La familia del salvadoreño Juan Carlos Méndez Alarcón le realizó una misa en su recuerdo en Milán, Italia.
El compatriota desapareció el pasado 9 de septiembre cuando se disponía a tomar un tren hacia su casa. La familia anduvo buscándolo en Milán, Génova y Alessandria en los días siguientes sin lograr encontrarlo.
Quince días después, el 23 de septiembre, la policía contactó a la familia para informarles que Juan Carlos había sido encontrado muerto. Autoridades aseguraron que lo atropelló un tren.
Durante la misa, la familia agradeció el apoyo y muestras de solidaridad de la comunidad, incluso de quienes no conocieron a Juan Carlos. Días a tras los parientes del joven crearon una campaña en la plataforma Gofundme para “El último viaje de Juancito”, y así poder sufragar los gastos de cremación, repatriación y sepultura del salvadoreño.
Juan Carlos trabajaba en una empresa de limpieza en Milán. Es descrito como un joven al que le gustaba jugar fútbol, humilde, tímido, además de honesto y laborioso.
La familia es originaria de Concepción, Chalatenango. Otros parientes viven en la localidad de Codogno, cercana a Milán, tristemente famosa por haber sido la ciudad del paciente 1 del COVID en Italia.
El día de la desaparición de Juan Carlos
El 9 de septiembre, el joven salvadoreño tomó el tren que de Porta Genova lo llevaba como todos los días hacia Abbiategrasso, a 20 kilómetros de Milán. Debido al cansancio, ese día se durmió en el trayecto, y el tren llegó hasta la estación final, que es este caso era en la región de Piemonte, llamada Alessandria.
Cuando Juan Carlos se percató, en seguida buscó un tren para regresar, pero se equivocó al tomar un tren que seguía hasta la ciudad de Génova.
Alarmado por la equivocación, preguntó a un empleado de la red ferroviaria cómo podía hacer para tomar un tren de regreso hacia Alessandria y Milán.
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Le indicaron que tenía que bajar en la siguiente parada, en el pueblo de Acuata Scrivia.
Al ver que no llegaban trenes de regreso, el joven salvadoreño se animó a recorrer la vía férrea haciendo 7 kilómetros a pie, llegando a una galería. Juan Carlos recorrió otros 4 kilómetros de túnel; sin embargo, en pocos minutos llegó un tren, cuyo conductor no se dio cuenta de la presencia del joven debido a la oscuridad y el ruido de la máquina.
El día 23 de septiembre, un grupo de trabajadores que dan mantenimiento a la línea férrea descubrieron el cuerpo del joven, y cerraron la zona para que la policía científica hiciera sus investigaciones.
Los parientes de Juan Carlos planean trasladar pronto los restos del joven hacia El Salvador para que descanse en paz en su tierra natal.
“Agradezco a todos los que tendrán el buen corazón de permitir que Juancito se reúna con su familia en El Salvador”, expresó Glenda Maricela Méndez, hermana del compatriota, en la publicación de la campaña de ayuda en la plataforma Gofundme.