Sumamente vivaz y alegre. Así es Emerson Guillermo Lacayo Martínez, el niño residente en Sensuntepeque, Cabañas, que con solo ocho años ya lanzó su primer libro bajo el título “El color de mi poesía”, que contiene una recopilación de 15 poemas y dibujos propios inspirados en sus primeras experiencias de vida.
Ese poema habla cómo ve a su madre, la fuerza del cariño que ella le tiene y como eso lo hace sentirse protegido, feliz, apoyado en sus momentos difíciles.
Entre los poemas contenidos en su libro, además del que dedicó a su madre, también están los titulados: “Mujer bella claramente”, “Solecito caliente”, “Ajedrez”.
El pequeño, quien aprendió a leer a muy temprana edad, cursa tercer grado de Educación Básica en casa, bajo la orientación de su madre, tal como ocurre con otros pequeños de la Fundación que debido a su capacidad de asimilar información y de ver el mundo no logran que los centros educativos del sistema regular satisfagan su sed de conocimientos, ni potencie el desarrollo de sus habilidades, su sensibilidad.
Ingrid aclaró que para efectos de cumplir con los requerimientos del Ministerio de Educación (MINED) el niño está inscrito al Colegio Adventista, en donde le realizan evaluaciones periódicas para certificar sus avances académicos: “La verdad ha tenido 10 en las evaluaciones que le hicieron”.
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A estas alturas del año escolar, en lo relacionado a Matemática, él ya puede dividir, que es algo que según el programa de estudios de tercer grado se ve hasta finales de año; también ya estuvo viendo fórmulas matemáticas relacionadas con las medidas; y cada vez profundiza más. En lenguaje ya redacta sobre temas que a él le interesan y está avanzando en Ortografía y Gramática, dice su madre.
“Una educación que lo desafiara no la teníamos (en la escuela). En cambio aquí en casa, completa el programa y cubre otros temas, por ejemplo a él le gusta la Historia, la Geografía, la Física, el dibujo, las reflexiones, poemas, está yendo a clases de ajedrez. Son cosas que no podría ver de otra manera, ni superar el aburrimiento que le genera estar en la misma clase, en la misma repetición que se acostumbra en las aulas regulares y ellos aprenden rápido”, advierte Ingrid.
También explicó que la idea de publicar una recopilación de los poemas surgió durante una conversación con la directora de la Fundación, algo que entusiasmó muchísimo a su hijo y que los llevó a hacer un esfuerzo económico para lograr su publicación bajo la sombra de Casa Azul Editores, la cual da impulso a publicaciones infantiles en el marco de la promoción de la lectura.
“Solecito caliente” y “Ajedrez” son mis favoritos, comentó el pequeño poeta, quien como todo niño está muy contento porque su voz, sus ideas, siempre fueron tomadas en cuenta durante todo el proceso editorial, esto con el fin de que su libro refleje su esencia.
La joven madre, quien dedica todo el tiempo para poder ayudar a su hijo, explica que el proyecto del libro no es algo al azar, sino que es parte de la formación del niño, es algo que lo ha llevado a sentirse pleno por haberlo realizado, a que emocionalmente se sienta bien, que ha llenado su corazón.
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Según expone el interés de Emerson por la poesía es constante, siempre quiere escribir poemas, algo que disfruta hacer cuando hay silencio en casa y en la calle, o en algunas ocasiones con música suave de fondo.
Este niño sensuntepecano es un ávido lector, entre los libros que ha leído están los de los escritores salvadoreños Alfredo Espino y Claudia Lars, incluso Andanzas y malandanzas; también se inclina por el dibujo, habilidad que ha quedado plasmada en su libro El Color de mi poesía.
“Se inspira cuando no hay ruido en la calle, ahí es cuando él se siente tranquilo, él me dice que le fluyen mejor sus pensamientos”, subrayó.
De acuerdo a lo que cuenta su madre, el infante puede jugar ajedrez desde que tenía cinco años, así que en la actualidad para que él siga disfrutando de su pasión por esta disciplina han hecho el esfuerzo de ponerlo a recibir clases con un veterano profesional que vive en su localidad.
Otros de sus intereses están enfocados en el aprendizaje de idiomas, entre ellos el inglés y mandarín. Al respecto, gracias al apoyo de una tía, en junio pasado estaba por iniciar un curso de inglés, mientras con el mandarín tiene la idea de aprender con vídeos de Youtube.
Entre sus actividades extracurriculares están aprender a tocar el piano guiándose con vídeos de Youtube; jugar al fútbol con sus primos, jugar videojuegos con su papá o ver algún programa que le guste.