Con la aprobación de la nueva ley que permite la minería metálica en el país se ha pasado por encima de la voluntad de los salvadoreños que la rechazaron en 2017, advirtió el pastor general de la Misión Cristiana Elim, Mario Vega.
Este es el pronunciamiento más definido de la Iglesia Evangélica, después que la Iglesia Católica rechazara férreamente la autorización de la minería en el país por sus daños al medio ambiente.
"No se está tomando en cuenta la opinión de la población y los diversos sectores", declaró el pastor Vega en una entrevista con medios de comunicación de Elim.
"La explotación minera nunca ha sido beneficio del país, sino todo lo contrario: ha venido a empobrecer mucho más a las personas, eso sin tomar el tema de la contaminación", recordó.
Lea además: ADES Santa Marta: Se consuma el mayor atentado contra el agua
La prohibición absoluta viene desde 2015 porque el 80 por ciento de la población rechazaba la minería en momentos en que una minera canadiense quería explotar minas en Cabañas y dos años después se decidió prohibirla, después que la Iglesia Católica encabezó un esfuerzo en ese sentido con la recolección de 100,000 firmas, a lo cual se unieron iglesias evangélicas como Elim.
"La Asamblea Legislativa de la época, que sí escuchaba a la población, aprobó la ley que prohibía la minería en 2017, lo cual fue motivo de alegría y celebración de las iglesias, de las organizaciones, de la población", recordó.
"La ley contra la minería –que fue derogada la semana anterior– fue la más consensuada, más respaldada y más requerida por la población salvadoreña. Ahora se ha pasado por encima de la voluntad organizada de los salvadoreños a la minería metálica, se ha retrovertido, se ha cancelado", subrayó.
"Ahora, la nueva ley se aprobó sin ningún estudio técnico, sin escuchar a la población y tampoco se le va a oír porque es el estilo actual de gobernar, en el cual lo que las personas o ciudadanía puedan decir no tiene importancia", agregó.
"Todo lo que está moviendo esta iniciativa es la ambición, pero obviamente no es para favorecer las necesidades de a la población", agregó.
El pastor Vega enfatizó que "no es cierto" lo que aduce el presidente Bukele, al impulsar la minería, de que en El Salvador haya el "triple de la producción mundial de oro".
"Está probado que ciertamente hay oro en El Salvador, pero se sabe que es de baja densidad, por lo cual requiere cantidades inimaginables de agua y el uso de arsénico, de cadmio, de plomo. No hay procedimiento químico limpio y esto lleva a una contaminación inevitable", explicó.
A esto se agrega que ya El Salvador sufre una "crisis hídrica". "Todos lo vivíamos. No tenemos servicio de agua potable 24 horas al día y algunas comunidades tienen hasta tres meses de no recibir agua". "Si se entrega el agua a las empresas mineras, no habrá agua para la población, y se entrega a la población, no habrá agua para las empresas mineras", advirtió.
Le puede interesar: Encuesta revela oposición de la población a la minería
Los estudios muestran que de toda el agua que tiene El Salvador, sólo el 20 por ciento es para consumo humano. Lo demás está contaminado y se ha detectado presencia de arsénico en el río Lempa que probablemente está viniendo de Guatemala.
"Ahora se puede entender por qué el gobierno salvadoreño ha guardado silencio ante la contaminación desde la mina Cerro Blanco en Guatemala", observó.
"Del oro que se pueda extraer, la contaminación puede durar siglos, hasta milenios", advirtió citando un estudio de una minera de Nueva Escocia, en Canadá.
Los residuos siguen produciendo escapes de agua ácida por más de 9200 años. "En El Salvador ¿cómo haremos en un territorio tan pequeño y en zonas pobladas de Cabañas, Chalatenango, el norte de San Miguel, cuyas poblaciones verán el efecto en sus tierras, sus ganados, su agua, sus familias?", agregó.