Luis Alonso Trejo Ramos tiene 52 años de edad y lleva encarcelado más de cinco meses, acusado de agrupaciones ilícitas, delito por el que muchas personas han sido arrestadas por policías y soldados, amparados en el régimen de excepción.
Glenda Trejo, hija de Luis Alonso, exige la liberación de su padre, a quien describe como una persona trabajadora. Dice que, posiblemente, fue capturado debido a una denuncia anónima, como varios casos que han sido denunciados desde que el 27 de marzo pasado el gobierno salvadoreño decretó un régimen de excepción ante una escalada de violencia, que se cobró por lo menos 87 vidas en menos de 72 horas.
Luis Alonso está recluido en el centro penal de Izalco, Sonsonate. Al menos eso cree Glenda, pues hace poco le fueron a dejar el paquete de higiene que las familias de los presos deben llevarles.
“Mi padre fue arrestado el 30 de mayo, llegaron a su casa alrededor de 10 policías, sin orden (escrita), solo con una fotografía pixelada diciendo que se lo llevaban por agrupaciones ilícitas. La foto, aparte que no se distinguía nada, llevaban la foto de su dui cuando mi papá tenía unos 30 años aproximadamente; actualmente él tiene 52”, afirmó la joven a El Diario de Hoy.
De acuerdo con Glenda, los policías no dio ninguna explicación sobre el arresto. “La PNC no quiso decirme más, solo dijeron que era una orden que tenían que acatar”, detalló.
Posteriormente, en la delegación de San Marcos, a los familiares del transportista les dijeron que “quizá alguien había hecho una llamada anónima”, denunciándolo de ser colaborador de pandillas.
Según Glenda, su padre es socio de Inversur, empresa propietaria de microbuses de la ruta 11 que tiene su terminal en la colonia 10 de Octubre, en San Marcos.
“Mi papá, aparte de ser socio, maneja su única unidad de transporte; es una persona muy conocida de forma positiva, por ser amable tanto en su trabajo como fuera de él”, indicó.
Otro familiar del transportista detenido, quien pidió reservar su identidad, aseguró que, como sucede con la mayoría de comerciantes y empresarios, Trejo Ramos pagaba extorsión desde hacía muchos años a las pandillas, como lo hacen todos los socios de la ruta a la que él pertenece.
“Mi padre tiene más de 20 años de ser socio y trabajar en la ruta; por mala suerte fue víctima de la delincuencia y hoy es víctima de un régimen”, afirmó la joven, que exige la libertad de su padre a través de sus redes sociales.
“Hoy he decidido publicar la situación que como familia estamos pasando. Muchos conocen a mi padre Luis Trejo, quien lastimosamente fue capturado por el régimen de excepción desde el 30 de mayo de 2022. Han sido 5 meses de angustia y lucha para poder demostrar su inocencia, pero ha sido en vano”, escribió Glenda el pasado jueves en Facebook.
La familia del transportista asegura estar desconcertada pues no saben por qué él fue detenido y porque los esfuerzos por demostrar que no es colaborador de pandillas ni mucho menos pandillero, han sido en vano.
“No sabemos cuál fue la verdadera razón, porque él no es y nunca ha sido un delincuente. Mi padre fue criado en el campo, trabajó desde los 12 años en construcción, luego de joven trabajó en barco pesquero por varios años, luego decidió viajar a los Estados Unidos pero regresó en un lapso de 2 años si no mal recuerdo, ya que él quería estar con nosotros, su familia, y al regresar fue que empezó en la sociedad de Inversur hasta la fecha”, afirmó Glenda.
Las constantes publicaciones que Glenda hace exigiendo la libertad de su padre reciben, la mayoría de veces, comentarios de personas que lo han conocido como una persona de bien y trabajadora.
Incluso, hay trabajadores de salud que lo recuerdan cuando, en lo peor de la pandemia de covid-19, Luis Alonso fue uno de quienes los anduvo trasladando hacia sus lugares de trabajo.