Jim Saybolt, fundador y director de Biota Landscape, está contento con el trabajo que por tercer año consecutivo hicieron ocho salvadoreños para su empresa, considerada una de las mejores en diseño, construcción y mantenimiento de jardines residenciales y comerciales.
Para Saybolt, los salvadoreños son gente que quiere aprender, que quiere hacer cosas diferentes, que van más allá de sus obligaciones.
Y Josué Andrade, originario de Santa Rosa de Lima, encaja bien en esa descripción que hace Saybolt.
En El Salvador, Josué trabajó como conductor de un diputado de la Asamblea Legislativa, y antes de eso, ejerció como periodista en un canal de televisión local. Pero en el 2023 pudo obtener la Visa H-2B y este año lo encontramos en East Harriet, un vecindario de la comunidad de Southwest en Minneapolis, donde junto a otros salvadoreños y estadounidenses, le daban mantenimiento a un jardín.
"Soy jardinero. Es mi segundo año en Minnesota, y puedo decir que ha sido una gran experiencia para mí. Como profesional en El Salvador, deseaba abrir nuevas puertas para seguir aprendiendo y creciendo laboralmente", explicó quien afirmó ser periodista de profesión.
Josué es como muchos salvadoreños que aprovechan las oportunidades y no le hacen el feo a nada; afirmó que está aprovechando la oportunidad que obtuvo a través de USAID (Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional) para su desarrollo personal y familiar, así como potenciar su negocio que inició hace seis años en El Salvador: un estudio de tatuajes.
Lee también: Manos salvadoreñas trabajan en cultivos de ginseng en Wisconsin
8,564
Es la cantidad de Visas tipo H-2, emitió la embajada de Estados Unidos en El Salvador, durante el año fiscal 2024. En este grupo de visas están incluidos la H-2A para el sector agrícola, y la H-2B, pora el sector de la construcción, jardinería, hostelería, etc.
Es la segunda ocasión que Josué viaja a Minnesota a través del Programa de visas H-2B, en colaboración con el programa de Movilidad Laboral del Ministerio de Relaciones Exteriores, lo cual ha permitido que miles de salvadoreños viajen a Estados Unidos de manera legal, sin riesgos ni tener que pagar a un traficante de personas.
Además, el proceso para aplicar a una visa H-2A o H-2B es totalmente gratis; el aplicante solo debe cancelar el valor de la visa, el cual le es reembolsado por el empleador, es decir, por la empresa para la que trabajará en Estados Unidos.
El punto anterior es importante, porque para aplicar al programa de Movilidad Laboral a través de visas H-2, ni USAID ni el Ministerio de Relaciones Exteriores (Cancillería) les exige ningún pago; esto es clave saberlo para evitar cualquier estafa.
En el caso de Biota Landscape, además del entrenamiento que reciben los salvadoreños que viajan por primera vez, la empresa les proporciona alojamiento por un precio por debajo de las tarifas que tendrían que pagar, según comentó uno de los trabajadores que regresaron el pasado 17 de noviembre a sus lugares de origen.
Lo anterior favorece mucho más las finanzas de los trabajadores que, como en el caso de Josué, tiene claro que no hay que malgastar el dinero, sino aprovecharlo en suplir necesidades familiares o impulsar emprendimientos.
Josué afirmó que parte de su dinero lo destinaría para comprar materiales que usa en su negocio de tatuajes, donde da trabajo a tres de sus amigos mientras él viaja.
"Es muy importante aprovechar la oportunidad y el dinero no hay que malgastarlo, hay que invertirlo", respondió Josué a la pregunta sobre si la oportunidad de trabajar en Estados Unidos ha generado trabajo en su comunidad, a la vez que pidió a sus connacionales buscar las oportunidades legales, pues eso implica gozar de los derechos que tiene cualquier trabajador estadounidense.
Otro de los ocho salvadoreños que trabaja con Biota Landscape es Alfredo Marroquín, originario de Lourdes, del distrito de Colón, departamento de La Libertad. En su caso, en El Salvador ya tenía amplia experiencia en jardinería.
Alfredo se dio cuenta del programa y en tiempo récord, según él, tuvo la oportunidad de participar, pues solo cuatro días después de enviar el formulario lo contactaron para informarle que había sido seleccionado.
A sus 40 años, posiblemente el de más edad del grupo contratado por Biota, considera que es una oportunidad que le permitirá cumplir otro de sus sueños: "Siempre he querido tener mi empresa (de jardinería) y ya tengo todas mis herramientas y espero comenzar en un año", dijo.
5,676
Visas del tipo H-2 (H-2A y H-2B) han sido emitidas eL 2024, bajo el programa de Movilidad Laboral, ejecutado por el Ministerio de Relaciones Exteriores y USAID (Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional).
"Es una oportunidad que la vida me regaló y agradecido también con USAID y con la embajada (de Estados Unidos en El Salvador)", afirmó, detallando que se enteró del programa a través de un amigo que asistió a una reunión informativa sobre el tema impartida por USAID en Chalatenango.
Miguel, el chalateco que sobresale
"Ernest, Miguel, Jaime, Abraham, Javier, Bri, Denys, Josué… Adiós y nos vemos la próxima primavera", rezaba en parte una nota escrita sobre una pizarra en las instalaciones de Biota. En la misma se anunciaba que el último día de trabajo de los ocho salvadoreños era el 15 de noviembre. Y así fue.
Saybolt, el fundador y director operativo de Biota Landscape, afirmó estar satisfecho con el trabajo de los ocho salvadoreños, pero elogió en particular a uno: a Miguel Gutiérrez, de 32 años, originario del distrito de San Rafael, Chalatenango.
El penúltimo día de trabajo en la temporada de este año, Miguel estaba trabajando en la reconstrucción de un jardín en una residencia en Lynnhurst, Minneapolis, donde en un breve receso dijo que un amigo le habló de la oportunidad que había con las visas H-2.
"Es bastante buena la experiencia. La verdad hemos logrado aprender muchas cosas en el trabajo que desempeñamos", afirmó Miguel, quien destacó el aprendizaje de algunas herramientas y sobre el cultivo, manejo y cuido de plantas.
Para Miguel, este año fue la segunda vez que viajó y espera seguirlo haciendo, pues ello le permitiría cumplir todos sus proyectos que han surgido a raíz de la oportunidad que obtuvo, aunque detalló que al principio le parecía increíble.
El cambio en su vida y en la de su familia ha sido notorio, dijo el chalateco, pues "hemos tenido la oportunidad de hacer mejoras en la vivienda en estos dos años y esperamos, en un futuro, tener la oportunidad de tener un emprendimiento en el rubro de la construcción".
En las instalaciones de Biota, una foto de Miguel está colgada en una pared, en un cuadro compuesto por una pala y una tijera de jardinería. Es la muestra del reconocimiento de la empresa hacia su contratado, como mejor empleado de la quincena, según explicó Miguel.
Saybolt explicó también un poco la razón de este homenaje: "A lo más básico, él es un líder natural, pero todo el tiempo pregunta qué puede hacer, qué se hará, él quiere aprender el proceso del sitio, siempre va dos pasos adelante, se gana el respeto de otros y dirige a otros de buena manera; siempre quiere aprender", afirmó el empresario estadounidense.
Junto a Miguel, otro chalateco también trabaja con Biota. Se trata de Javier Francisco Erazo Deras, quien obtuvo la primera oportunidad de viajar a trabajar con la visa H-2 en cuanto cumplió los 18 años. Este 2024 fue su tercera temporada, explicó.
Aunque Javier es el más joven del grupo, afirmó que con lo que ha ganado en los tres viajes que ha hecho, ya está construyendo su propia casa. A pesar de su edad, ya tiene mucha experiencia en construcción, pues cambió la escuela para trabajar en construcción desde los 14 años.
"Ha sido un gran cambio, en realidad; este año primero Dios termino mi casa", dijo Javier, quien detalló que es muy distinto el trabajo de construcción que se hace en Estados Unidos debido al uso de materiales y herramientas que en El Salvador no hay.
Los ocho salvadoreños regresaron a sus casas el pasado 17 de noviembre. Encontramos al grupo esperando su vuelo hacia El Salvador en el aeropuerto San Paul, de Minneapolis. Atrás dejaron una puerta abierta para el próximo año: la de Biota Landscape.
REQUISITOS PARA APLICAR AL PROGRAMA DE MOVILIDAD LABORAL A TRAVÉS DE LAS VISAS H-2:
- Ser de nacionalidad salvadoreña
- Tener al menos 18 años de edad
- No tener antecedentes penales,ni policiales
- No haber migrado de forma irregular a Estados Unidos o tener antecedentes migratorios
- Tener experiencia comprobable en las áreas ingresadas
- Tener vínculos sólidos con el país y un compromiso de regresar a El Salvador una vez finalizado el contrato.
- Ser responsable, entusiasta y con disposición al trabajo altamente productivo.
- Ingresar información que sea verídica a la plataforma
- Contar con buena condición física y salud.