El día para Linda Gómez Reyes, de 35 años de edad, empieza desde antes de las seis de la mañana, cuando inicia con los oficios de su hogar. Tiene cuatro hijos, una de ellas Gabriela, de 9 años, quien padece hidranencefalia, una malformación cerebral que se caracteriza por la ausencia total o parcial de los hemisferios cerebrales.
Su casa es sencilla, cuatro paredes de lámina, madera y piso de tierra. En ese salón están las camas, mesa y cocina. Su hogar se encuentra en las últimas calles de la lotificación San Cayetano, del municipio de El Paisnal. El estar en esa posición le impide contar con un servicio de energía eléctrica ya que, no cuenta con dinero suficiente para pagar la instalación.
En esa lotificación, ubicada a un costado de la carretera Troncal del Norte, solo las primeras casas cuentan con servicio eléctrico. Para gozar de ese servicio, solo en la casa de Linda deberían pagar $2,000, unos $400 por cada poste. Ella no cuenta con ese dinero, por lo que se unido con otros vecinos para solicitar en la alcaldía del municipio que les ayuden a resolver su necesidad. Hasta ahora, nadie les ha dado una respuesta concreta.
Linda debe aprovechar el día para realizar la mayor parte de oficios de la casa. Mientras su hijo mayor va a la escuela, realiza la limpieza, lava la ropa y cocina.
San Cayetano: la comunidad que no tiene electricidad en San Salvador
La noche solo sirve para dormir, aunque a veces, su hija Gabriela demanda de atenciones especiales en medio de la penumbra, debe limpiarla y darle medicamentos “ella es como una bebé”, explica la joven madre. Durante la noche usa tres candelas cada día. Por ellas paga $1.50, eso le brinda una iluminación débil y riesgosa, pero a la única que ella tiene acceso. Un gasto de $45 mensuales.
El iluminar su casa con candelas representa un peligro. A veces, Linda no se ha percatado que las velas están a punto de acabarse y originan pequeños incendios que, hasta ahora, no han causado mayor daño. Pero la falta de energía eléctrica también repercute en el tema de la alimentación. “Lo que usted va a hacer es que tiene que comprarlo a diario”, explica.
Cada día, ella va a la tienda a comprar lo del día, camina unos 10 minutos. También aprovecha para cargar su celular, por lo cual paga $5 al mes, solo por un celular. La alimentación de Gabriela también requiere un esfuerzo extra. A falta de una licuadora, Linda prepara papillas utilizando un colador y una cuchara.
Al tema de la iluminación y la falta de electrodomésticos también se le suma el servicio de agua.
“El agua para ingerir tenemos que comprarla porque esta no es para tomar, a veces cae bien sucia, más que todo cuando llueve”. El servicio del que habla Linda es un pozo con el cuenta la comunidad y es distribuido a través de tuberías de media pulgada. Ese servicio es una solución a medias para Linda ya que, únicamente la usa para hacer oficios del hogar. El servicio cuesta $5 mensuales.
Para consumir, Linda compra bolsas de agua a un distribuidor que pasa tres veces por semana. Compra tres bolsas o fardos, en las cuales gasta $3 cada vez, es decir, unos $36 al mes.
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Así como Linda, otras 60 familias de esta lotificación no cuentan con servicio de energía eléctrica. Ellos se han organizado y actualmente desarrolla distintas acciones para pedir a las autoridades locales que les echen una mano. “Ya hemos ido a la alcaldía de aquí de El Paisnal, lo que se nos dijo es que porque la comunidad no está legalizada, porque no contamos con escrituras no podían hacer nada. Tampoco tienen fondos”, explica Mayra Morales, líder de la comunidad.
Los habitantes de la Lotificación San Cayetano piden a las autoridades que les ayuden a solicitar sus carencias de servicios básicos. Por ello, han tocado también las puertas de la Dirección de Obras Municipales, pero no han obtenido respuesta hasta hoy.