Inundaciones en calles, terrenos y viviendas, pérdida de animales de granja, deterioro de la infraestructura de puente y el más reciente caso que fue la muerte de un menor que fue arrastrado por una creciente es lo que dejó a su paso la fuerza del caudal de la quebrada Puente Roto, en el cantón El Platanar, del distrito de Moncagua, en San Miguel.
Afectados han descrito que cuando llueve abundante y bajan la repunta, el nivel del cauce supera aproximadamente los 5 metros de altura y 15 de ancho. El domingo 29 de julio, la creciente ingresó a las viviendas aledañas arrastrando cuatro cerditos que estaban en un corral y a las gallinas que fueron alcanzadas hasta las ramas del árbol donde se encontraban.
Una de las viviendas más afectadas se encuentra contiguo al cauce, la cual aún tenía las marcas del agua hasta la mitad de la altura de las paredes. El agua ingresó por rendijas de las puertas y las ropas de los habitantes quedaron entre el lodo. Pero lo que ocurrió el domingo no fue la primera vez; anteriormente la inundación les dañó un televisor y una refrigeradora. Por lo anterior los habitantes de esa casa se sienten obligados a evacuar en cada invierno, porque el agua no solo les llega desde la quebrada sino que en todas las calles vecinales se forman ríos, generando diferentes corrientes de agua, y eso abona a la inundación de la casa..
También lea: El niño que falleció arrastrado por el caudal en Moncagua cumplía años hoy
“Cuando la familia ve que va cayendo la lluvia, pues tratan la manera de salirse de acá y buscar para arriba, donde está la otra familia; dejando lo que es la vivienda abandonada, y pues aqui necesitamos un refuerzo de muro, pero no tenemos fondos porque somos pobres y esta familia vive aislada con esta quebrada acá y nomas pues pedimos una ayuda”, dijo Alberto Campos, familiar de los afectados.
La fuerza del caudal arrastró arena y piedras que quedaron en los alrededores de cinco casas, las cuales durante varios años han soportado la misma situación.
Los lugareños aseguran que han pedido apoyo de los anteriores alcaldes, pero ese problema nunca se solventó y creen que lo que se necesita es proyecto de mejora para el paso del cauce y el levantamiento de cimientos porque de esa manera el agua no dejará más estragos.
Otra de las estructuras dañadas en ese lugar es el puente que con los años y en cada creciente que sobrepasa la superficie ha ido socavando la estructura, dejando desde el lunes pasado incomunicadas a más de cinco comunidades, debido a que debido a las condiciones en las que se encuentra no es posible el paso vehicular.
“El problema aquí es que el puente constaba de cuatro bóvedas, la última está dañada aterrada con basura y por eso el cauce del agua rebalsa”, aexplicó Ángel Batres, habitante afectado.
Tras la tragedia de la muerte del niño, los lugareños temen pasar por la quebrada, por lo vulnerable que se encuentra el paso.
El problema no solo se concentra en el puente, según manifiestan los afectados, sino también en las calles vecinales que se han dañado con la bajada de aguas; afectando no solo a los lugareños sino que al flujo comercial y agrícola.
“El problema es que aquí hay un gran flujo vehicular, más que todo del agro sale afectado porque aquí habrán quizá unos 6 ó 7 kilómetros intransitables, porque nunca el gobierno municipal ha puesto manos a la obra”, dijo Batres.
La extensión del paso del puente fue un trabajo hecho hace muchos años por la comunidad, con aporte de la diáspora, comentaron los pobladores.
Los habitantes de la comunidad Santa Catarina, cantón Valencia, En Nancito, La Pabaya, El Hotel, El Conacastillo, Las Ventas, San Francisco y Santa Bárbara, todos de Moncagua, son sectores agrícolas que hacen uso de ese paso para la salida hacia San Miguel, porque es un atajo para salir por el lado de Lolotique, mencionaron.
El alcalde de San Miguel Centro, a través de sus redes sociales, hizo el llamado al Ministerio de Obras Públicas y a la Dirección de Obras Municipales para realizar coordinación entre las instituciones y brindar una solución definitiva a la problemática, que es de riesgo para quienes transitan por la zona durante las lluvias.