El diputado John Wright Sol es prácticamente el único legislador por el partido Nuestro Tiempo, el cual enfrenta la cancelación luego de no lograr los 50,000 votos mínimos en las elecciones del 4 de febrero.
Wright Sol hace una valoración del rol que ha tenido la Asamblea Legislativa sometida al control oficialista. Además, califica como “amargo” el proceso electoral debido a las acciones de “matonería” del oficialismo y la desigualdad en la contienda para el resto de actores políticos, “con un árbitro ausente e incompetente”, en referencia al papel del Tribunal Supremo Electoral (TSE).
No obstante, resalta que muchos de los liderazgos de Nuestro Tiempo han manifestado su deseo de continuar en política y hay voces valientes de mujeres dentro de la oposición.
¿Cree que hay algo bueno en la actual legislatura?
Eso está difícil. Creo que esta legislatura ha dejado importantes lecciones. El problema es que nos rehusamos como sociedad a aprenderlas y reconocerlas. Me parece que ahorita hay una especie de sentimiento de calma y de tranquilidad, pasividad, que a la vuelta de unos meses, años o hasta que lleguemos a la próxima crisis vamos a revisar cuál era esa lección.
No creo que va a ser demasiado tarde, pero va a ser más difícil restaurar la democracia y restaurar el Estado de derecho constitucional, que perdimos hace mucho tiempo. Yo no creo que el Estado de derecho y la democracia dejaron de ser en este momento posterior al 4 de febrero y ahora con los nuevos resultados electorales, creo que eso dejó de ser hace mucho tiempo.
Tristemente lo que veo es una sociedad bastante individualista y bastante desintegrada, con instituciones que han quedado totalmente desmanteladas y una concentración de poder y unos retrocesos en materia democrática que, insisto, nos va a tardar mucho tiempo y mucho esfuerzo para volver a contar con estándares mínimos de democracia.
Anteriormente han hablado de este órgano como un pasapapeles. ¿Todavía puede considerarlo de esa forma?
Sí. Sin duda alguna esta Asamblea Legislativa ha dejado de ser un parlamento y es más una institución que tramita las solicitudes de Casa Presidencial. Más del 80% de los proyectos de ley son iniciativas del Presidente de la República y no hay una verdadera iniciativa legislativa. El ámbito técnico de la Asamblea también quedó totalmente desmantelado. Por tanto, esto es más un espacio casi exclusivamente político, donde se trabaja bajo los lineamientos de Casa Presidencial para mantener una sola narrativa; pero no hay como existía en el pasado una rigurosidad en cuanto a los proyectos de ley que son aprobados, que son reformados, ni mucho menos un apego a las reglas. Y en muchos casos una desviación completa a lo que establece la misma Constitución de la República, que desde hace mucho tiempo fue retirada del pleno y ha quedado en el olvido.
¿Cómo califica esta legislatura en la que ha sido parte como único representante de Nuestro Tiempo?
Esta ha sido una legislatura atípica desde su primer día, desde ese primero de mayo de 2021, cuando se le da un golpe al Órgano Judicial y desde entonces empieza a erosionarse muy violentamente el Estado de derecho. Nunca se logró recuperar, al contrario, hubo una y otra ley nueva que contribuía a la consolidación del poder en manos del oficialismo. Y lo que siempre veníamos denunciando que esto se trata no solo de consolidar el poder, de un proyecto de partido político único, hegemónico y de perpetuarse también en el poder. Esa denuncia la hemos hecho casi que desde el 9 de febrero de 2020, públicamente.
Decía que la legislatura ha sido atípica porque el proceso legislativo, tanto el proceso reglamentado como el proceso que conlleva naturalmente un diálogo político, un acercamiento entre las fuerzas políticas, discusión, estudio, consulta ciudadana, acompañamiento de organizaciones en la formulación de las leyes eso no ha existido en ningún momento.
Mis tres colegas que continuarán como oposición, me anticipo a que la tendrán muy difícil y creo que los que creemos en la democracia debemos hacer lo posible por acuerpar, por apoyar y por mantener la llama viva de una oposición democrática en El Salvador.
¿Cuáles proyectos quedaron presentados y considera que vale la pena retomar la discusión?
Yo considero que la iniciativa de ley que tenemos por Constitución los diputados y las diputadas ha sido algo que, al menos en esta legislatura, ha sido completamente violentado. Y es común, al menos en legislaturas pasadas, que se presente una iniciativa y que esta no prospere, que no logre los votos suficientes en comisión o que no prospere en una votación en el pleno. Pero al menos eran consideradas.
Muy probablemente en la próxima legislatura, porque no se logró romper ese esquema del control hegemónico del bloque oficial, que seguirán sin considerar, sin darles ni siquiera el trámite mínimo a una iniciativa de oposición.
El tema de la ley de identidad de género que también era un mandato de la Sala de lo Constitucional, aunque ilegítima, pero emitió una resolución obligando a legislar en ese tema, los diputados de oficialismo engavetaron ese tema en comisión. En temas de derechos de mujeres no hubo ningún interés en discutir, en dar al menos trámite, al menos haberlo leído en comisión.
¿Considera que la voz de la oposición quedó casi ahogada en el pleno con esa mayoría?
Por un lado, sí siento que la oposición tiene importantes retos por delante en cuanto a su unificación, en cuanto a dialogar y lograr conformar una agenda y un esfuerzo colectivo trabajando hacia el mismo fin. Y gestionar un esfuerzo colectivo, diverso, incluyente es algo muy difícil y sobre todo dado los tiempos en los que vivimos. Pero más allá de eso, es evidente que hay toda una maquinaria de propaganda gubernamental financiada con nuestros impuestos, cuyo objetivo es mantener fuera de la cotidianidad y del diario hablar el tema de la voz opositora.
En estos últimos días creo que hemos visto valientes voces de oposición, principalmente voces de mujeres, que han consolidado un importante liderazgo a pesar de las circunstancias, a pesar de tener todo en contra y a pesar de la trampa que se ha cometido en estas elecciones.