Neftaly Rivera Navarro, el ciudadano estadounidense-salvadoreño que desapareció el pasado 13 de marzo y hallado muerto el 16 de ese mismo mes, fue sepultado el miércoles en un cementerio de San Salvador a más de un mes de que su cadáver fuera encontrado en una zona rural del municipio de Cinquera, departamento de Cabañas.
A pesar de que familiares de Rivera Navarro participaron en la búsqueda, estuvieron presentes cuando las autoridades fiscales, policiales y del Instituto de Medicina Legal (IML) hicieron el reconocimiento de ley en la escena, y que esta última institución citó a parientes de la víctima el 18 de marzo para que colaboraran en la realización de pruebas genéticas, el cadáver fue enterrado envuelto en una bolsa plástica en una fosa común del cementerio municipal de San Vicente.
Familiares y amigos del ciudadano estadounidense, que pidieron no ser identificados, aseguraron a El Diario de Hoy que la semana pasada fueron avisados por la Fiscalía de San Vicente que el miércoles siguiente, a las 9:00 a.m., les darían el cadáver con la condición de que debían enterrarlo de inmediato, es decir, no podían hacerle velación.
Sin embargo, cuando llegaron, se encontraron con la desagradable sorpresa de que Neftaly había sido enterrado en una fosa común en el cementerio municipal de San Vicente, sin la autorización de la familia quienes siempre estuvieron pendientes preguntando cuándo les entregarían los restos, a pesar de que les habían advertido, sin explicar razones, que el cuerpo sería cremado y que en tres meses (a partir de la fecha que lo encontraron) les entregarían las cenizas.
Tampoco para esto le habían pedido autorización a ningún familiar de Neftaly quien residía desde hace más de 40 años en Estados Unidos con sus hijos y esposa. Mientras que en El Salvador vivían su madre y varios hermanos.
El miércoles cuando llegaron varios familiares a Medicina Legal de San Vicente tuvieron que esperar mucho tiempo, hasta que por fin les dijeron que tendrían que exhumar los restos, pues hacía casi un mes que estaban enterrados en una fosa común.
Aunque hubo reclamos de parte de algunos familiares sobre el por qué habían tomado tal decisión sin al menos avisar y explicar por qué lo enterrarían, la familia Rivera Navarro y los amigos que los acompañaban no tuvieron más remedio que dirigirse al cementerio de San Vicente y excavar para encontrar el cuerpo de Neftaly.
Ya en el cementerio, les ordenaron que no podían tomar fotos ni vídeos porque todo el caso estaba en reserva; no obstante, no explicaron por qué lo habían enterrado tan pronto; cuando en Medicina Legal de San Vicente les habían dicho que sería cremado y que tres meses después les entregarían las cenizas. Tampoco les habían explicado por qué harían eso.
“Solo a una persona llamaron pero a saber qué le dijeron porque me pareció que salió con un semblante de temor. Al menos yo no sé qué le dijeron. Eso sí, los policías siempre se mantuvieron con actitud amenazante de que no preguntáramos del caso porque era reservado”, detalló un familiar.
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Ayer, El Diario de Hoy intentó obtener la versión del director de la oficina del IML en San Vicente; sin embargo, al llamar, dijeron que no se encontraba en la oficina; con la secretaria se le dejó detallado la intención de contactarlo pero no correspondió las llamadas a este periódico.
“Un caso raro”
“Hoy (miércoles)la familia tenía cita en Medicina Legal para recoger las cenizas, como les dijeron, para enterrarlo junto con su padre, pero al llegar les dijeron que el cuerpo ya estaba enterrado. Resumiendo: tenía 3 cuerpos más encima que los tuvieron que sacar para llegar al cuerpo de tío Neftaly; tuvieron que abrir la bolsa para identificarlo de nuevo. Esto es muy extraño; hay muchas preguntas y ninguna respuesta. Según comentan, últimamente, el tío Neftaly había sacado de su cuenta bancaria cerca de $100,000 y no sabe para qué…”, comentó un pariente a este Diario.
Familiares y amigos aseguran que del caso hay muchas dudas. Y siguen surgiendo con el comportamiento de las autoridades, como por ejemplo, enterrarlo en fosa común sin notificar a nadie, o recalcar a la familia que no deben hablar del caso.
Neftaly desapareció a media tarde del 13 de marzo. La última vez que lo vieron con vida fue en el cantón San José El Tule, de Cinquera, cuando caminaba junto a varios militares y policías en dirección a los terrenos donde tenía empleados que estaban cercando los terrenos que tenían en ese sector.
Un día antes, el 12 de marzo, había ido a San Luis Talpa, donde vive la madre y otros parientes, y había retirado $6,000 de un banco; dijo que eran para pagar a las personas que tenía trabajando en cercar los terrenos donde tenía proyectado cultivar y criar ganado, según había comentado.
El 13 de marzo comenzaron a buscar a Neftaly. Incluso lo hicieron desde helicópteros. Sin embargo, su cadáver fue encontrado el 16, tres días después; aparentemente se había suicidado ahorcándose; sin embargo, la familia descarta esa posibilidad, ya que era una persona sin problemas de ninguna clase.Lo describen alegre y feliz.
Neftaly vino a El Salvador en octubre de 2023 con la ilusión de que, como El Salvador ya es seguro, iba a invertir dinero en hacer productivos los terrenos que había dejado su padre, en el cantón San José El Tule. También entre sus planes estaba invertir en la crianza y engordar ganado en los mismos terrenos, aseguran familiares.
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Se regresaría a Estados Unidos el 5 de abril. Eso había dicho a su familia y las amistades que había hecho en Cinquera, donde lo recuerdan como una persona alegre y que no se lo pensaba para hacer un favor.
Más de $100,000 sacó de su cuenta
A algunos miembros de la familia de Neftaly también les llama la atención que de octubre a marzo, retiró aproximadamente 100 mil dólares y no creen que todo eso lo haya invertido en cercar los terrenos.
En el último retiro que hizo el 12 de marzo, un familiar le preguntó (palabras más palabras menos), si no estaba gastando mucho dinero, a lo que él respondió que cuando se podía hacer un favor a alguien, había que hacerlo. No detalló más.
El miércoles anterior, durante el sepelio, algunas personas que viajaron desde Cinquera a un cementerio de Cuscatancingo, reiteraron que la última vez que vieron a Neftaly en el cantón El Tule, fue como a las 2:00 p.m. y lo acompañaban cuatro militares y tres policías. Después no se supo más.
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casos activos de personas reportadas como desaparecidas registraba la Policía Nacional Civil entre el el 1 de enero y el 15 de marzo de este año. El caso de Neftaly Rivera Navarro no estaba entre los casos activos ni reportados, según documentos policiales.
Ese día, Neftaly llevaba los $6,000 con los que supuestamente cancelaría el sueldo de las personas que tenía trabajando en los terrenos. También portaba un teléfono iPhone 15. Nada de eso fue encontrado en la escena donde hallaron el cadáver.
No obstante que la Fiscalía y Medicina Legal han plasmado en documentos que se trató de un suicidio por ahorcamiento, familiares y amigos de Neftaly consideran que, aparte de que no le encontraron el dinero y el iPhone, no es posible que haya podido llegar al lugar donde estaba el cadáver porque tenía discapacidad de movilidad que lo obligaba a usar muletas ocasionalmente.
De acuerdo con fuentes familiares, Neftaly era un veterano de guerra; participó en el conflicto armado que sufrió El Salvador entre 1980 y 1992. Perteneció al Batallón Atlacatl, pero durante un operativo, pisó una mina que lo dejó lisiado de por vida.
Tras recuperarse de ese accidente, Neftaly decidió marcharse a Estados Unidos. De hecho, tenía más de 40 años de vivir en aquel país que le había otorgado la nacionalización.
Como en el caso del turista salvadoreño-estadounidense desaparecido en una zona rural de San Vicente mientras hacía una caminata en una zona boscosa, en este, ni la policía ni la fiscalía han informado nada del caso a pesar de que la familia ha externado sus sospechas de que la muerte Neftaly sea un homicidio y no un suicidio.
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