Una ola de renuncias ha impactado en el Instituto Salvadoreño del Seguro Social (ISSS) desde diciembre de 2023 a la fecha: al menos 150 médicos especialistas y subespecialistas, la mayoría con décadas de trabajar en la institución, han renunciado por diversos factores. Como consecuencia, el servicio ha bajado en su calidad, el tiempo para citas se ha prolongando y hay más carga laboral para el personal.
Para comprender qué llevó a estas renuncias y sus efectos, El Diario de Hoy conversó con cuatro médicos, algunos activos en el Seguro Social y otros que pasaron décadas en la institución, entre ellos el doctor Rafael Aguirre, en su cuarto año de gestión como secretario general del Sindicato de Médicos Trabajadores del Instituto Salvadoreño del Seguro Social (SIMETRISSS).
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Aguirre explicó que, para comprender la cifra de renuncias, como sindicato pidieron información al mismo Seguro Social a través de la Oficina de Información, "pero dijeron que estaba reservada", algo que les sorprendió porque antes recibían una lista de miembros del SIMETRISSS por hospital, pero desde febrero solo tienen un listado general. La misma OIR les respondió que "no tenían autorización de parte del jurídico" del ISSS.
Pero el SIMETRISSS, con base en sus listados de miembros de diciembre y enero, elaboró "el cálculo de las personas que se han retirado, de ahí salen los 150. Subespecialistas son alrededor de unos 45, alrededor de 50 médicos especialistas y el resto son médicos generales que se han retirado", detalló Aguirre.
Para atender a casi 900,000 personas afiliadas al ISSS a nivel nacional, la institución tiene arriba de 1,700 profesionales entre especialistas, subespecialistas, médicos generales y de familia. Que se vayan 150, la mayoría con décadas de experiencia, ha impactado.
"Se han ido colegas de cardiología, gastroenterólogos, reumatólogos, endocrinólogos", confirmó uno de los médicos consultados, aún activo en el ISSS.
Como ejemplo del impacto de estas renuncias, el secretario Aguirre comenta que "se tuvo tres renuncias en endocrinología. Se oye poco, pero de 6 endocrinólogos que tenías que se vayan tres, ¡se fue la mitad! Igual de cardiólogos, tenemos 10 y se fueron tres. Con los gastroenterólogos, que ya teníamos problemas con sólo cuatro que nos habían quedado ahorita, ya se fueron dos".
También han confirmado la renuncia de oncólogos y cirujanos en diversas áreas, así como traumatólogos con décadas de experiencia.
Una de estas renuncias llamó la atención. Aguirre narró que, cuando comenzó su trámite de salida el doctor cirujano endoscópico Omar Callejas, padre de la actual diputada Suecy Callejas (de Nuevas Ideas), "fue el que prácticamente inició el revoluto, porque fue el primero en colocar los papeles de la renuncia, entonces le preguntaron por qué, y dijo que no podía dar información… pero que iba a hacer su trámite. Ahí es donde empezó a agarrar fuerza el rumor de la fusión entre Seguro Social y el Ministerio de Salud (MINSAL), con una posible pérdida del Fondo de Protección".
¿Qué es el Fondo de Protección mencionado? En términos simples, es una aportación conjunta entre el Seguro Social (del 80%) y el trabajador (20%), para que cuando un profesional se retire de la institución, reciba un año de salario, por cada año trabajado en el Seguro Social. Está pensado para la jubilación del profesional, pero puede pedir la entrega de ese Fondo en el momento en que salga de la institución.
Entonces, "a raíz de la renuncia del doctor Callejas, y de la renuncia que hubo de más personas que están allegadas al Gobierno actualmente, fue que se vio que compañeros empezaron a retirarse. Los demás trabajadores como auxiliares de servicio, enfermeras, técnicos, al ver que los médicos se estaban retirando, empezaron a preguntar ¿qué pasaba?", continuó Aguirre.
Otro médico consultado, quien tiene más de 26 años de laborar en el ISSS y ha formado parte de puestos directivos en el Seguro Social, detalló que en la actualidad, dicho fondo ronda los $160 millones.
De cara al profesional del ISSS, y como secretario del SIMETRISSS, el doctor Aguirre explicó que este Fondo de Protección "sirve para dos cosas: para indemnizarnos (al salir de la institución) y para darnos préstamos con un interés blando, hoy por hoy de alrededor del 5% y hasta 15 mil dólares".
160
millones de dólares es, aproximadamente, el dinero en el Fondo de Protección, de acuerdo con un exmiembro del consejo directivo del ISSS en 2023.
El secretario sindical explicó que no es real el discurso que lanzó la dirección del ISSS, de que estas salidas se han dado solamente por jubilación; y explicó que "alrededor de un 30% de los compañeros que han renunciado, que tenían ya más de 20 años de estar trabajando con institución, 25, 26 años, por la cantidad de tiempo que ya tenían con la institución, deciden mejor renunciar, para obtener el Fondo de Protección".
Esa versión la confirmó otro médico activo en el ISSS, quien puso como ejemplo que "un médico puede ganar $3,000 al mes, y si tiene 22 años (en la institución), entonces multiplicas 22 por 3,000 y ese es el dinero que le tienen que dar cuando ponga su renuncia, no su jubilación; si se quiere retirar ahorita, eso le tendrían que dar, aunque no haya llegado a su edad de retiro. Pero lo que ha sonado fuerte es que el Fondo de Protección va a desaparecer".
La tormenta perfecta
Hay otro elemento que suma a este rumor en cuanto al Fondo de Protección: dentro del concejo directivo del Seguro Social ya no hay representantes de los sindicatos (ni STISSS ni SIMETRISSS) y desde este año tampoco del Colegio Médico, por lo que no hay vigilancia de las decisiones que puedan afectar al gremio.
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Una fuente médica consultada y cercana al tema, explicó que "este año se vence el contrato colectivo del seguro, en 2024. Para cuando lleguemos a octubre, por ahí alguien va a decir 'jugada maestra' y probablemente venga la fusión con un Ministerio de Salud. ¿Por qué? Porque ya no va a haber impedimento, ya no tendremos contrato colectivo, y ahí se puede perder" el Fondo de Protección.
1,700
profesionales en medicina general, de familia, especialistas y subespecialistas trabajan en el ISSS a nivel nacional. Al sumar otras áreas son casi 22,000.
La misma fuente confirmó que en el Consejo Directivo del Seguro Social solo quedan representantes del Ministerio de Salud, de Trabajo, de Hacienda; de la misma dirección de la institución, de la empresa privada (de ternas presentadas por el mismo Ejecutivo, es decir, por el propio presidente Bukele) y de la Sociedad Dental. No hay contrapeso de los propios médicos.
"Están formando esta 'tormenta perfecta' para que en octubre se lleve a cabo esta fusión" que llevaría a que la administración Bukele pueda echar mano a los $160 millones del Fondo de Protección, aseveró el médico.
Otra pieza que llevó a las renuncias son los bajos salarios en el ISSS. El líder sindical Aguirre explicó que "veníamos hablando de un incremento salarial de un 30% al menos, para poder un poco equiparar con el Ministerio de Salud", y recordó que desde 2001 el Gobierno de entones, con Francisco Flores como presidente (ARENA), les quitó el escalafón, por lo que "los salarios se quedaron estancados y solo cada dos años podían negociarse a través del sindicato mayoritario, que era el STISSS, un incremento que iba entre los 50 y 100 dólares, que es lo que ha ocurrido cada dos años en colectivo. Los salarios del Ministerio de Salud son, a la fecha, el doble de lo que está ganando uno en el Seguro Social".
Ejemplificó que "teníamos un transplantólogo ganando $2,200 en el ISSS, para cuando un transplantólogo estaba ganando $4,500 en el Ministerio de Salud, por el mismo tiempo de trabajo".
4,200 pacientes
al mes, son atendidos por un médico general en promedio, a ritmo de 37 a 38 consultas diarias, según confirmó un doctor que labora en el ISSS.
Un médico que acaba de lanzarse solo a la práctica privada explicó, sobre las renuncias, que los especialistas estaban "recibiendo un salario por 4 horas diarias, al mes, de aproximadamente $900… eso lo haces en una sentada un sábado, en una mañana, con tres pacientes si pones tu clínica privada".
Otro doctor, aún activo en el ISSS, resumió que "especialistas y subespecialistas están mal pagados en el ISSS. Además, saben que no les va a ir tan mal en lo privado, aún ya jubilados. Algunas especialidades en lo privado están con agenda llena hasta con 15 días".
Con las renuncias, "ante la fuga de personal y la misma carga o un poco más de pacientes, las citas se han ido alargando poco a poco, de estar en tres meses, hoy están para año año y medio a veces", lamentó Aguirre.
900,000
personas es el total aproximado de pacientes que reciben atención en el ISSS. Solo en 2023 ingresaron cerca de 60,000 nuevos trabajadores al sistema.
Como resultado, "el usuario del Seguro Social está cansado, se siente mal, enfermo, y viene a que se les diga 'no tenemos', 'venga en nueve meses'… no es problema del individuo que tenés enfrente, que te atendió; no es el dueño de la institución, pero es el que va oír todos los reclamos, frustraciones, amenazas. El usuario promedio del Seguro Social se ha vuelto hostil y agresivo, más en los últimos años", describió otro médico que laboró décadas en el ISSS.
Otro factor amenazante, según un médico con experiencia en el ISSS, es que hay jóvenes jefaturas que presionan a los médicos de mayor edad. El cambio a perfil digital ha sido un reto para doctores arriba de los 50 años, por ejemplo, aceptó Aguirre, pues "tenemos mucho médico mayor en el sindicato, por lo menos nosotros el 70% de la población es a nivel 50 años, solo el 30% es menor a esa edad, entonces tenemos una disparidad".
SIN RESPUESTA
El Diario de Hoy se comunicó vía mensajería telefónica y correo electrónico con la jefatura de prensa del ISSS, para pedir la postura de la institución frente a esta ola de renuncias y conocer sus acciones a tomar, pero no hubo respuesta al cierre de este material periodístico. También hizo consultas con mandos medios administrativos de la institución, pero refirieron a su vez al equipo de prensa del Seguro Social, que no atendió la petición de este medio.