El 27 de enero pasado, familiares de Frank Guevara, el salvadoreño que murió por hipotermia en Maryland, Estados Unidos, recibieron su cuerpo, el cual fue trasladado a una funeraria en la localidad de Baltimore, donde vivía desde hace unos cinco meses.
Su familia no sale del asombro y con profunda tristeza relatan lo ocurrido. "Frank tenía varios trabajos, andaba cansado y se quedó dormido en la parada de buses cuando regresaba de sus labores", dijo a El Diario de Hoy su primo, Julio Guevara, a quien la policía llamó el 15 de enero para dar la lamentable noticia.
Frank estaba desaparecido desde el sábado 14 de enero. Las autoridades, en el condado de Baltimore, lo encontraron un día después en la cuadra 6500 de la calle Reinstertown, donde fue declarado muerto por hipotermia.
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"Tenía solo unos cinco meses de vivir aquí, era su primera temporada de frío y no acostumbraba a cubrirse bien", relata Julio, quien también reside en la localidad. Añade que su primo vivía en Texas desde hace un año y decidió trasladarse a Maryland por un mejor trabajo. "Aquí se gana más", exclama.
Ese fin de semana las temperaturas en Maryland se mantenía en 32 grados Fahrenheit (cero grados Centígrados) y una sensación térmica de 23 grados (menos cinco grados Centígrados), el frío lo afectó y se cree que pudo haberse desamayado.
Frank era conocido como un hombre dedicado al trabajo, no era una persona que le gustaran las fiestas, él prefería estar en casa; según su familiar era muy activo, siempre estaba haciendo algo para ganarse la vida.
"Desde que llegó anduvo buscando trabajo, se había desanimado, pues por el frío el trabajo había bajado, él buscaba trabajo de día y de noche, y hacía lo que le salía, trabajaba a toda hora, si salía algo de limpieza, de mecánica, de lo que fuera él lo hacía", relata.
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Hace una semana Frank había empezado a trabajar en un taller de mecánica, estaba feliz y tras recibir su primer sueldo compró almuerzo para compartir con sus compañeros.
El sábado, al terminar su jornada, habló con su hijo de 12 años y con su esposa, con quienes se comunicaba todos los días. "Creemos que después se le pudo haber descargado el teléfono y por eso no pudo llamar a nadie", explica Julio.
Ahora su familia busca repatriar el cuerpo para El Salvador donde también lo espera su madre, quien solo desea poder darle el último adiós.
"Lo que más deseamos es poderlo traer y darle cristiana sepultura, que sus hijos puedan despedirse de él, y que sepan donde quedó su cuerpo, que para el día del padre tengan donde ir a enflorarlo", dice acongojada su esposa Ana Cecilia Cabrera.
En Gofundme se ha creado una campaña para recaudar fondos. La repatriación tiene un costo de $5,800, la familia también tiene que cubrir los gastos fúnebres en El Salvador.
Un hombre dedicado a su familia y la comunidad
Hace un año Frank Guevara salió de San Miguel hacia Estados Unidos buscando nuevas oportunidades. En El Salvador era taxista, su familia relata que no le hacía falta el trabajo, no obstante vio la oportunidad de mejorar y decidió emprender el viaje.
"Siempre fue un hombre muy responsable, sobre todo con sus hijos (un niño de 12 años y una niña de 5), no había día que no se comunicara con ellos por las mañanas y en las tardes. Su sueño era sacar a sus hijos adelante", agrega Cabrera.
En la comunidad donde vivía era muy querido, y pertenecía a la escuela de fútbol C.D. Santa Fé, donde de manera voluntaria daba clases a niños.