Un testigo con régimen de protección narró en un proceso judicial la forma en que fue raptado y posteriormente desaparecido Nehemías Otoniel Aguilar Palma, de 23 años.
El hecho fue cometido el 12 de enero de 2016, sin embargo, seis años después las autoridades no han encontrado los restos del joven, lo cual aún causa dolor a sus familiares.
Según consta en un proceso judicial, el testigo denominado Esparta narró que ese día a las 8:30 de la mañana Otoniel abordó una unidad de transporte de la ruta 38 E en la parada de buses conocida como el Ranchón, en la Urbanización Valle del Sol.
El testigo con régimen de protección detalló que en el recorrido, en el momento en que el microbús llegó cerca al cementerio nuevo en la colonia Nueva Apopa, fue interceptado por dos pandilleros de la 18.
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Los pandilleros se le acercaron a Otoniel y le pusieron las navajas en el cuello y estómago, además, le preguntaron si él “era chaval” a lo que el joven respondió que no sabía qué era eso, explicó el testigo.
Los pandilleros le recriminaron que estaba mintiendo y lo sentenciaron que lo iban a matar solo por vivir en una zona contraria.
Luego de eso, los pandilleros obligaron al joven a bajarse de la unidad de transporte frente al pasaje siete de la colonia Nueva Apopa, donde lo metieron al pasaje, sin que nadie hiciera nada al respecto.
Un tercer pandillero se fue en el microbús hasta San Salvador para vigilar si alguno de los pasajeros reportaba el hecho, añadió Esparta.
Por este hecho, en mayo de ese mismo año el Tribunal Primero de Sentencia de San Salvador condenó a un integrante de la pandilla 18 a siete años de prisión por el delito de privación de libertad agravada.
Otoniel, era padre de dos niños de 7 y un año de edad, y trabajaba como vendedor de pan en un kiosko en el centro de San Salvador.
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La madre de Otoniel aún va de vez en cuando a Medicina Legal para ver los álbumes de fotos de los restos y osamentas que siguen sin identificar, con la esperanza de un día, encontrar los restos de su hijo.
“Ha sido terrible porque entre más tiempo pasa, más falta me hace. Lo único que deseo es encontrar su restos para darle sepultura” dice la señora.
La familia también se ha visto muy afectada económicamente porque él era el que se encargaba de pagar la casa donde viven.
El día que Otoniel fue raptado y desaparecido vestía pantalón de lona, camiseta celeste estampada y zapatos deportivos.