El ataque armado de la Rusia de Vladimir Putin a Ucrania tiene en vilo al mundo y ha provocado que no menos de 12 millones de personas se hayan movilizado de la zona del conflicto. Son personas que acumulan angustia e incertidumbre en cada kilómetro recorrido para alejarse de sus hogares.
Polonia ha abierto sus brazos a la gente de Ucrania que busca refugio y, para ofrecer un diagnóstico de la situación sanitaria de esta población, la organización Corus International, con sede en Baltimore, EE. UU., decidió convocar a un grupo de profesionales de la salud para hacer una visita a Varsovia.
En este grupo participó el médico salvadoreño Alfonso Rosales, especialista en epidemiología y consultor internacional de salud, quien del 27 de marzo al 8 de abril visitó dos centros para personas ucranianas refugiadas en suelo polaco.
Rosales, quien ya antes había integrado misiones médicas similares en África y Asia, compartió con El Diario de Hoy esta experiencia como parte de Corus International, iniciativa que integran agencias como CGA Tehcnologies, Ground Up Investing, Agencia Internacional de Migraciones (IMA), Agencia Mundial de Luteranos y LWW Farmers Market Coffee.
¿Cómo se da el contacto para que participe en esta misión a Polonia?
Fui contactado por Corus International, me pidieron si los podía apoyar para hacer una visita rápida a Polonia, para apoyarles en el diseño de un programa de salud, específicamente para brindar asistencia a refugiados ucranianos.
Casi el 50% de las personas ucranianas que están saliendo del país se están yendo a Polonia. Hice un viaje rápido de 10 días para apoyarles en la recavación de información, en el diagnóstico de lo que estaba pasando en Polonia con los refugiados, y ver el posible rol de esta agencia para ayudar.
¿Qué arrojó este diagnóstico?
Hay un poco más de 12 millones que se han movilizado. La mayoría, unos 7 millones, se han movilizado internamente, son desplazados internos, que se han movido de la parte este de Ucrania, donde la invasión rusa es más fuerte, hacia el oeste, hacia la frontera con Bielorrusia y Polonia, y otros países. Pero con Polonia es donde más apertura ha habido. En Polonia, el 49% de esos refugiados se han instalado en campos de recepción.
¿Cuál ha sido la reacción de Polonia ante la llegada de la población ucraniana refugiada?
Polonia es un país con un sistema de salud de primer nivel, de primer mundo. Es impresionante: todo su esquema y plataformas sociales son de las mejores del mundo. Es la séptima economía europea, y dentro de sus esquemas de apoyo social a su población, es uno de los pocos países europeos donde hay una cobertura del 100% de la seguridad de salud.
Tiene una tasa de empleo extremadamente alta y una economía fuerte. Un país con su trama social fortalecida.
Con este nuevo influjo de dos a tres millones de ucranianos que se les han venido, el sistema de salud está resolviendo, absorbiendo satisfactoriamente a estas personas, a las que les tiene que prestar servicio.
La conclusión es positiva, entonces.
Hasta el momento, el sistema está estable, con capacidad todavía para absorber mucho más número de refugiados. Polonia, como Polonia y su sistema de salud, no necesita ningún apoyo de organismos internacionales.
¿En qué condiciones están llegando las personas desplazadas de Ucrania?
El 45% de los refugiados son mujeres en etapa reproductiva, relativamente jóvenes, las que están llegando. Y el resto son niños menores de 15 años.
Recordemos que Ucrania ha prohibido la migración de personas del sexo masculino de 18 a 50 años, porque son las personas que están defendiendo el país. Ellos han limitado que salgan del país, así que la mayoría de refugiados son mujeres y niños.
¿Y las personas con mayor edad?
Hay muy poco adulto mayor, solo el 8% de refugiados. Pero esto no está de acuerdo con el porcentaje de adulto mayor que hay en Ucrania, que es de 16%. O sea que el adulto mayor tiene dificultades en su movilidad, y por eso no ha podido salir de Ucrania.
¿En qué situación de salud están llegando estas personas desde Ucrania?
Ucrania, previo a esta invasión, tenía un sistema de salud mucho más débil que el de Polonia. Han tenido problemas con enfermedades de tipo crónica, como hipertensión y diabetes; su programa de vacunación ha sido bastante débil. Para muestra, su cobertura de vacuna contra el covid únicamente llegaba al 35%. Y ahora, todos esos programas han parado.
En la población infantil que está llegando a Polonia, una de las mayores necesidades es la protección de enfermedades inmunoprevenibles. Uno de los servicios que está dando el Ministerio de Salud de Polonia es vacunarles masivamente, porque las coberturas de sarampión, difteria y tos ferina son bastante bajas. Para evitar que este influjo de niños vulnerables a estas enfermedades vayan a producir un brote que vaya a afectar a los niños de Polonia.
¿Qué diagnóstico hace de la salud mental de esta población, que viene escapando de un conflicto bélico tan fuerte?
Este es uno de los problemas más urgentes que están padeciendo estas personas. Sus necesidades básicas, como vivienda, alimentación, etc., están siendo cubiertas, en su mayoría por las municipalidades de las ciudades polacas donde estas personas están llegando.
¿En qué más apoyarán las agencias que integran Cuorum International y otras que están apoyando a los desplazados?
Las agencias internacionales han podido apoyar en el tema de efectivo, de las disposiciones financieras de estas personas, que solo llegan con uno o dos maletas, van escasos de recursos económicos. Así que las agencias internacionales les brindan un bono financiero, para que les dure por lo menos un mes, en lo que ellos se están adaptando a los nuevos lugares donde van a vivir; o incluso lo están utilizando solamente de tránsito.
Uno de los países donde más se están yendo los refugiados desde Polonia es a Alemania; también hay un flujo importante hacia España e Italia.
¿Las personas refugiadas que arriban a Polonia están llegando con heridas de guerra?
El porcentaje de refugiados que está llegando con lesiones de guerra es bastante bajo. La gente que está lidiando con la guerra son adultos masculinos, que se quedan en Ucrania, y ahí es donde les están brindando todo el apoyo sanitario para sus heridas de guerra. Eso es lo que vi, en los lugares donde estuve.
¿Qué lugares de Polonia visitó en su trabajo?
Estuve más que todo en Varsovia. Ahí hay dos centros de refugiados, uno es manejado por las iglesias luteranas, y es un centro de recepción. Están evitando llamarles centros de refugiados y les llaman centros de recepción, donde la gente llega, se les identifica, se les provee de su carnet para que puedan accesar a los diferentes sistemas sociales de Polonia, se les tiene por una temporada corta, y después se les reubica, ya sea con familiares, con gente particular polaca que ha abierto sus casas para que estos refugiados puedan vivir, pero son pocos los que se están quedando en estos centros de recepción.
¿En la misión que usted integró, participaron especialistas de otras áreas?
En Polonia y Ucrania se han organizado unos grupos de trabajo en diferentes sectores. En salud, donde he estado colaborando, hay grupos para salud sexual y reproductiva, para enfermedades crónicas, para enfermedades inmunoprevenibles, enfermedades de niños, etc. Cada uno de estos grupos está tratando de ver cuáles son las necesidades primordiales, no solo de los refugiados sino de los desplazados en Ucrania, viendo cómo se coordina entre las diferentes oenegés internacionales que están trabajando, como OMS (Organización Mundial de la Salud), UNICEF (Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia), ACNUR (Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados) y OIM (Organización Internacional para las Migraciones), que son los principales organismos que tienen injerencia en este tipo de problemas.
¿Qué conclusión saca de esta experiencia con personas refugiadas ucranianas?
He estado acostumbrado en trabajar más que todo en países pobres, pues, de África y de Asia. En las experiencias que he tenido con desplazados internos en Somalia, refugiados en Kenia, la diferencia es, primero, que los refugiados ucranianos llegan con un nivel de nutrición, de educación, un nivel básico mucho más fuerte que los refugiados de países pobres como Somalia.
Eso fue sorpresivo.
¿Y del lado de Polonia?
00Me impresionó la capacidad de un país como Polonia de adaptarse y absorber una cantidad importante de nuevas personas, solicitando el acceso a los servicios básicos, no solo salud sino educación y otros. La capacidad que tiene un país de primer mundo, con sistemas sociales sólidos, marca una gran diferencia cuando se dan este tipo de eventos.