 enfermedades con mayor incidencia en el país, según datos del Ministerio de Salud hasta 2018.
El 85% de estos eventos son de tipo isquémico, es decir cuando el suministro de sangre que va a partes del cerebro se obstruye o reduce, evitando que el tejido del cerebro reciba oxígeno y nutrientes, en consecuencia las neuronas cerebrales comienzan a morir en minutos. El otro 15 % de los casos atendidos en El Salvador, hasta ese periodo, fueron de tipo hemorrágico. Este se produce cuando un vaso sanguíneo del cerebro tiene un derrame o se rompe y causa un sangrado.
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A nivel mundial, el Accidente Cerebro Vascular (ACV) o derrame cerebral le ocurre a 15 millones de personas, de estos 5 millones mueren y otros 5 millones quedan con alguna discapacidad de forma permanente, según datos de la Organización Mundial de la Salud. Actuar de manera rápida ante la presencia de síntomas puede incluso salvar la vida, apuntan Los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC). Entre estos pueden aparecer: entumecimiento o debilidad repentina de la cara, el brazo o la pierna, especialmente de un lado del cuerpo. Confusión, dificultad repentina para hablar o para entender el habla, para ver, para caminar; mareo, pérdida del equilibrio o falta de coordinación repentinos. Asimismo puede presentarse dolor de cabeza fuerte y repentino.
Los CDC señalan que muchas condiciones médicas comunes aumentan el riesgo de tener un Accidente Cerebro Vascular, así como el estilo de vida de la persona. Entre las enfermedades asociadas están la presión arterial alta, como una de las principales causas. La OPS señala que la hipertensión es responsable de más del 50 % de las muertes por ACV. Asimismo el colesterol alto, las enfermedades comunes del corazón, la diabetes, la obesidad - vinculada a niveles altos de colesterol malo y triglicéridos y a niveles más bajos de colesterol bueno - la obesidad, causante también de presión alta y diabetes. Hábitos como el consumo de alcohol, tabaco, una dieta sin control y el sedentarismo contribuyen a aumentar el riego.
La mejor forma de prevenirlo es a través de una buena alimentación, el ejercicio físico y los chequeos médicos, con mayor énfasis para personas que ya lo han padecido o alguno de sus familiares.
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Cuidados tras un ACV
Para la psicóloga Sandra Moreira, de la Fundación AVC, un paciente con debe ser atendido de manera "integral y en comunidad"
"Si tenemos a un paciente ACV debemos abordarlo en comunidad, es decir, el ACV también afecta a la familia, a las personas que están a su alrededor, y la atención a su grupo es igual de importante como la atención individual", apunta.
A nivel psicológico señala un evento cerebro vascular podría generar en primer lugar un estado depresivo que debe ser atendido de manera prioritaria. En Fundación ACV el paciente se siente con la confianza de recibir no solo atención psicológica, médica, si no también cuenta con atención en fisioterapia, donde se le orienta sobre qué tipo de ejercicios son los más convenientes para su caso, entre otros", explica.