El gobierno de Guatemala recibió 238 solicitudes de refugio de salvadoreños entre el 1 de enero al 30 de noviembre de 2024, según datos del Instituto Guatemalteco de Migración proporcionados a El Diario de Hoy.
En el período de los 11 meses, el gobierno del país vecino recibió 149 solicitudes que corresponden a mujeres, 81 a hombres y otras ocho de personas de la comunidad LGTBI.
De los solicitantes, 20 conforman el grupo etario de 0 a 13 años; seis están entre 14 y 17 años; 188 personas oscilan entre los 18 y los 59 años, y 24 personas más pertenecen al grupo etario de los 60 años o más.
De las 238 solicitudes, Guatemala había concedido refugio a 100 salvadoreños, dentro del mismo período.
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Aumentan solicitudes
De enero a noviembre de 2023, las solicitudes de refugio de salvadoreños ante Guatemala fue inferior a la de este año, siendo de 171 personas.
El año pasado, siete niñas y 23 niños de entre cero a 12 años estaban en las solicitudes presentadas; además de 26 mujeres, 28 hombres y dos personas de la comunidad LGTBI, en el grupo de edades entre 13 y 30 años. Asimismo, 45 mujeres, 35 hombres y dos personas LGTB tenían entre 31 y 60 años, mientras que siete mujeres y cinco hombres tenían 61 años o más.
El Instituto Guatemalteco de Migración toma en cuenta para dar refugio que hay personas migrantes que por diversos factores estructurales, situacionales o personales pueden tener más dificultad que otras para afrontar impactos negativos en su integridad física, su bienestar y sus derechos humanos durante el ciclo migratorio.
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Recientemente, el investigador de la Universidad Don Bosco, Jaime Rivas, explicó en YSUCA que desde finales de los años 80, estudios revelaron que la migración afecta la estructura familiar y no solo por el argumento clásico que rompe vínculos con el lugar de origen.
Rivas añadió que las causas de migración antes eran por violencia, pero ahora las modalidades cambiaron.
"Ya no es tanto la pandilla como el agente persecutor, si no que las organizaciones de derechos humanos, de la sociedad civil, colectivos han comenzado a documentar desde hace algunos años cómo el Estado también está siendo un agente persecutor de grupos específicos", declaró el experto.