Motivados por una oportunidad que mejorara sus vidas y viajar legalmente a Estados Unidos, más de 400 de personas llegaron la casa comunal de Lislique, departamento de La Unión, para iniciar el trámite en el programa de Visas Temporales.
El martes pasado, en la extensa fila que casi rodeaba el edificio municipal había personas jóvenes y mayores de 60 años, agricultores, madres solteras, obreros, estudiantes, otros que no sabían leer ni escribir; residentes del área rural y del casco urbano; en resumen mucha gente del municipio.
¿Le interesa una visa de trabajo temporal? Estos son los sitios para pedir información
Los primeros en llegar lo hicieron cuando el reloj apenas marcaba las 6:00 de la mañana; aunque el inicio de la actividad estaba programada a las 11:00 de la mañana.
La casa comunal se volvió insuficiente para que todos los solicitantes entraran para recibir la información del programa estadounidense, que beneficia a los salvadoreños.
A muchos les toco esperar bajo canopy , pero ni eso, ni el clima logró desanimarlo y siguieron esperando su turno para informarse.
La alcaldía publicó la convocatoria de la actividad través de la página en Facebook, pero no especifico edades o requisitos que deben cumplir los aspirantes a una visa de trabajo que promueve la Agencia de Los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID), en donde empresas de diferentes rubros en el exterior están empleando a los salvadoreños.
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Fuentes extraoficiales de la alcaldía, explicaron que la comuna se encargó de montar la logística para convocar a los habitantes, mientras USAID y el Ministerio de Relaciones Exteriores tendrían la responsabilidad de informar e inscribir a los aspirantes.
Mientras las personas esperaban su turno en la fila, la conversación entre ellos exponía realidades muy similares que pueden ilustrarse con la frase “lo que se gana apenas alcanza para comprar los frijoles”.
Había jóvenes que narraban que hace más de 6 años terminaron el bachillerato, pero por falta de dinero no lograron continuar sus estudios en la universidad y les tocó trabajar en el campo o en las pequeñas tiendas del pueblo, donde es poco lo que se gana.
José Santos Morales, del cantón Pilas, se dedica a la agricultura. Él fue uno de los que llegó en busca de anotarse para las visas e irse a trabajar a Estados Unidos.
“Aquí lo más que se hace es sembrar maíz y frijol, mi familia depende de eso, está bien dura la situación económica porque lo que uno gana es poco y todas las cosas están caras”, dice.
Morales asegura que para sobrevivir y poder comprar lo que se necesita en el hogar hay que salir a otro país a trabajar porque el trabajo que encuentra en el municipio no es permanente, días se trabaja y días no.
Teodoro Molina llegó desde cantón Guajiniquil. Para estar puntual en la actividad salió a las 5:00 de la mañana de su casa, se transportó en los pick up para llegar al casco urbano. Él quiere irse del municipio en busca de trabajo.
“Trabajo en oficios domésticos, quiero irme para mejorar mi casa porque no sirve, es de bahareque y lo que gano aquí lavando ropa ajena son $7 y eso no me alcanza para mejorar mis necesidades”, agregó Molina.
Teodoro es analfabeta, es decir no sabe leer y escribir, pero espera que eso no sea una dificultad para encontrarse con una oportunidad para mejorar la economía en su familia.
En Lislique en el rubro de la agricultura y ganadería se gana $10 al día incluyendo el almuerzo. Pero si se excluye la comida, el pago es de $12. Aunque los pobladores no siempre encuentra trabajo. En el lugar no hay empresas generadoras de empleo.