Desde las primeras horas de la mañana del viernes decenas de mujeres se concentraron en la estación de Sitramss de la alameda Juan Pablo II, en San Salvador para conmemoración del Día Internacional de la no Violencia contra la Mujer.
Mujeres, niñas y adolescentes se enfrenta a la violencia sistemática durante toda su vida, un problema que impacta de forma aún más grave a las que se encuentran en una situación de vulnerabilidad por diferentes factores y que no son respaldadas por las instituciones del Estado designadas a cuidar de su integridad.
Ante un panorama claramente desalentador las organizaciones que conforman la Red Feminista frente a la Violencia contra las Mujeres en El Salvador (RED FEM) presentaron su “Informe de la situación de violencia contra las mujeres, 2022”, en cual se busca visibilizar que la discriminación contra este sector de la población, ya que es un problema público.
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La investigación señala puntualmente que entre enero de 2015 y junio de 2021 se registraron 129,382 denuncias por hechos de violencia contra mujeres, de las cuales en el primer semestre de 2021 solo se realizaron 712 sentencias condenatorias, es decir que el 6% de las denuncias presentadas.
En este contexto, decenas de salvadoreños salieron a las calles para exigir la erradicación de todas las formas de violencia contra las mujeres, señalando principalmente aquellas generadas desde las instituciones del Estado deben velar por el bienestar de la población.
Entre los participantes se hizo presente un grupo de representantes de Confederación Nacional de Trabajadores Salvadoreños (CNTS) quienes llegaron a la Procuraduría para la Defensa de los Derechos Humanos (PDDH) para pedir se investigue casos de despido de mujeres que se encontraban en instituciones públicas.
La red de organizaciones argumenta que en El Salvador persiste una cultura machista que ha normalizado e incluso justificado la violencia contra las mujeres, a través de los testimonios obtenidos de las víctimas se enfrentan a cuestionamientos, revictimización en todos los niveles y sectores sociales cuando se atreven a romper el silencio, esto debido a la subsistencia de estereotipos sexistas, demostrando con ello el incumplimiento estatal del compromiso por deconstruir o cambiar patrones socio culturales, que fomentan inferioridad y subordinación de las mujeres, niñas o adolescentes.
No se observan avances en la especialización del personal operador público, lo que tiende a provocar una inadecuada aplicación de las leyes y actitudes revictimizantes en contra de las mujeres usuarias de los servicios públicos lo que dejando en evidencia los siguientes aspectos: Poca eficiencia de los programas de capacitación estatal al carecer de perspectiva de género; falta de capacitación destinados a fomentar la adecuada interpretación y aplicación de las leyes; falta de monitoreo y evaluación de los programas existentes, que contribuyen a medir el nivel de efectividad de los mismos.
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Violencia en El Salvador
Según los datos publicados por la Organización de Mujeres Salvadoreñas por La Paz (ORMUSA) el 63% de las mujeres mayores de 15 años han sufrido la violencia sexual a lo largo de sus vidas, donde un 94.7% no ha denunciado porque no confía en las instituciones.