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Los costos ocultos y los sueños rotos de la migración

La desintegración familiar, familias con deudas por pagar a los traficantes de personas y la llegada de los deportados son algunas de las consecuencias que enfrentan familias en donde uno o más de los miembros emigró.

Por Insy Mendoza | Sep 12, 2024- 04:30

Luz Estrada dice con propiedad, que la migración impacta en las familias. / Foto Por Miguel Lemus

Luz Estrada narra con propiedad como la migración impacta en las familias. En  su caso, separarse de su padre tuvo un gran impacto emocional  en su vida, pese a que ya han pasado muchos años desde que él se fue; ahora que él está enfermo ella lamenta no poder atenderlo, pues sigue en suelo estadounidense. 

Siguiendo el camino abierto por el abuelo, uno de los cuatro hijos de Luz decidió emprender el viaje, contratando un coyote o traficante de personas.

Para Luz, una vendedora de frutas y verduras en el casco urbano del distrito de Intipucá, la decisión de su hijo cuando recién terminaba su bachillerato tuvo un impactó tanto emocional , como económico. Ellos pagaron $14,000 a un coyote. 

Alexis Martínez, hijo de Luz,  emprendió el viaje  con la  ilusión de  ahorrar dinero y mandar a construir una casa para   su abuela.

 “Hay muchos hijos que han quedado en el desierto por ir buscando un futuro para nosotras las madres, pero encuentran la muerte, el peligro, los meten preso o los mandan deportados y en esos viajes son pérdidas de dinero y quedan endeudados”, reflexiona  Luz.

Cuando  Alexis, un joven de 25 años,  hacía el viaje su abuela falleció y  con ella el sueño del joven de darle un futuro mejor.

“Viajó hace dos años, estuvo nueve meses preso, solo trabajó un año y quizás con la pérdida (muerte) de mi mamá, se descontroló y se portó mal; el sueño de mi hijo era construir una casa para nosotros porque vivimos alquilando, pagando $125 mensuales”, explica Luz. 

Alexis, de 25 años de edad, fue deportado. Ahora en Intipucá se ha dedicado a trabajar como mototaxista en el casco urbano en ese lugar.

La migración trae consecuencias como la difusión familiar donde el amor y la unidad de la familia se pierden, los valores se distorsionan, te confunden tus amigos, te confunde el sistema de vida en que te desarrollas, “donde te falta una caricia, un regaño o un consejo o quizás te falta un abrazo que es muy importante ,como puede ser importante el dinero para sobrevivir”, dice  Hugo Salinas, basado en su propia experiencia, quien además fue el alcalde de Intipucá y la llegada a ese puesto público estuvo muy ligado que  él era un salvadoreño que vivió muchos años en  Estados Unidos y su apoyo político provino de la diáspora.  

Algunas organizaciones reportan que los niños y adolescentes sufren de violencia producto de la desintegración de familia por la migración. Foto EDH/Miguel Lemus.

En diciembre de 2023, la organización Save the Children, durante el lanzamiento del programa Calapa Unidos, dio a conocer que en los municipios del norte de La Unión, 6 de cada 10 niños y niñas enfrentan violencia física en sus hogares de acogida y escuelas. 

De acuerdo con la organización,  quienes  viven en familias de acogida son aquellos niños y niñas que no viven con sus padres, esa población es la más excluida y experimentan diferentes tipos de violencia a lo largo de su vida, las más comunes violencia física, psicológica y sexual.

Mirna Reyes, docente del distrito de Anamorós, es una de las líderes que participó en las coordinaciones y levantamiento de la información para el programa Calapa Unidos.

“Primero se va el esposo o esposa,  luego por malos entendidos se separan y el hogar se desintegra,  eso afecta a la mayoría de los niños que quedan con los abuelos, tíos y otros familiares, y ya no es igual como con los padres”, comentó Reyes.

Según la líder comunitaria y docente, en el estudio que se hicieron de campo se encontró eso como uno de los puntos más importantes,  que los niños quedan con familiares, “los niños sufren en la mayoría de casos más que todo maltrato, pueden estar con un familiar, un tío puede ser pero no los verán como a sus hijos sino como una carga que le han dejado, aunque sus padres se hagan cargo de los gastos”.

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Loa hermanos Manfredo y Salvador Mejía, junto a Hugo Salinas, exalcalde de Intipuca. Son parte de esas familias que migraron cuando eran menores de edad o adolescentes. Foto EDH/ Miguel Lemus

Hugo Salinas recuerda  que primero emigraron sus hermanos y su padre. Él  a los 17 años se fue para México luego de terminar sus estudios como técnico en agronomía, en suelo azteca estudió una licenciatura, luego regresó a El Salvador donde tuvo la oportunidad de una visa para viajar a Estados Unidos.

“Esta migración en Intipucá ha tenido sus pro y sus contras, no tengo la capacidad para medir a quien le fue bien o a quien le fue mal, pero sí en términos generales hemos sido una comunidad a nivel nacional de ejemplos nacional e internacional porque fuimos los primeros salvadoreños en organizarnos en Estados Unidos, hicimos varios comités para lograr el desarrollo conjunto y mantener la unidad y las tradiciones de la comunidad”, agregó Salinas.

Manfredo Mejía Ortiz, tenía un año de casado con su esposa y una hija de 40 días de nacida cuando migró a Estados Unidos. “A los seis meses mandé a traer a mi esposa, después de ocho años, que los dos teníamos de estar trabajando y logramos sacar nuestros documentos,  regresamos a El Salvador por nuestra hija a quien habíamos dejado con la abuela materna”.

“A veces hay mala suerte que cuando uno deja a sus hijos acá y no tiene quien los cuide bien, se pierden porque no hay quien los cuide a ellos y se sienten abandonados, aunque tengan familiares abuelos o tíos pero no es igual que  cuando están con uno”, agregó Mejía Ortíz.

Según el informen de Save the Children, 6 de cada 10 niños y niñas sufren de violencia física en sus hogares de acogida o escuelas en el municipio de La Unión Norte. Foto EDH/ Miguel Lemus

“Creo que el exceso de trabajo de los papás ha hecho la misma carencia por la ambición del dinero, por las deudas que pagar, los viajes, la educación, hizo que fallará que mucho hijos también caigan en el vicio de las drogas o la apatía por el trabajo, el cariño por el país; hay muchos elementos que también estos hijos, hijas han sido afectados y sigue siendo un tentáculo más de la difusión familiar”,  analizó el exalcalde de Intipucá

Cuando unos padres se van hay un grado de rebeldía que esto viene hacer un daño a la familia porque vienen maltratos por parte de los familiares o de los cuidadores hacia los hijos,  habrá violencia o deserción escolar", Hugo Salinas, exalcalde de Intipucá.

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