En la noche del 29 de marzo de 2021, durante una reunión de los miembros del grupo de exterminio Paz o Muerte de la zona oriental, el agente de la Policía Nacional Civil (PNC) Agustín de Jesús Rivas López, alias Eléctrico, comentó que había un sujeto que lo había amenazado y que era miembro de pandillas.
El mismo sujeto le había dicho que ya sabía que era policía y que le tenía que colaborar dándole información sobre operativos policiales. Luego, el grupo de exterminio discutió cómo lo iban a matar.
El objetivo era Bryan Alexis Amaya Márquez, de 16 años, quien era socorrista voluntario de Cruz Verde Salvadoreña.
El crimen fue cometido por diez sujetos, incluyendo Rivas López, en el lugar conocido como callejón Santa Bárbara, de la colonia Buena Vista, municipio y departamento de Usulután. En el lugar había dos casas juntas, una era la donde vivía el socorrista y en la otra funcionaba una tienda.
En cuanto llegaron a la casa gritaron que eran policías, que nadie se moviera; que andaban ejecutando el plan control territorial, en ambas casas les cedieron el paso para que hicieran los registros respectivos, sin exigir orden judicial. Aunque de nada habría servido.
Junto a Bryan Alexis había tres mujeres. Él no vivía allí, sino en otro lugar, pero llegaba a visitar a una joven a la que pretendía.
De inmediato, Rivas López junto a otros dos sujetos identificados como José Armando Rivas Sánchez y Bryan Alexander Cruz sometieron al adolescente, lo tendieron boca abajo en el patio y a las tres mujeres les ordenaron que se metieran a la casa y que no salieran; que el joven quedaría detenido.
Simultáneamente, Bryan Alexander Cruz le asesta varios disparos al joven socorrista, luego el policía Rivas López le pide el arma a Cruz y dispara todo el cargador contra el voluntario.
Al ver eso, las mujeres se descontrolan, sufren una crisis nerviosa pero un sujeto identificado como Manuel de Jesús Romero las amenaza con su arma de fuego; les gritó que son del grupo de exterminio Paz o Muerte de la zona oriental y que se metieran a la casa porque si no las matarían también.
El policía Rivas López pidió un fusil M16 con el cual le hizo otros dos disparos a la víctima, como para asegurarse de que lo había matado.
Al siguiente día, en las noticias se supo que Amaya Márquez era voluntario de la Cruz Verde Salvadoreña. Un grupo de socorristas de esa entidad asistieron a la velación y al entierro del adolescente.
Robo y homicidio
Tres meses antes, el 3 de enero de 2021, ese mismo grupo realizó otro “operativo”, en el cual asesinato al ingeniero electricista y secretario general del Sindicato de la Industria Eléctrica de El Salvador, Jared Baltasar Argüello García.
En el asesinato de Jared participaron 14 personas, incluyendo el policía Rivas López, según consta en investigaciones judiciales a las que se ha tenido acceso.
En el homicidio participaron los principales cabecillas de la banda, el principal ha sido identificado como Wilber John Basurto Cruz, alias Pantera, un agente policial que no ha sido capturado, pero que pertenecía a los Jaguares, es decir, a la Unidad Táctica Especializada Policial (UTEP), Rivas López, como segundo al mando, agente policial también.
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En este caso, además de asesinar a Jared, los criminales robaron más de 20,000 dólares, siete armas de fuego y varios celulares de alta gama. En el crimen también participó Pedro Juan Centeno, alias Selena quien ese mismo año era candidato a alcalde de Ereguayquín en representación del partido Nuevas Ideas.
El tercer homicidio por el que el policía Rivas López fue condenado fue el cometido contra José Saúl Coreas Cortez, cometido el 31 de diciembre de 2020 en la calle principal del cantón Primavera, municipio de El Tránsito, departamento de San Miguel.
Sobre los motivos que tuvieron para asesinar a Coreas Cortez, el documento judicial al que se ha tenido acceso no detalla mucho. Solo indica que llegaron a la casa fingiendo un operativo policial, la víctima fue sacada en presencia de su madre, luego lo esposaron y pocos metros después lo asesinaron a balazos.
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Familia satisfecha con condena
La familia de una de las víctimas, Jared, el ingeniero eléctrico asesinado el 3 de enero de 2021, expresaron su satisfacción por la condena impuesta al policía Rivas López.
“Sentí un poco de paz porque por fin se le hará justicia y a las demás víctimas a mano de este criminal. Por qué solo los que hemos vivido una situación cómo está entenderán lo difícil que es perder a un ser amado de una forma tan cruel e injusta …” expresó un pariente de Jared.
“Gracias a Dios se hizo justicia. Gracias a los abogados, fiscales y policías (investigadores) que se esforzaron porque el caso de Jared no quedara en la impunidad”, comentó otro familiar.
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El policía Rivas López deberá purgar 30 años de prisión por cada uno de los tres homicidios en los que participó, además de 48 años impuestos por cuatro robos cometidos mientras formó parte del grupo delincuencial.
A pesar de que fue acusado del delito de agrupaciones ilícitas, el Juzgado Primero de Sentencia de San Miguel no impuso ninguna condena al imputado.