“Este es un sicópata, es un sociópata, es una persona que no tiene límites, que realmente piensa que puede hacer todo lo que quiera”, dijo el exdirector del Instituto de Medicina Legal (IML), José Miguel Fortín Magaña al hacer una descripción psiquiatra de la personalidad del expolicía, Hugo Ernesto Osorio Chávez, quien es señalado por las autoridades de tener un cementerio clandestino en su casa y en el que hasta este viernes se han descubierto 18 víctimas.
Pero lo más grave para Fortín Magaña, quien es psiquiatra de profesión, es que “la corporación policial no le está dando seguimiento psicológico y sobre todo no le está dando seguimiento psiquiátrico a prácticamente a nadie, porque no tiene psiquiatras contratados”.
Lo anterior lo advierte Fortín porque en el futuro puede aparecer otro Osorio Chávez, quien fue policía y condenado por un delito sexual, pero que después se habría dedicado a asesinar personas por razones desconocidas por el momento.
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“Resulta que éstas personas (policías) están sujetas a ver la muerte, a tener contacto con los asesinos, con la gente más mala de los malos, y se dan cuenta que tienen poder, que nadie les dice nada, que a cualquiera le pueden inventar cualquier cosa”, dijo Fortín.
La Policía informó que hay dos psiquiatras y 58 psicólogos para atender a una población de más de 23,000 policías. Además existe un programa de atención de la salud mental para el personal policial y su familia, según la corporación policial.
El secretario del Movimiento de Trabajadores de la Policía, Marvin Reyes aseguró que no existen psiquiatras en la corporación policial y que los agentes tienen que pasar consulta en el área de Psiquiatría del Instituto Salvadoreño del Seguro Social (ISSS).
Pero el riesgo que ve el exdirector de Medicina Legal es que “un sociópata en esas condiciones de poder, en donde puede parar a la gente, hacerle pasar malos ratos, etc, empieza a transgredir la ley cada vez más, y al transgredir la ley cada vez más, sin consecuencias como no hay controles sicológicos, y a nadie le importa en este país la salud mental, me refiero a nadie de las autoridades”.
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Agregó que “este es un paciente psiquiátrico (Osorio) porque tiene trastorno de personalidad, pero no es que esté loco. El concepto de la locura entre comillas tiene que ver con varias cosas y lo que tiene que ver sobretodo es comprender la licitud de los actos, comprender que algo es lícito o es ilícito”, dijo Fortín Magaña.
En ese sentido, el psiquiatra explicó que “los sociópatas son manipuladores. La gente piensa que los pacientes siquiátricos son los que cometen la mayor cantidad de crímenes violentos. Eso no es así, solo el uno por ciento de los crímenes violentos son cometidos por los locos”.
Aseguró que “un sicópata no está loco, comprende la licitud de sus actos, tiene voluntad, tiene inteligencia. El noventa y nueve por ciento de los crímenes violentos son cometidos por personas con trastornos de personalidad, pero legalmente sanos o personas sanas, crimenes pasionales, crímenes por robo, por un montón de cosas”.
Fortín Magaña explicó que la palabra sicópata es un término antiguo que tiene que ver con un trastorno disocial de la personalidad.
“Básicamente quiere decir que son seres humanos que no sienten culpa por las cosas malas que hacen”, dijo.
Recordó que alrededor de los sicópatas o sociópatas giran dos características propias de esa condición mental que son la adaptabilidad y la temibilidad. Ésta última tiene que ver con lo temible y agresiva que puede ser una persona . La adaptabilidad consiste en cómo se adapta una persona con trastornos de personalidad a la sociedad.
“La combinación grave es cuando hay una alta temibilidad, pero también hay una alta adaptabilidad, porque estás son personas que hacen cosas malas, pero que de alguna manera, como se adaptan fácil a la sociedad no se ven como extraños”, señala.
Explicó que en Psiquiatría Forense existe un aforismo (regla) que se describe como psiquiátricamente enfermo, pero legalmente sano.
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En el caso de Osorio Chávez, según Fortín Magaña, él tiene voluntad, inteligencian y comprende lo que es lícito “por tanto, él es responsable legalmente de los actos cometidos, es decir, ahi viene el aforismo de psiquiátricamente enfermo, pero legalmente sano. El tiene la oportunidad de decidir si quiere hacer el mal o no, decidió hacer el mal y por tanto es responsable”.
En lo que no está de acuerdo Fortín Magaña es que se le haya otorgado el criterio de oportunidad (con beneficios penales). “Lo que es grave es la torpeza de la Fiscalía al nombrarlo testigo criteriado de sus propias acciones, él dice que no mató a alguien y la Fiscalía decide creerle, por qué decide creerle, a saber por qué”, dijo Fortín.
También cuestionó el trato que le dieron a Osorio Chávez en su calidad de detenido en contraste al que recibió Juan Carlos Guzmán Berdugo, suegro del prófugo Mauricio Funes.
“Se vio como llevaban a este tipo (Osorio), un policía y medio porque uno era bien chaparrito. Al otro que fue suegro de Funes, a ese lo fueron a traer a Costa Rica con tres aviones. Todo eso es un show político, no se está viendo un verdadero interés en la salud mental de la corporación policial”, dijo el exdirector de Medicina Legal.
Hasta este viernes, las autoridades habían exhumado 14 cuerpos de una fosa más los cuatro cadáveres que hallaron el primer día que entró la Policía a la casa de Osorio Chávez para hacer un total de 18 víctimas, según reveló el ministro de Justicia y Seguridad Pública, Gustavo Villatoro.
Sin embargo, el expolicía solo está acusado de los asesinatos de madre e hija, mientras que a las otras diez personas se les imputa nueve asesinatos, la mayoría mujeres.
En este último caso, Osorio Chávez se convirtió en testigo clave (con criterio de oportunidad) porque según la Fiscalía General, solo porque ayudó a lanzar los cuerpos a la fosa y además por ser el único testigo de esos hechos.
Las investigaciones apuntan que la mayoría de víctimas fueron asesinadas con armas cortopunzantes, estranguladas y hasta con un tubo galvanizado.
Señalan que en algunos casos, Osorio contactaba a mujeres a través de las redes sociales, para después agredirlas sexualmente y luego las asesinaba. En otros casos, a él lo buscaban para que les ayudara a deshacerse de alguna persona.
Los interesados llegaban con las víctimas a la casa del expolicía, luego éstos las asesinaban y Osorio Chávez facilitaba la casa para enterrar sus cuerpos, según las investigaciones.