La Sociedad Cooperativa Sacerdotal (COOPESA) pide al presidente de la República, Nayib Bukele, que vete la Ley General de la Minería Metálica que la Asamblea aprobó el pasado 23 de diciembre por su solicitud.
“Puesto a que toda persona tiene derecho a la vida, los socios de COOPESA, a tenor del artículo 137 de la Constitución, pedimos al presidente que vete la ley”, expuso la sociedad a través de un comunicado.
“La preocupación principal de los sacerdotes de la COOPESA es el impacto que la extracción minera tendrá sobre el agua y todo tipo de vida animal y vegetal”, añaden.
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El comunicado expresa que acompañan la posición del Consejo Episcopal que en sus comunicados manifestaron su negativa absoluta a la explotación minera en el país.
COOPESA, por su parte, recordó que entre los efectos nocivos que produce la minería metálica se destacan: la contaminación del agua, del aire, del suelo y de la biodiversidad; el uso de sustanciastóxicas como el cianuro, el arsénico y el mercurio.
Dichas sustancias, recuérdame, impactan directamente en la salud de las personas; los drenajes ácidos contaminan los mantos acuíferos y los metales pesados, usados en grandes cantidades, producen cáncer, mutaciones genéticas y malformaciones congénitas.
“Además de todo eso, se producen conflictos graves en las comunidades, llegando incluso hasta el homicidio, como es el caso de los ambientalistas asesinados en años pasados en el departamento de Cabañas”, recordaron.
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COOPESA expuso que el designio de Dios es que el ser humano administre, en favor de la promoción y defensa de la vida, los bienes universales de la creación que Él le ha confiado, es decir todos los ecosistemas.
Asimismo, afirmaron que así como el máximo líder de la Iglesia católica, el Papa Francisco, consideran que el acceso al agua potable y segura es un derecho humano básico, fundamental y universal, porque determina la sobrevivencia de las personas, y por lo tanto es condición para el ejercicio de los demás derechos humanos.
Detallan que están apegados a la petición que Francisco manifestó el 13 de octubre de 2024, con ocasión del asesinato del ambientalista hondureño Juan López: “Quiero pedirles en nombre de Dios, a las grandes corporaciones extractivas- mineras, petroleras-forestales, inmobiliarias, agronegocios, que dejen de destruir los bosques, humedales y montañas, dejen de contaminar los ríos y los mares, dejen de intoxicar los pueblos y los alimentos”.
Llamado colectivo
COOPESA hizo un llamado a todos los sacerdotes socios y no asociados, así como a los pastores evangélicos, líderes religiosos, fieles en general y personas de buen corazón, a que defiendan la vida buscando con creatividad formas de organización, concientización y resistencia ante el proyecto aprobado por la Asamblea.
Asimismo, instan a todos a que se pronuncien enérgicamente para que el presidente Bukele vete la ley.
“Los diputados católicos no deben renunciar a su identidad cristiana y pueden aplicar, como lo hizo Monseñor Romero, la objeción de conciencia ante una ley que atente contra sus principios. El desarrollo económico es importante para nuestra sociedad, pero no a costa de la salud y de la vida de los ciudadanos”, destacaron.