En el municipio de Armenia, departamento de Sonsonate, vive Cecilia González, conocida como la maestra de la cuatrimoto. En 2020, durante la pandemia por Covid-19, ella acaparó la atención al dedicarse a desempeñar su labor como docente de forma ingeniosa, frente a las circunstancias que forzaban a los alumnos a no poder asistir a las aulas y tener que quedarse en casa.
Cecilia recorría los cantones y caseríos de Armenia sobre una cuatrimoto para visitar los hogares de sus alumnos y supervisar su proceso de aprendizaje. Les entregaba guías de refuerzo y procuraba que, pese al contexto, ellos siguieran motivados sobre sus estudios.
“El anhelo de venir a dar clases me impulsó a hacer todo esto, que a los 50 años, jamás me imaginé hacer”, decía, entonces, Cecilia, quien describe que con esfuerzo consiguió la cuatrimoto con la que desempeñaba su trabajo.
Quizá te interese: Josselyn Alabí: “El Salvador puede crecer desde su naturaleza, desde las olas y eso conecta mucho conmigo”
Dos años más tarde, Cecilia se siente orgullosa de ser recordada por su entrega y compromiso y está convencida que apostar por la niñez salvadoreña es la mejor estrategia para encontrar el desarrollo.
“Qué los niños de nuestro país sean los mejores del mundo”, dice con evidente emoción y sostiene que siempre se sentirá complacida de haber sido ella quien puso un lápiz en las manos de sus estudiantes de parvularia, a quienes desea transmitirles bases fundamentales que puedan servirles el resto de sus vidas.
Quizá te interese: Gladys Ardón: vocera de la ONU y comprometida con cambiar realidades
Cecilia se trabajaba en la escuela del cantón El Cerro durante la pandemia como profesora interina, tras un concurso fue otra persona quien ocupo su cargo. Ahora la profesora se desempeña en el colegio privado Morena Celarié en la localidad. “Desde pequeña me gustó dar clases”, recuerda y expone que siempre le ha gustado trabajar con niños en sus primeras etapas escolares, pues cree que es el mejor momento para guiarlos.
Cecilia describe a los salvadoreños como trabajadores, emprendedores y luchadores y expresa que para que el país salga adelante es necesario que todo salvadoreño, además, sea honrado y sincero en el trabajo o rama con que contribuya al progreso del país.