Los trabajos de restauración y rehabilitación de la Casa Barrientos, el monumento cultural del municipio de Izalco, Sonsonate, están en la recta final, aseguró la arquitecta Sara Guadalupe Paredes Pérez, encargada de la ejecución.
Paredes Pérez, durante una entrevista realizada el pasado 28 de septiembre, detalló que el inmueble, que sirvió de residencia a don Ramón Barrientos y su familia, ya ha tomado bastante forma y hay gran expectación entre la población ante los trabajos en esta joya de la arquitectura.
Según datos provistos por Diego Hubbard, coordinador de Asuntos Culturales de la Embajada de Estados Unidos, el proyecto de rehabilitación es impulsado por la municipalidad de Izalco con financiamiento del Gobierno de Estados Unidos.
Hubbard manifestó que solo bajo el programa del Departamento de Estado denominado “Fondo del Embajador para la Preservación Cultural (AFCP, por sus siglas en inglés)” se invertirá $245,000; mientras la comuna ha puesto una contrapartida que ronda ya los $169,.000.
“El proyecto era inicialmente de dos años y es lo que estamos logrando hacer. Desde finales de 2020 a finales del 2022 el proyecto se está realizando”, dijo Hubbard.
La arquitecta Paredes señala que le han dedicado muchas horas de trabajo para poder recuperar la belleza de la residencia.
“Ese es un logro, que hace dos años, lo veía como una imaginación, un sueño. Nos da un poco de nostalgia porque ya estamos casi terminando el proyecto, ya pronto vamos a poder ver lo que Don Ramón Barrientos hizo hace casi 160 años”, comentó la profesional, tras enunciar una serie de retos que enfrentaron y lograron superar, entre ellos el disponer de materiales originales y de artesanos que dominaran las antiguas técnicas constructivas.
El inmueble, que tendrá un sistema contra incendios y otro antirrobos, lucirá su color original en las paredes, techos, cielos falsos, salones y habitaciones.
Según lo expuesto por la arquitecta Sara Paredes, la Casa Barrientos está asentada en un terreno que mide aproximadamente 1,300 metros cuadrados y está proyectado que al finalizar el proyecto de restauración la municipalidad lo utilice como centro cultural, lo que implica que podría ser un museo o una casa cultural.
Comentó que algunos elementos originales del inmueble han sido donados, tal es el caso de la iglesia Los Dolores que les proveyó la base de una de las columnas.
Hubbard, en su calidad de coordinador de Asuntos Culturales de la Embajada de Estados Unidos, también externó que el financiamiento para la restauración de Casa Barrientos se pudo concretar porque contempla un plan de sostenibilidad, el cual se puede dar bajo asoció público-privado.
“Todavía se está definiendo qué destino va a tener, porque la alcaldía está haciendo bastante trabajo de socializar la Casa Barrientos con diferentes actores de los alrededores, empresa privada, etc, para empezar a poner en la mente de las personas que va a ser un recinto cultural”, indicó.
Hubbard destacó el hecho de que el proyecto ha permitido formar artesanos que dominen técnicas tradicionales que se utilizaron en la antigüedad para la elaboración de materiales de construcción, como el tema del adobe, la carpintería; también el hecho de que una vez finalizado tendrá un impacto educativo y turístico.
La arquitecta agradece el apoyo que han tenido de parte de la Dirección Nacional de Patrimonio Cultural, del Ministerio de Cultura, para poder salir en tiempo con el proyecto, dado que durante su intervención se han enfrentado diferentes situaciones que al final se lograron sortear.