“La última visita del viejito”, exclaman entre risas algunas mujeres al referirse a la última vez que vieron su periodo menstrual y asumieron que la llegada de la menopausia era simplemente el final de su vida fértil, pero existe una larga lista de síntomas o complicaciones de salud que están relacionadas a esta nueva etapa y suelen ser invisibilizadas.
De acuerdo a la información obtenida a través de censos, las salvadoreñas experimentaron el cese de la menstruación a los 50 años, indicó la doctora Esperaza Aparicio, ginecóloga y especialista en salud sexual y reproductiva del UNFPA.
“Más que la menopausia, se debe hablar del climaterio”, señaló la experta debido a que este es el inicio del proceso en el que una mujer entra en la etapa no reproductiva, este periodo inicia cinco años antes de llegar a la menopausia y puede extenderse cinco más después de ver el cese de la menstruación.
En algunos pacientes pueden experimentar este proceso a edad temprana a consecuencia de tratamientos médicos como quimioterapias, radioterapias, insuficiencia ovárica, histerectomía.
A diferencia de las niñas, las mujeres no sienten curiosidad por buscar información sobre los cambios que experimentará su cuerpo.
La pubertad llega más temprano a las niñas y deben enfrentar los tabúes sobre la menstruación
Síntomas que no queremos escuchar
“Una cosa es el cese de la menstruación y otra son todos los síntomas que rodean a este periodo, eso es el climaterio y puede empezar entre 45 y llegar a los 60 años”, señaló la ginecóloga.
Las señales más comunes y asociadas con “la edad” y hablados por las mujeres son los sofocos, escalofríos, sudores nocturnos, problemas de sueño, cambios en el estado de ánimo, los no mencionados como los periodos irregulares y la sequedad vaginal, hasta los que son ignorados como el aumento de peso, metabolismo lento, pérdida de volumen en los senos, afinamiento del cabello y piel seca o manchada.
Una vez experimentado el inicio de este proceso de la vida es importante aclarar que no somos más reproductivas, pero sí más productivas debido a que los campos neuronales también se modifican.
“Comienza con cambios a nivel en el estado de ánimo, la mujer está viendo el fin de su vida reproductiva y hay mucho tabú, creen que también la vida sexual de la mujer se termina, generando ciertos cambios en el estado de ánimo, pensando que ya no va a ser una mujer potencialmente deseable o agradable para su pareja, se asocia a cambios de depresión ansiedad”, explicó la especialista en el tema.
Con el retiro de la carga de estrógeno las paredes vaginales que deben ser rugosas generan lubricación no solo para el sexo coital sino también para protegerla de enfermedades.
Cuando las paredes cambian o se atrofian se vuelven más lisas y secas facilitando el acceso de bacterias, al momento de tener relaciones las pacientes experimentan ardor. “Picazón en la parte le llaman las señoras, debido a que todo está relacionado y las bacterias del ano se pueden pasar a la zona vaginal predisponiendo a las pacientes a enfermarse de las vías urinarias”, detalló la ginecóloga.
15% de las mujeres puede llegar a necesitar terapia de estrógeno para controlar los síntomas, pero “como no nos conocemos, naturalizamos estos síntomas y creemos que no necesitamos consultar porque lo vemos como algo normal y pasamos años sufriendo los efectos del climaterio, aparte como no nos educan no tenemos una retroalimentación de cuando consultar con esto”, afirmó Esperaza Aparicio.
Falta educación sexual para garantizar salud en las mujeres de El Salvador advierte médico
Claves para abordarla
El primer paso debe ser reconocer y aceptar que es un proceso natural por el que todas las mujeres van a pasar; sin embargo, para hacer que esta etapa no generé más dificultades se necesita una consulta temprana y la ingesta de vitaminas como calcio que el principal afectado con la pérdida de estrógeno, vitamina D que se encuentra asociada a la absorción del calcio, vitamina E para el daño que se puede sufrir en la piel.
“Todos estos síntomas son bien palpables y no le van a durar solo el año que a usted se le quite el periodo, necesitamos consultar por estos síntomas que no queremos escuchar y buscar medicación si es necesario”, agregó la ginecóloga.
Dependiendo del estilo de vida de las mujeres entre los 45 y 50 años hay una lista de enfermedades o comorbilidades “que empiezan a debutar la hipertensión, diabetes, problemas cardiacos, tiroides, pero entre esas enfermedades estos síntomas se pueden confundir”, agregó.
La ginecóloga sostiene que los cuidados básicos de la salud no requieren la intervención de especialistas sino la consulta oportuna, no perder controles con ginecólogos incluyendo los tamizajes como papanicolau y mamografía.
La cruda realidad
Un gran porcentaje de mujeres experimenta el pico de los síntomas y complicaciones en el momento preciso en el cual su vida laboral está por culminar ¿Y ahora que voy a hacer? Es una de las preguntas más frecuentes y con la que más pueden llegar a recriminarse las mujeres al estar experimentando una serie de cambios biológicos y enfrentar el proceso de jubilación.
Hasta el 70% de las mujeres desconoce los cambios que su cuerpo va experimentar en esta etapa.
“Hablando, es la única forma de encontrar apoyo, si usted no conversa sobre lo que está experimentando la gente va seguir creyendo que es lo más horrible que le está pasando seguido de muchos tabús”, explicó la especialista en salud reproductiva argumentando que es esencial explicarle a la pareja “como me siento, porque no siempre lo voy a desear para que esto se vuelva una relación de confianza y pueda acompañarme. Si no hablamos de esto la gente cree que la regla es todo y no lo es, solo es un signo y el climaterio es lo más importante”.