Con las tormentas tipo temporal que han afectado a El Salvador en los últimos días, algunos de los habitantes de la comunidad Belén expresan no sentirse seguros en sus viviendas, esto a pesar de las obras de mitigación que realizó el Ministerio de Obras Públicas (MOP).
Este viernes 21 de junio por la mañana, hubo varios derrumbes, uno de estos ha dejado al borde de la cárcava a una vivienda, el otro ocasionó que un árbol cayera sobre una vivienda. Representantes de la directiva de la comunidad expresan su preocupación, ya que en ambos casos hay niños que corren riesgo.
Según información publicada por el ministro de Obras Públicas, Romeo Rodríguez, en la comunidad Belén se realizaron trabajos para eliminar “seis mega cárcavas”, además de construir un sistema de descarga de aguas lluvias para evitar inundaciones en la colonia Santa Lucía.
Las obras de mitigación fueron entregadas a la comunidad en diciembre del año 2022, pero a la fecha, junio del 2024, aún hay familias en riesgo dentro de la comunidad. Maribel Guerra, vicepresidenta de la directiva de la comunidad comenta que aunque están agradecidos por los trabajos realizados, aún quedan varios trabajos pendientes.
Al realizar una visita a la comunidad, este medio pudo verificar la situación de alta vulnerabilidad de al menos seis viviendas en diferentes sectores, en los cuales no hubo ningún tipo de intervención por parte de las autoridades.
Según explica Guerra, tres de estas viviendas estaban incluidas dentro de las obras de mitigación, sin embargo, la empresa constructora dijo que “el material ya no les había alcanzado”, esta versión fue confirmada por otros vecinos del lugar que prefirieron no ser identificados por temor.
Además de estas viviendas, hay otras que se encuentran en la parte baja de la comunidad, donde no se realizaron obras de mitigación a pesar de estar a pocos metros de otra cárcava.
En las imágenes que muestra el ministerio de Obras Públicas en redes sociales, se aprecia una comunidad con senderos de concreto, paredes estabilizadas con concreto y un sistema de drenaje funcional, pero al entrar y caminar por la comunidad, la realidad es diferente.
Todo lo que muestra el ministerio existe, pero aún hay zonas en donde las viviendas se encuentran al borde del precipicio y con cada lluvia que afecta al país el terreno se sigue derrumbando.
Daños en la infraestructura
Aparte de las viviendas que no fueron intervenidas, los habitantes también denuncian que hay sectores en donde las obras de mitigación han comenzado a dañarse levemente, pero temen que si no se arreglan de forma temprana, estas puedan causar daños significativos en toda la obra.
“Estas grietas (ubicadas en los senderos) dejan pasar agua hasta las zonas donde estaban las cárcavas y eso después se va a agrietar también”, afirma Cristina Solorzano, secretaria de la directiva.
Una comunidad ignorada
Los habitantes explican que desde que inició el proyecto se sintieron ignorados por las autoridades y la empresa constructora, ya que sus opiniones no fueron tomadas en cuenta al momento de diseñar la obra.
“Era aceptar lo que ellos querían hacer o que no hicieran nada”, aseguró una de las afectadas.
Varias personas de esta comunidad aseguran que esto ha traído consecuencias negativas, ya que no tomaron en cuenta las necesidades de todos. Al menos ocho familias que se dedican a la ganadería y tienen sus porciones de terreno cerca del río, comentan que los muros de contención que construyó la empresa no tienen la extensión necesaria para evitar que sus terrenos se sigan erosionando.
Además, explican que la extracción de arena, por parte de la empresa constructora, aumentó el cauce del río, haciendo que los terrenos aledaños se sigan erosionando.