En La Unión algunos pescadores suspendieron las labores diarias y otros se arriesgaron a que sus redes se dañaran entre las piedras debido al fuerte oleaje que afecta toda la costa del país
De acuerdo con los pescadores unionenses, aunque las autoridades no han suspendido el zarpe para las embarcaciones de pesca artesanal, muchos tomaron la iniciativa de no salir a trabajar mientras dure los oleajes para evitar algún incidente en el mar o a que sus redes para la extracción de langostas y apretadores se dañen.
El pasado 3 de septiembre la Dirección de Protección Civil, decretó alerta amarilla para 29 municipios de la zona costera del país debido a la ocurrencia de oleaje más alto y rápido.
Álvaro Figueroa, coordinador de Protección Civil Municipal, dijo que luego de la alerta amarilla por los fuertes oleajes, como comisiones tienen todas las herramientas para actuar en las comunidades costeras, en donde recomiendan a los restauranteros que pidan a los turistas no ingresar a la playa cuando hay mareas altas.
“Al personal de la Marina Nacional le tocó sacar a todos los turistas que estaban almorzando en los restaurantes de Playitas porque las mareas extratropicales salieron bastante de su cauce normal y llegaron a los restaurantes y el área del parqueo; todas las medidas son por el bien de las personas”, agregó Figueroa.
Figueroa confirmó que dicho fenómeno afecta al sector comercio, ya que las ventas son mínimas en lso restaurantes y otros locales porque disminuye la cantidad de turistas.
Manuel Mejía, presidente de la directiva del caserío Playitas, manifestó que se reportan daños en las redes de pesca, “ellos han fracasados con las redes porque se les dañaron, porque las corrientes del mar se las arrastró entre los pedreros, esas son pérdidas hasta de $200 por cada red, los afectados son algunos que se dedican a la extracción de la langosta y el apretador”.
Jesús Ventura, de la isla Zacatillo, dijo que se nota el cambio del oleaje que está fuerte y que los peces se van a profundidad por el comportamiento del mar; y también cuando se tiran las redes son arrastradas por las corrientes profundas dañándose entre los palos y las piedras.
“Las fuerzas que traen las olas pueden golpear a alguien que está bañando en la playa o incluso hasta destruir una embarcación o botar una pared de casas que están a orillas del mar; por eso insistimos en la prevención”,
Álvaro Figueroa
La Libertad y La Paz, los departamentos más afectados por fuerte oleaje e intensidad de las lluvias