Una de las principales preocupaciones que Juan Pappier ve dentro del régimen de excepción es la mordaza que el oficialismo ha aprobado. El pasado 6 de abril, la mayoría oficialista en el Congreso dio luz verde a una reforma al Código Penal que establece penas de hasta 15 años de prisión a periodistas que publiquen mensajes producidos por pandillas que puedan generar zozobra.
Esto último ha sido señalado como ambiguo y que abre puertas a una aplicación antojadiza de la ley en contra de periodistas que reporten sobre la violencia.
Para Pappier, investigador sénior de Human Rights Watch, esta mordaza “contiene disposiciones claramente amplias y ambiguas que se pueden utilizar de forma amplia y discrecional para perseguir a periodistas que publiquen información de interés público”.
A su juicio, el accionar de las pandillas es un tema de “interés público que debe ser discutido ampliamente en el país precisamente para encontrar una solución a este horroroso problema que enfrenta El Salvador”.
Además, sentenció que “censurar y esconder el problema en nada ayuda a enfrentarlo de raíz”.
Mensajes intimidatorios
Pappier lamenta los mensajes intimidatorios del presidente Nayib Bukele en contra de las organizaciones que vigilan el respeto a los derechos humanos. A su juicio, el mandatario enarbola un discurso “beligerante y belicoso frente a quienes lo critican”.
Además, sostiene que no es normal que haya cuatro periodistas que hayan abandonado el país por amenazas y temor a represalias por sus reportes.
“Eso da señales claras de la dirección autoritaria en la que va El Salvador y es una evidencia más de que el país lamentablemente va en camino a convertirse en una dictadura más”, afirma.