El pasado martes en la tarde, el cadáver de Abdías Enoc Castillo Escobar, de 35 años, fue encontrado en un predio baldío, en el kilómetro 72.5 de la carretera Panamericana, a la altura del cantón San Francisco Chamoco, municipio de San Vicente, según reportes policiales.
De acuerdo con fuentes policiales, preliminarmente se estableció que Castillo Escobar fue estrangulado por sus asesinos después de robarle las tarjetas de crédito y débito, y luego obligarlo a entregarles las claves.
Un reporte policial indica que Castillo Escobar residía en el cantón Boquín, del municipio de Polorós, del departamento de La Unión. En el lugar donde la Policía encontró el cadáver no encontraron evidencias del crimen, por lo que se sospecha que fue asesinado en otro lugar y luego lanzaron el cuerpo en el lugar antes mencionado.
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De acuerdo con las investigaciones iniciales, Castillo Escobar salió el viernes hacia Santa Rosa de Lima, siempre en el departamento de La Unión, donde asistiría a una fiesta. En el desarrollo de la misma, algunas personas lo vieron que entabló amistad con tres hombres con quienes lo vieron departir.
La última vez que Castillo Escobar fue visto con vida, fue el sábado 9, en compañía de los mismos tres sujetos con quienes había departido en la fiesta el día anterior. Pero llegó el domingo y ya no dio señales de vida. Los familiares le llamaban al teléfono pero nadie respondía.
El lunes siguiente, los familiares de Castillo Escobar decidieron denunciar la desaparición ante la Policía Nacional Civil (PNC); los agentes proporcionaron una copia de la denuncia y les sugirieron a los familiares que fueran a los bancos a solicitar que las tarjetas bancarias (tres en total) fueran bloqueadas.
Al terminar el lunes, ni la familia ni la Policía tenían pistas sobre la desaparición de Castillo Escobar. Fue hasta el martes que uno de los delincuentes cayó preso al intentar obtener dinero de las tarjetas.
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El martes en la mañana, un hombre residente en Santa Rosa de Lima pero originario de Nicaragua,según los informantes policiales, fue a un cajero automático con la intención de sacar más dinero de las tarjetas de Castillo Escobar.
Al no poder, a pesar de estar seguro de que las claves o pin que introducía eran las correctas en los cajeros, las mismas con las que el domingo y el lunes habían introducido para sacar dinero, decidió entrar a la agencia bancaria y preguntar por qué el cajero no le dispensaba efectivo, si las claves eran las correctas.
Cuando los empleados bancarios intentaron ayudarle, se percataron que las tarjetas estaban bloqueadas porque el propietario había sido reportado como desaparecido. Obviamente no se lo dijeron al sujeto que reclamaba el inconveniente.
En el banco le dijeron que esperara unos minutos mientras le resolvían el problema; pero eso solo era una excusa para ganar tiempo.
A los pocos minutos, agentes policiales se presentaron a la agencia bancaria, determinando además que el vehículo que conducía el sujeto también era propiedad de Castillo Escobar. Allí mismo lo detuvieron y fue él quien reveló dónde habían abandonado el cadáver.
De acuerdo con fuentes policiales, el nicaragüense capturado convive con una mujer que reside en San Salvador, quien conoce a los otros dos hombres supuestamente involucrados en el crimen.