Representante de APAC explica cómo se negoció venta de edificio al ISSS

La Asociación Panamericana de Arte Culinario (APAC) es una empresa familiar, fundada hace más de 20 años por don Fausto Vergara. Fue don Fausto quien inició las negociaciones para vender al Instituto Salvadoreño del Seguro Social (ISSS) el edificio donde funcionaba la academia, alrededor de 2019; pero lamentablemente, perdió la vida durante la pandemia de covid-19, en 2020.

Dichas negociaciones fueron retomadas en 2021 por la familia y finalmente se concretaron en noviembre de ese año. Según los datos del Centro Nacional de Registros, fue un joven de 18 años y estudiante, Ricardo Vergara, quien fungió como representante legal y administrador único de APAC para dicha venta.

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El Diario de Hoy buscó a Vergara para conversar de dicha transacción millonaria, a lo que atendió de manera amable y respetuosa.

¿Cómo se da que Ud. se quedara como representante legal de APAC, a sus 18 años, y que fuera la parte vendedora en esta transacción millonaria con el ISSS?
Para empezar, mi padre fue el fundador de la empresa APAC, hace más de 20 años. Fue la empresa con la que crecí, desde pequeño empecé ahí, a los 16 años empecé a trabajar ahí por primera vez. Y en pandemia sucedió la muerte de mi papá, que falleció por covid-19.

Entonces, la empresa… por ejemplo, los salarios estaban saliendo de dinero de él (don Fausto), le daba de su propia bolsa para pagar a los empleados. Al momento que falleció, la empresa decayó bastante, crecieron un poco las deudas, y nos vimos en la necesidad de tener un nuevo representante legal.

Mi tío, hermano de mi papá, me propuso eso a mí, y junto a otros familiares lo discutimos, hablamos; estaba consciente de los riesgos que tiene el ser representante legal, para cualquier empresa, y a raíz de eso acepté, y actualmente llevo ya tres años así.
Estamos dirigiendo a la empresa, y gracias a Dios estamos de buena manera.

¿Cómo fue la negociación con el ISSS, después de la muerte de su padre?
Ese edificio antes era un hospital para niños. Mi papá lo adquirió, se hicieron remodelaciones. El área fue adquiriendo una gran plusvalía, es de gran tránsito ahí. Empezaron a llegar interesados por el edificio, que le hacían ofertas a mi papá, pero él no se vio en la necesidad de vender.

Al momento de él fallecer y quedar yo de representante legal, ya teníamos una necesidad de venta, empezamos a buscar clientes que estaban interesados. Todo por medio de corredores (de bienes y raíces), yo no tenía los contactos de las personas que estaban interesadas.

¿La negociación no fue directa con el ISSS, entonces?
El contacto con el Seguro Social fue por medio de corredores. Quiero dejar bien claro que no tengo ningún tipo de relación, ni amistad ni familiar, con nadie del Gobierno ni nadie del Seguro Social.

¿Cómo definieron el precio del edificio?
El Seguro Social hizo los valúos por su cuenta. Es como cuando uno va a comprar un carro, uno tiene que pagar el valúo, tiene que pagar para que lo revisen. El Seguro decidió hacer el valúo y hacernos una oferta.

La venta, ya en 2021, se hace por 5.5 millones de dólares. ¿La primera oferta del ISSS fue por debajo de esa cifra, o siempre fue de $5.5 millones?
La primera oferta sí puedo decir que era por debajo, no recuerdo cuánto, pero ya alrededor de 2021 nosotros ya teníamos una mejoría en la operación; entonces, llegamos a un momento donde no veíamos tan necesaria la venta del edificio, pero seguía bastante el interés de ellos (Seguro Social).
Entonces se les dijo: miren, a este precio podemos vender, si quieren acceder, accedan; si no, no. No sé a cuánto les salió el valúo a ellos, si les salió más alto el valúo, o más bajo, pero terminaron accediendo. Creo que fue un precio donde las dos partes terminaron contentas.

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Consultamos a una empresa experta en valúo de inmuebles, y en líneas generales, plantean que el edificio APAC, en 2021, tenía un precio aproximado de $3.6 millones, y no los $5.5 millones con que finalmente se hace la venta. ¿Qué opina?
Cada valuador tiene su método, no sé con qué valuador lo habrá hecho el Seguro. Pero de nuestra parte todo está legal, se hizo correctamente.

Por favor aclare un punto: según datos del CNR, el edificio está dividido en seis partes diferentes, que conforman todo el inmueble que finalmente compró el ISSS. ¿Por qué ocurre esto?
No puedo decir exactamente, porque no fue quien inscribió eso en el CNR, pero lo que puedo decir es que este edificio empezó como un hospital, lo adquirió APAC y se vinieron haciendo remodelaciones, se amplió. Creería que por ahí va la cosa.

¿Y qué opina del precio de $5.5 millones con que finalmente se hace la venta?
Tu prenda de ropa puede estar valuada en 10 dólares, pero si no la quieres vender a 10 dólares, no la vendés. Viene alguien más y te dice 'mirá, yo te quiero pagar 15', ah bueno, ahí te las pensás y quizá quieras vender. También por ahí va la cosa. No le hallo el problema a eso, la verdad.
Otra cosa: el edificio era un hospital, está bien adecuado al tipo de trabajo que va a hacer el Seguro ahí, o que ya está haciendo. Encontrar un edificio con esas característias en otros lados iba a ser muy difícil, con esa cantidad de parqueo que tenía.
O sea, lo que quiero recalcar es que sí para el mercado pudo haber costado $3.6, o $4 millones; pero para alguien interesado en querer usarlo para algo médico, púchica, para esa persona tiene un valor mucho mayor.Desde hace cinco años que los precios han venido aumentando ridículamente (bienes y raíces).

¿Usted mantenía las negociaciones con las empresas corredoras de bienes y raíces, o era una junta directiva?
Juntos, evaluábamos, veíamos los números que teníamos nosotros. Había una deuda con ese edificio, hablábamos si podíamos mantener el pago de la deuda, si podíamos trasladar la operación a otro lado. Era un trabajo en conjunto de la empresa. Y se hubiera hecho así con cualquier ofertante, fuera o no del Gobierno.

Tenemos entendido que, para 2021, el edificio estaba hipotecado, con una deuda por $1.8 millones con un banco.
Puede ser que sí. Sí, estaba hipotecado, el banco tenía derechos (sobre el inmueble).

¿Cómo se saldó esa deuda?
El Seguro Social nos pagó, y nosotros le pagamos al banco. Es decir, salió el cheque a nombre del banco, y de ahí el restante para nosotros (tras el pago de la deuda pendiente), eso formaba el total, y nos dábamos por satisfechos de haber recibido el total.
Yo fui el representante legal que firmó, pero ese dinero no me quedó a mí, es un activo que entró a la empresa y sigue siendo de la empresa.