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Lugareños del lago de Coatepeque reclaman mejor servicio de agua

Habitantes tienen diferentes opiniones sobre la proliferación de las cianobacterias, pero coinciden en que gran parte del problema lo causan los proyectos turísticos que siguen creciendo.

Por Menly González | Abr 10, 2024- 22:20

El Ministerio de Medio Ambiente a través del decreto ejecutivo 12, estableció emergencia en el lago de Coatepeque

Es un martes por la mañana y la actividad en el espejo de agua del lago de Coatepeque parece estar paralizada debido a la emergencia ambiental establecida por el Ministerio de Medio Ambiente a través del decreto ejecutivo 12.

Los comercios y otros emprendimientos continúan abiertos, pero la afluencia es nula o muy poca, y las lanchas y motos acuáticas se mantienen aglomeradas en la orilla del lago.

Sin embargo, al bordear la calle en uno de los pocos espacios no privados que sobreviven en el lago, puede notarse como lugareños continúan con sus actividades con normalidad, hacen buceo para pescar y lavan utensilios y ropa dentro del agua, algunos viajan desde un punto a otro en lancha sin motor.

Habitantes hacen uso cotidiano del lago, algunos afirman que no han tenido repercusiones en la salud al continuar usando el agua del lago. Foto EDH/ Menly González

Óscar Hernández es un habitante que se encuentra en la orilla del lago; en calzoneta y sin ningún tipo de protección lava una decena de sacos plásticos directamente en las aguas que emanan un olor, que es entre podrido y azufre, prevalece, pero sin ser intenso, así como a algas. “Esto es natural del lago, hace más de cinco años que es más notorio, pero siempre pasa antes que se ponga turquesa. Hoy ya bajo bastante el mal olor”, comentó.

Hernández nació y creció en una de las comunidades del lugar, él afirma se dedica a la agricultura y recalca que las afectaciones del fenómeno de las cianobacterias no son dañinas porque él hace uso diario de esa agua. “No pueden decir que por las milpas el agua se pone así, esta no es temporada de siembra y el riego de los cultivos es natural, por las lluvias”, y este residente explica que las fuertes temperaturas son las que hacen que las bacterias proliferen y expulsen un olor desagradable.

“No estoy de acuerdo en que se pongan restricciones todo el año, esto es un proceso natural” recalcó y comentó que, si ha visto que distintas entidades del gobierno se mantienen en la zona, como el Centro Nacional de Tecnología Agropecuaria y Forestal, Centa, quien está realizando charlas y talleres de cómo preparar abonos orgánicos con los agricultores de la zona, pero, por otro lado, la ayuda con el agua potable no llega a su comunidad llamada Punta Arena. “Nos toca comprar y estamos gastando $10 semanales”, dijo.

Aunque el ministro de Medio Ambiente, Fernando López, comentó en conferencia de prensa que se estaba apoyando a las comunidades suministrándole agua potable, la realidad un mes del brote de cianobacterias es otra.

La cianobacteria aún afecta significativamente al lago. Foto EDH/ Menly González

Los habitantes de distintas comunidades han pedido a la alcaldía de Santa Ana que se les envíen pipas de agua; pero el apoyo con el servicio es malo y desigual. Para las más de 8,000 personas distribuidas en 17 caseríos y colonias alrededor del lago, solo se envían dos pipas de agua por día que difícilmente abastecen a todos. “Uno quisiera ayudar más, pero no todo depende de uno”, expresó el trabajador de la alcaldía de Santa Ana que distribuía agua en la colonia Jerusalén y que prefirió no decir su nombre, pero que según su experiencia dice que al menos deberían llegar unas ocho pipas diarias a toda la zona.

TAMBIÉN: Residuos agroquímicos y aguas negras incrementan la producción de cianobacterias en el lago

Cristina recorrió el día martes algunas comunidades apoyando en la distribución de agua potable, la cual debe llegar todos los días, pero esto no ha sido así. Foto EDH/ Menly González

Mario Rosales, de la colonia Jerusalén, comentó mientras llena algunos barriles de agua, que la alerta ambiental llegará a ser insostenible para los habitantes. “Esta agua solo la estamos ocupando para tomar y preparar alimentos porque si no se nos acaba más rápido” dijo.

Rosales explica que el fenómeno de cianobacterias si les afecta, en el sentido que la tubería que bombea agua del hacia sus casas se tapa, y si les llega el líquido, este tiene mal olor y las bacterias se asientan en el fondo de la pila.

Cristina, quien es colaboradora de la Adesco de la colonia Santa Rosa 4, ayuda al trabajador de la alcaldía en la distribución de agua. Ella confirma que las pipas de agua no han sido para todos, que incluso dos tanques de agua que están instalados en las afueras de la delegación policial, que son aparentemente de una capacidad de 2.500 litros, no alcanzan para todas las personas de esa zona. “Hay gente de bien escasos recursos que lo que están haciendo es colar el agua del lago y hervirla para consumirla”.

Cristina y Mario coinciden en que el daño del lago no es solo de los habitantes sino una combinación de factores, entre ellos el comercio de turismo de la zona que es poco responsable. “Dicen que esos ferris tienen baño y que las suciedades caen directo al lago. Deberían parar esas cosas y multarlos”, dice Cristina, y agrega que había visto la conferencia del ministro Fernando López del día lunes, donde comentó que había avisos en Fiscalía de personas que no hacían tratamiento adecuado del agua, pero hasta la fecha no ha visto negocios cerrados y desconoce si hay personas multadas.

Esta es la única unidad de salud en los alrededores de todo el lago de Coatepeque, los habitantes afirman que el servicio es deficiente por falta de insumos, incluso para enfermedades estomacales, de la piel y respiratorias. Foto EDH/ Menly González

Ambos habitantes descartan que la culpa de la contaminación sea de la agricultura; por su parte, Cristina expresó: "hoy a saber qué vamos a comer, porque la verdad, cada año la agricultura ha ido bajando, ya ni hortalizas sembramos”. Durante el recorrido en la zona se pudo constatar que los cultivos que rodean en su mayoría son de aguacates, jocotes, café y guineos, productos que se reproducen casi de forma natural debido a las bondades del clima de la zona y los nutrientes de la tierra.

Por otro lado, integrantes de la Junta del Agua de Planes de la Laguna también opinan que la causa de la contaminación son varios factores, pero denunciaron que las construcciones en la orilla no se detienen y que incluso se está trabajando en la zona en otro proyecto turístico. “Ese proyecto está justo donde desemboca una quebrada de agua que baja del volcán y creemos que este proyecto podría aportar a afectar más el daño ambiental del lago y dejar sin agua a varias comunidades”.

En las orillas del lago, las construcciones continúan a pesar de la alerta ambiental. Foto EDH/ Menly González

El comercio afectado por el estado de emergencia

Durante las horas de la tarde se pudo observar que algunos comercios tenían pocos turistas, para los trabajadores de los restaurantes es un martes inusual, con una baja afluencia que ha venido reduciéndose desde el pasado 25 de marzo que se informó sobre el fenómeno.

En algunos establecimientos hay turistas, hermanos lejanos y extranjeros que ven hacia el agua, como quien desea aplacar el calor de la tarde con un chapuzón. Mientras a los lejos hay personas utilizando motos acuáticas y una que otra lancha con turistas paseando, el ferri de uno de estos negocios también hace un recorrido con pocas personas.

Así lucían varios negocios el pasado martes, Carmen Elena Cerritos de Patricar afirmó que la afluencia de clientes se ha reducido significativamente debido a la alerta. Foto EDH/ Menly González

Con la emergencia ambiental, los lancheros son los que se consideran más afectados, como Jorge Caballero, integrante de la asociación Adestalco, que afirma que en Semana Santa no ganó nada y que la racha sigue igual de mala. “Tengo la deuda en el banco de mi lancha y si esto sigue así y durante un año, no podré pagar”, expresó consternado.

Caballero, quien nació y ha vivido toda su vida en el lago, ha sido parte de los grupos de trabajo de limpieza en los últimos días y explicó que es un proceso natural lo que ocurre y pidió a las instituciones de gobierno que no les restrinja el trabajo. Además, afirmó que a los lancheros se les están poniendo normativas para reducir daños ambientales, una de ellas es quitar los motores de las lanchas e impulsarse con remos.

Jorge Caballero, integrante de la asociación Adestalco, ha colaborado en las jornadas de limpieza y opina que no está de acuerdo con la emergencia ambiental de un año pues afectará totalmente su economía al restringir el paseo en lancha. Foto EDH/ Menly González

Carmen Elena Cerritos, del restaurante Patricar a la orilla del lago, dijo: “los negocios nos preocupamos por cuidar el lago, al menos nosotros no tiramos desperdicios, ni aguas residuales. Hacemos un buen uso del agua y tenemos un tratamiento adecuado de aguas negras”.

Cerritos invitó a los turistas a que continúen llegando, aunque haya restricción de hacer uso del agua. “Los mariscos que ofrecemos son frescos, se compran de vivero y aquí no hay camarón ni otros productos, por lo que también son traídos de afuera, no son del lago”.

Para la comerciante, quien afirma el negocio funciona desde 2009, expresó que nunca había habido poca afluencia de gente en el lago como este, por lo que le causa preocupación la situación de la emergencia ambiental de un año.

El lago de Coatepeque: un riesgo real para los bañistas

El Laboratorio de Toxinas Marinas, Labtox, de la Facultad de Ciencias Naturales y Matemáticas de la Universidad de El Salvador, ha estado monitoreando el agua del lago desde marzo en el marco de la proliferación de las cianobacterias en conjunto con la Fundación Coatepeque y la Autoridad Salvadoreña del Agua.

En su reciente informe difundido el pasado tres de abril realizado al analizar la clorofilia-a, nitrógeno y fósforo totales determinó que los parámetros registrados de cianobacterias sigue siendo alto y que los valores guía ofrecidos por la Organización Mundial para la Salud, OMS, los resultados detallan que aun el agua es un riesgo para los bañistas.

Pues la concentración de cianobacterias es cuatro veces superior a las del primer informe que realizaron el pasado 20 de marzo.

Por lo que recomiendan a la población acatar las recomendaciones que ha establecido el Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales, MARN. Las recomendaciones principales es no hacer uso del agua para consumo, preparación de alimentos o para bañarse, también evitar las actividades recreativas dentro del espejo de agua y tampoco utilizar el agua para actividades de riego de cultivos.

Turistas se preparaban para hacer uso de motos acuáticas. Foto EDH/ Menly González

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