La muerte del músico Elvin Josué Sánchez Rivera, de 21 años, ha dejado consternación y dudas entre quienes lo conocieron.
El joven murió en el Hospital Jorge Mazzini de Sonsonate después de que fuera trasladado en un pick up en condiciones graves desde el penal de Izalco.
Elvin había sido enviado a ese penal después de ser capturado cuando iba junto con un amigo a ver un partido de fútbol el domingo 3 de abril en el cantón El Carrizal, en Santa María Ostuma, durante el régimen de excepción.
Lugareños avisaron a sus familiares que ambos jóvenes fueron capturados cuando se desplazaban en una de las calles del cantón.
Los parientes fueron al puesto policial más cercano, pero ya se lo habían llevado. Después lo fueron a buscar a la delegación de Zacatecoluca, donde les informaron que ya había sido trasladado al penal. En ningún lugar les dijeron por qué había sido detenido.
“Hasta ahora no sabemos por qué fue capturado o de qué lo acusaban”, explican los parientes. Tampoco fue presentado en redes sociales como suele hacer la Policía con los detenidos.
VER: Muere el cuarto reo en el penal de Izalco durante el régimen de excepción
Quince días después, los parientes recibieron la inesperada noticia de su fallecimiento, por lo que viajaron hasta Sonsonate.
Los parientes se dirigieron a Medicina Legal, pero de ahí los mandaron a la morgue del hospital. Luego les notificaron que les iban a entregar el cuerpo en una caja sellada debido a “muerte por sospechas de covid-19”.
“Nos fuimos a la Fiscalía a insistir que le hicieran la autopsia porque ni siquiera le habían realizado la prueba de covid-19” , dice una pariente. Pese a las dudas y a la petición de los familiares, las autoridades no cedieron para hacerle la autopsia.
Después de varias horas, el cadáver del joven fue entregado a la familia en una caja sin sellar, junto a un documento en el que se especifica que la causa del fallecimiento fue “hipertensión” y “muerte súbita”.
Sin embargo, las fuertes dudas sobre la muerte de Elbin llevaron a la familia a revisar el cuerpo de su ser querido y descubrieron que el joven tenía moretones en la espalda, probablemente producto de una golpiza.
“Nosotros le dejamos las cosas a Dios, porque nuestro hijo ya no lo podemos recuperar, pero quisiéramos que se haga justicia para que no se repitan estos casos”, dicen los familiares.
Músico y agricultor
Elvin era conocido por su talento y destreza para tocar el saxofón y la guitarra.
Sus conocimientos musicales los había desarrollado en bandas de paz y en el grupo de alabanzas de la Misión Cristiana Getsemaní, iglesia a la que había asistido a lo largo de su vida.
Desde que finalizó sus estudios de bachillerato en el Instituto Nacional de Santa María Ostuma se había dedicado a cultivar en una parcela junto a su casa.
Desde la vivienda se observa los árboles cargados de naranja que Elvin cultivaba, según la temporada, también sembraba maíz y frijol.
La tarde del miércoles, los restos del joven saxofonista fueron sepultados en el cementerio de Santa María Ostuma, entre alabanzas y una reflexión bíblica a cargo de un pastor evangélico.
Los familiares fueron acompañados por una multitud de personas, algunos de ellos mostraron su indignación y repudio por la muerte del joven, al que recuerdan por su talento musical.
“¡Mi hijito lindo, me lo quitaron!”, expresó entre lágrimas su madre mientras tocaba por última vez el ataúd con los restos de Elvin.