Una balacera en el centro de la ciudad de San Vicente dejó la mañana de este jueves, a tres personas muertas, según informes extraoficiales, que después fueron confirmados por la Policía Nacional Civil (PNC).
Un hombre y una mujer fueron acribillados y posteriormente, unos metros más adelante, el perpetrador se habría suicidado, según reportó un testigo.
Los hechos ocurrieron en las cercanías del mercado de la ciudad y la Escuela de Educación Parvularia María Isabel Miranda. Mientras que el victimario se suicidó frente a la esquina Norte de las instalaciones de la 5° Brigada de Infantería, en San Vicente.
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"Hay un hombre y una mujer muertos y más arriba el que los había matado, se acaba de matar, ahorita hay un gran desorden aquí", reportó la fuente.
La Policía Nacional Civil ha identificado a las personas sin vida, como: Óscar Rafael Pineda, sospechoso de abatir a tiros a su esposa Ángela de Pineda y a José Gavidia Pérez.
Según las autoridades, Pineda intentó huir tras asesinar a su esposa y al otro hombre, pero se suicidó al verse rodeado por agentes policiales y soldados.
La Policía informó a través de redes sociales la hipótesis inicial del hecho.
Pasadas las 10 de la mañana, el personal policial inspeccionaba la escena violenta y la zona también era custodiada por militares.
Algunos negocios y comerciantes se vieron afectados por el cierre de las céntricas arterias. Familiares no llegaron a la escena del crimen.
"Mi hija andaba aquí cuando oyó la balacera. A saber cuántos niños quedan solos", lamentó una transeúnte.
El atacante intentó huir de soldados que reaccionaron al oír los disparos, ellos estaban en una caseta de la Quinta Brigada de Infantería, reportó otro hombre. Esto coincide con la versión policial de los hechos, Pineda se quitó la vida al verse sin posibilidades de escapar.
"Hay que reflexionar, pedirle al Señor fortaleza para no llegar a estas cosas, el sufrimiento pasa y los hijos quedan solos", comentaba una vendedora ambulante.
Empleados de comercios se encontraban en las cercanías de la escena violenta, a la espera de que su lugar de trabajo abriera.
Fuera de la escena violenta, vendedores y compradores circulaban con normalidad, aunque extrañados por el cierre de las calles.
Un vendedor aseguró que oyó los disparos de cuando el sujeto se quitó la vida. Su puesto está a escasos 15 metros de la escena. Añadió que eran comerciantes, que no eran de San Vicente y que llegaban al mercado vicentino por el comercio de la época.
Cerca del mediodía, el procesamiento de la escena continuaba.